Argentina, un pa¨ªs (a)normal
Con las urnas suspendidas cuando ya estaba todo listo para este domingo, le sumamos m¨¢s anormalidad a nuestra normal anormalidad
La Argentina es un pa¨ªs normal. Siempre y cuando la anormalidad sea normal. Porque s¨®lo este pa¨ªs pelea por el podio mundial de inflaci¨®n anual mientras flirtea con una corrida cambiaria, vislumbra un nuevo default de su deuda soberana, yace estancado desde hace una d¨¦cada, con ¨ªndices crecientes de pobreza, y tiene a su Presidente y a su ministro de Econom¨ªa rog¨¢ndole clemencia y m¨¢s dinero al Fondo Monetario Internacional (FMI) , mientras que su Vicepresidenta ¨Cy jefa real del oficialismo- destrata p¨²blicamente a ese mismo organismo.
Ahora, nuestra normal anormalidad acaba de entregarnos un nuevo cap¨ªtulo. La Corte Suprema suspendi¨® las elecciones que deb¨ªan desarrollarse cinco d¨ªas despu¨¦s en dos provincias ante la posibilidad de que violaran la esencia republicana de nuestra Constituci¨®n Nacional. Casi nada. ?Y qu¨¦ reacciones cosech¨®? Pues las de siempre. Algunos a favor ¨Cporque los beneficia-, y otros en contra ¨Cporque los perjudica-. ?Lo curioso? Algunos de los cr¨ªticos hab¨ªan elogiado fallos muy similares que el m¨¢ximo tribunal del pa¨ªs emiti¨® hace cuatro a?os, aunque, claro, en aquella ocasi¨®n los hab¨ªa beneficiado.
Todo, pues, muy normal en un pa¨ªs anormal.
La Corte concedi¨® dos medidas cautelares, con las que suspendi¨® las elecciones de este domingo en Tucum¨¢n y San Juan, y les pidi¨® m¨¢s datos a los protagonistas antes de tomar su decisi¨®n de fondo. Definir¨¢ si los gobernadores de esas provincias pueden aspirar a nuevos mandatos ¨Cya fuera como gobernador o vicegobernador- o si sus eventuales reelecciones vulneran el sistema republicano de Gobierno. ?Por qu¨¦? Porque ambos extender¨ªan su permanencia en el poder mucho m¨¢s all¨¢ de una d¨¦cada larga.
Si esa es la esencia de lo ocurrido, tambi¨¦n est¨¢ el contexto. Dos datos: el primero, que los ministros de la Corte tomaron esa decisi¨®n mientras que el oficialismo impulsa un juicio pol¨ªtico contra ellos; el segundo, que la decisi¨®n afecta de manera directa a dos gobernadores peronistas e, indirectamente, al Gobierno nacional, que anticipaba triunfos en ambas provincias y, de ese modo, algo de ox¨ªgeno para su gesti¨®n desfalleciente.
Este contexto explica por qu¨¦ el Gobierno sali¨® con los tapones de punta. El presidente Alberto Fern¨¢ndez critic¨® la decisi¨®n y al tribunal por cadena nacional, en l¨ªnea con funcionarios, legisladores, organismos de derechos humanos cercanos al kirchnerismo y muchos m¨¢s.
Para sumarle m¨¢s pimienta al enredo, sin embargo, la decisi¨®n preliminar de la Corte no resulta novedosa. Para nada. Registra tres antecedentes ¨Caunque con diferencias- ante intentonas similares de l¨ªderes provinciales durante la ¨²ltima d¨¦cada. As¨ª, el m¨¢ximo tribunal del pa¨ªs traz¨® una l¨ªnea roja a las reelecciones de gobernadores en Santiago del Estero (2013), La Rioja (2019) y R¨ªo Negro (tambi¨¦n en 2019).
Ese ¨²ltimo antecedente ofreci¨® una nueva muestra de nuestra normal anormalidad. El ahora ministro de Justicia de la Naci¨®n, Mart¨ªn Soria, calific¨® la decisi¨®n judicial como ¡°una intromisi¨®n¡± de la Corte en el ¡°proceso democr¨¢tico¡±. Pero cuatro a?os atr¨¢s, cuando disputaba la gobernaci¨®n rionegrina y el fallo de aquel momento perjudic¨® a su rival directo, festej¨® lo ocurrido. ¡°Por suerte la Corte lo fren¨®¡±.
Para complicar la ecuaci¨®n, la decisi¨®n preliminar del tribunal tampoco es una maravilla perfecta. Los constitucionalistas se dividen entre los que la definen como aceptable, los que la objetan y aquellos que plantean que, como m¨ªnimo, resulta inoportuna y acaso peligrosa. Entre estos se destaca el respetado Andr¨¦s Gil Dom¨ªnguez, quien recurri¨® a Twitter para plantear que ¡°suspender preventivamente una elecci¨®n de autoridades provinciales a 5 d¨ªas de su realizaci¨®n, cuando sobr¨® tiempo para resolver el fondo de la cuesti¨®n, genera un da?o grav¨ªsimo al sistema democr¨¢tico argentino y pone en crisis la argumentaci¨®n jur¨ªdica utilizada¡±.
As¨ª estamos, pues, con las urnas suspendidas cuando ya estaba todo listo para este domingo ¨Cimpresi¨®n de boletas incluidas- y le sumamos m¨¢s anormalidad a nuestra normal anormalidad a la que todos contribuyen. Porque como record¨® uno de nuestros analistas pol¨ªticos m¨¢s l¨²cidos, ambos gobernadores sab¨ªan que jugaban al l¨ªmite del offside cuando se lanzaron a una nueva candidatura. Su premisa silenciosa era clara: ¡°Si pasaba, pasaba¡±.
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