El hecho diferencial madrile?o

Espa?a, con su configuraci¨®n territorial descentralizada, opera como un laboratorio de ideas, pues la heterogeneidad con la que los gobiernos aut¨®nomos desarrollan sus competencias les permite aprender de otros territorios las mejores pr¨¢cticas en legislaci¨®n e implementaci¨®n de pol¨ªticas p¨²blicas. Los l¨ªmites a ese aprendizaje los marca la ideolog¨ªa propia de cada Gobierno, dado que por encima de la experimentaci¨®n y el intercambio de informaci¨®n sobre los aspectos m¨¢s t¨¦cnicos de las pol¨ªticas se imponen a menudo modelos ideol¨®gicos diferenciados, como pone de manifiesto la comparaci¨®n entre territorios en los resultados de sus pol¨ªticas.

Como cabr¨ªa esperar, la impronta de cada modelo ideol¨®gico depende en gran parte de la longevidad en el gobierno de los partidos pol¨ªticos que los impulsan. En algunas regiones, el sello program¨¢tico de las formaciones que han liderado el Ejecutivo ha sido tan profundo que territorio y partido gobernante han acabado fusion¨¢ndose, dando lugar a una simbiosis de identidades. Fue el caso de Catalu?a durante la etapa de hegemon¨ªa pol¨ªtica de Converg¨¨ncia i Uni¨® y algo parecido ha ocurrido con los gobiernos del PSOE en Andaluc¨ªa, del PNV en el Pa¨ªs Vasco y del PP en Galicia.

La hegemon¨ªa pol¨ªtica del PP en la Comunidad de Madrid tambi¨¦n representa un caso de ¨¦xito desde un punto de vista electoral. Sin embargo, mientras que los l¨ªderes del PNV o del PP gallego gozan a d¨ªa de hoy de una relativa popularidad, incluso entre sectores de la poblaci¨®n no afines ideol¨®gicamente, y de una confianza institucional alta, el proyecto pol¨ªtico del PP en Madrid se asienta sobre divisiones ideol¨®gicas m¨¢s profundas que hacen que la valoraci¨®n de sus l¨ªderes y la confianza institucional est¨¦ m¨¢s polarizada. Tampoco es un proyecto que triunfe en sus resultados, pues los datos europeos de calidad de gobierno muestran que los resultados de la Comunidad de Madrid est¨¢n por debajo de la media del conjunto de regiones europeas.

A pesar de que el proyecto pol¨ªtico del PP madrile?o no es un proyecto de coexistencia pac¨ªfica ni, a la luz de los datos comparados, exitoso en su gobernanza, seguramente representa uno de los modelos ideol¨®gicos que se han desarrollado con mayor rapidez y plenitud en el Estado auton¨®mico. Desde que se complet¨® el traspaso competencial de las principales pol¨ªticas p¨²blicas a la Comunidad de Madrid, en diciembre de 2001, los populares no han perdido el tiempo. La perseverancia con la que el PP ha implementado en esta regi¨®n un modelo de gesti¨®n en el que la Administraci¨®n promueve y facilita la entrada del sector privado en la gesti¨®n de la sanidad, los servicios sociales y la educaci¨®n explica que, en la actualidad, se haya convertido en la comunidad aut¨®noma con mayor segregaci¨®n escolar por nivel socioecon¨®mico y una de las regiones m¨¢s segregadas de la OCDE. Madrid tambi¨¦n est¨¢ a la cabeza en Espa?a en la penetraci¨®n de seguros de salud privados, mientras que se sit¨²a en la cola en gasto sanitario y en gasto social por habitante. Seg¨²n datos del INE, Madrid era en 2021 la tercera comunidad aut¨®noma con una mayor desigualdad entre el 20% m¨¢s rico y el 20% m¨¢s pobre.

El proyecto ideol¨®gico del PP habr¨¢ culminado cuando las clases medias madrile?as se vuelvan irrecuperables para lo p¨²blico. Es decir, cuando pierdan el inter¨¦s en seguir pagando los impuestos que son necesarios para mantener una red p¨²blica de servicios sanitarios o educativos de la que ya no se benefician porque hace tiempo que compran esos servicios en el mercado privado. Para entonces, el ¨¦xito de ese modelo probablemente seguir¨¢ sin poder medirse por la calidad de su gobernanza, como ocurre ahora, pero ser¨¢ incontestable en su capacidad de haber transformado la sociedad sobre la que opera.

La ventaja del proyecto pol¨ªtico del PP madrile?o sobre otros proyectos que se han ido desarrollando en las comunidades aut¨®nomas desde la Transici¨®n a la democracia es que carece de aspiraciones de nacionalidad, pues la construcci¨®n de la identidad territorial madrile?a que promueven los populares es puramente ideol¨®gica. Mientras las singularidades de los programas pol¨ªticos del PP en Galicia o del PNV en el Pa¨ªs Vasco se fraguan con mayor o menor intensidad sobre la diferenciaci¨®n hist¨®rica, cultural y ling¨¹¨ªstica de esos territorios, la propuesta de los populares en Madrid est¨¢ contenida en la cl¨¢sica divisi¨®n Estado-mercado. A diferencia de otros modelos, se trata de una singularidad territorial que no se construye alrededor del ¨¢mbito identitario, sino del conflicto distributivo.

Ello supone una ventaja para los populares en Madrid porque pueden avanzar sin las dificultades que han caracterizado los progresos de otros proyectos ideol¨®gicos. Es decir, ahorr¨¢ndose los sobresaltos peri¨®dicos que han lastrado los programas de corte nacionalista ¡ªcomo el fracasado plan Ibarretxe en el Pa¨ªs Vasco o el pulso independentista en Catalu?a¡ª. El PP en Madrid no ha necesitado ser nacionalidad hist¨®rica para dise?ar su propio hecho diferencial: hacer que su modelo de gesti¨®n se convierta en el sello de identidad de este territorio.