Secretos militares sin due?o
La filtraci¨®n de informaci¨®n clasificada del Pent¨¢gono genera dudas sobre el acceso a documentos sensibles de Estados Unidos
Estados Unidos se enfrenta a una nueva filtraci¨®n de informaci¨®n clasificada de Defensa que revela un inquietante agujero de seguridad y obliga a hacerse preguntas de nuevo sobre el acceso y la protecci¨®n de la inteligencia militar de la primera potencia mundial. Algunos de los documentos filtrados est¨¢n clasificados como alto secreto. La mayor parte hacen referencia a la guerra de Ucrania. Entre ellos, hay cifras de bajas en ambos bandos que cuestionan las versiones oficiales, as¨ª como informaci¨®n de movimientos de tropas que da pistas sobre la profundidad de la inteligencia a la que tiene acceso EE UU sobre el terreno. Tambi¨¦n hay informaci¨®n inc¨®moda para aliados como M¨¦xico, Israel, Egipto o Corea del Sur. El presidente Joe Biden rest¨® importancia al contenido de los documentos y se mostr¨® ¨²nicamente preocupado por el hecho de la filtraci¨®n en s¨ª.
El ¨²nico detenido hasta el momento es un soldado de la Guardia Nacional de Massachusetts llamado Jack Teixeira, de 21 a?os, que public¨® los documentos en un foro privado de la peque?a red social Discord, utilizada por aficionados a los videojuegos. Lo que publicaba eran im¨¢genes de los papeles, impresos y con marcas de dobleces. Tuvo acceso a ellos porque se encargaba del mantenimiento de sistemas de comunicaciones. La filtraci¨®n comenz¨® en diciembre, pero nadie repar¨® en la trascendencia del contenido hasta que el 5 de abril parte de los documentos fueron replicados en otras redes con m¨¢s envergadura. Al d¨ªa siguiente circularon por los medios. Hoy, el alcance de la filtraci¨®n sigue siendo desconocido. Unos medios aseguran haber visto unas decenas de documentos. Otros, cientos. El Pent¨¢gono no ha hecho p¨²blica ninguna estimaci¨®n.
Se trata de la filtraci¨®n m¨¢s sensible de papeles militares desde la del excontratista Edward Snowden en 2013, que quer¨ªa denunciar el alcance del espionaje gubernamental sobre los ciudadanos. Teixeira, seg¨²n lo que se sabe hasta ahora, no ve¨ªa ninguna utilidad p¨²blica en sus acciones. En este punto de la investigaci¨®n, parece que su ¨²nica motivaci¨®n fue la vanidad, ganas de impresionar a sus amigos sobre armas y videojuegos.
La pedestre explicaci¨®n no hace sino aumentar la inquietud sobre los protocolos de custodia y acceso de documentos clasificados como alto secreto en EE UU, sea esta clasificaci¨®n justificada o no. Teixeira se enfrenta a una posible condena de al menos 15 a?os de prisi¨®n tras haber tenido acceso a ellos desde 2021, es decir, cuando ten¨ªa 19 a?os. El Pent¨¢gono ha prometido revisar los procedimientos. No es para menos. La fiabilidad de EE UU como socio para compartir inteligencia militar est¨¢ en cuesti¨®n. Se trata de un episodio cuando menos embarazoso para el Departamento de Defensa norteamericano, obligado a explicar, aunque solo sea en el juicio, la cantidad y el perfil del personal que tiene acceso a los altos secretos de Estados Unidos.
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