Ganar la guerra sin librarla
Aquella invasi¨®n de Bush con la que Putin justifica la suya explica el actual desorden del mundo cuando se cumplen 20 a?os

Lo que George W. Bush hizo en Irak hace 20 a?os, Vlad¨ªmir Putin ha querido repetirlo ahora en Ucrania. Aquellas ilegalidades e injusticias de ayer le sirven para exigir hoy el derecho a sus propias ilegalidades e injusticias. Son semejantes las mentiras y las falsificaciones, as¨ª como los aut¨¦nticos motivos, los de entonces y los de ahora. La inmensa fuerza de la que se dispone explica el apetito irrefrenable de usarla sin medida. Y el apetito, a su vez, como pez que muerde la cola, busca los argumentos, mentiras y falsificaciones en una ley de la fuerza que se impone a la fuerza de la ley.
Estados Unidos quiso derrocar a Sadam Husein en venganza por el desaf¨ªo terrorista del 11-S, democratizar Oriente Pr¨®ximo por las armas y demostrar qui¨¦n mandaba en el mundo. La Federaci¨®n Rusa tambi¨¦n ha querido derrocar al r¨¦gimen de Kiev en venganza por la desaparici¨®n de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, modificar el orden europeo y mostrar el bast¨®n de mando a los vecinos. Solo cambian el tiempo y las dimensiones, tambi¨¦n las morales. Acotadas, dubitativas, abiertas incluso a la enmienda, en el caso de una superpotencia liberal donde el poder est¨¢ repartido gracias al Estado de derecho. Monstruosas, despiadadas, c¨ªnicas, all¨ª donde est¨¢ concentrado y pervertido por la verticalidad del despotismo.
Un error y un crimen en ambos casos. En los m¨®viles, en la forma y en los resultados catastr¨®ficos, exactamente los contrarios a los buscados. En vez de afirmar o ensanchar el poder, dan ventaja al adversario. Como en toda guerra, de aquella se supo c¨®mo empezaba, pero hasta hace bien poco apenas se sab¨ªa si acaso hab¨ªa terminado. Mal, en todo caso. Suceder¨¢ tambi¨¦n en la de Ucrania, con un pavoroso balance de muerte y destrucci¨®n que va a la zaga o quiz¨¢s supere el de anta?o en cuanto a velocidad y dimensi¨®n de la matanza y de la demolici¨®n del pa¨ªs invadido. Algunos recibieron un regalo inopinado de Estados Unidos, especialmente Ir¨¢n, pero tambi¨¦n China, que ahora est¨¢ recibiendo otro de Rusia.
De la guerra surgen los grandes cambios en el orden mundial. Aquella expuls¨® a Estados Unidos de Oriente Pr¨®ximo y arruin¨® su reputaci¨®n. Cuestion¨® los lazos con la Uni¨®n Europea. Dividi¨® a los europeos. Espa?a dio el mayor volantazo de su reciente historia en pol¨ªtica exterior. Aznar se fotografi¨® junto a Bush y Blair en las Azores. El primer ministro brit¨¢nico hundi¨® all¨ª su entera reputaci¨®n y luego se arrepinti¨®, al contrario que Aznar, que sigue sacando pecho. Si en el fracaso de Washington de entonces Mosc¨² y Pek¨ªn encontraron el escabel donde encaramar sus ambiciones revisionistas e imperiales, en el de hoy ser¨¢ China quien intentar¨¢ hacerse con la entera hegemon¨ªa euroasi¨¢tica a costa de una Rusia exang¨¹e por la guerra y las sanciones.
Aquella guerra de Bush con la que Putin justifica la suya explica el actual desorden del mundo cuando se cumplen 20 a?os. China, siguiendo el consejo de Sun Tzu, gana las guerras que no libra.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
