La pobreza y los impuestos en Espa?a
Los lectores escriben sobre exclusi¨®n social, los j¨®venes, tanto en sus relaciones como en sus perspectivas de futuro y las pr¨®ximas elecciones municipales y auton¨®micas
Tenemos un 2% menos de pobreza, aunque el problema sigue siendo grave, el 26% de la poblaci¨®n de Espa?a es pobre, y dentro de este tercio hay varios niveles, que son a quienes m¨¢s atenci¨®n se les debe prestar. Las medidas tomadas por el Gobierno est¨¢n dando sus frutos: la Estrategia Nacional de Prevenci¨®n y Lucha contra la Pobreza y la Exclusi¨®n Social 2019-2023 funciona. Tambi¨¦n otras medidas como la protecci¨®n de las empresas, la mejora del acceso al empleo, el salario m¨ªnimo profesional, el ingreso m¨ªnimo vital, etc¨¦tera. Todas estas medidas necesitan financiaci¨®n directa para invertir en derechos, y la ¨²nica f¨®rmula m¨¢s justa e igualitaria es a trav¨¦s de los impuestos, proporcionales y progresivos, m¨¢s un reparto justo de las rentas y una redistribuci¨®n territorial adecuada del presupuesto. Sabemos que los ricos y poderosos se niegan a pagar tributos, pero deben saber tambi¨¦n que, en Espa?a, es una obligaci¨®n pagar impuestos para mejorar el Estado de bienestar.
Victorio Mart¨ªnez Armero. M¨®stoles (Madrid)
No nos enamoramos
Los mileniales (generaci¨®n conformada por los nacidos entre 1981 y 1996) ya no nos enamoramos. Hemos matado las mariposas a golpe de terapia y a base de libros de autoayuda, que nos han ense?ado a gritar a los cuatro vientos nuestro self love y lo independientes que somos. Los nuevos t¨¦rminos como red flags, ghosting o breadcrumbing han desvirtuado nuestro don natural de confiar en los dem¨¢s, a pesar de que las redes sociales y las aplicaciones para ligar nos hayan creado el falso espejismo de un amor m¨¢s disponible que nunca. Los mileniales estamos desaprendiendo la maravillosa emoci¨®n que supone estar enamorados.
Nazaret Serrano. Madrid
Vida f¨¢cil
Basta con buscar algo en internet para conseguir una respuesta inmediata. Las nuevas generaciones no hemos conocido un mundo en el que haya que esforzarse mucho para conseguir algo simple. Incluso, tengo la sensaci¨®n de que estamos sobreprotegidos. A menudo, veo personas de mi edad desmotivadas y sin ganas de estudiar. Tenemos poca tolerancia al fracaso y nos bloqueamos ante los obst¨¢culos. Estamos rodeados de inventos que supuestamente nos hacen la vida m¨¢s f¨¢cil, pero ?nos ayudan realmente a superar las dificultades? Tal vez son los resultados inmediatos los que hacen que tengamos poca capacidad de frustraci¨®n.
Mar¨ªa Cruz Aroca Navarro. Valencia
Viene el espect¨¢culo
Se acerca un tsunami electoral que inundar¨¢ de promesas toda Espa?a. Olvidando muchas veces los presupuestos de que disponen sus municipios, ciudades y regiones, los candidatos se lanzar¨¢n a ofrecernos el oro y el moro (esto ¨²ltimo, todos excepto VOX), a cambio de nuestro voto. Escucharemos promesas de cumplimiento posible y otras tan inveros¨ªmiles que ser¨¢n motivo de chanza, sobre todo en las redes sociales. Los m¨¢s precavidos utilizar¨¢n en sus m¨ªtines el verbo apostar, mucho menos comprometido. Sea como fuere y aunque parezca mucho pedir, lo deseable es que empleen m¨¢s tiempo en explicar sus programas que en descalificar e insultar a sus adversarios pol¨ªticos. El espect¨¢culo est¨¢ a punto de comenzar.
Enrique Chicote Serna. Arganda del Rey (Madrid)
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