M¨¢s muertos en Gaza

El ¨²ltimo episodio de la interminable violencia entre Israel y la franja de Gaza ha costado, hasta ahora, la vida a 29 palestinos de los que 15 son civiles, incluyendo tres mujeres y seis ni?os. El detonante fue la muerte tras 86 d¨ªas en huelga de hambre en una c¨¢rcel israel¨ª de Jader Adnan, un popular militar de la Yihad Isl¨¢mica cuya imagen estaba presente en los territorios palestinos ocupados. Tras la noticia, decenas de cohetes fueron lanzados desde Gaza sobre Israel, que contest¨® cerrando todos los pasos con la Franja y bombarde¨¢ndola. Murieron tres jefes militares de la Yihad Isl¨¢mica ¡ªque lanz¨® los cohetes contra Israel y en la lista de organizaciones terroristas de la UE¡ª y 10 civiles inocentes de los cuales cuatro eran ni?os seg¨²n fuentes palestinas. A partir de ese momento creci¨® la din¨¢mica acci¨®n-reacci¨®n con el lanzamiento de centenares de proyectiles sobre territorio israel¨ª y nuevas incursiones a¨¦reas que elevan la cifra de v¨ªctimas mortales palestinas.

En esta ocasi¨®n la reacci¨®n israel¨ª ha mostrado la dependencia que el primer ministro israel¨ª, Benjamin Netanyahu, tiene de sus socios ultranacionalistas de extrema derecha y revela c¨®mo estos pueden forzar al pa¨ªs a transitar una peligrosa senda de violencia que aleja cualquier posibilidad de paz. Tras la muerte en prisi¨®n de Adnan se vivieron 12 horas de enfrentamientos a los que puso fin una tregua alcanzada a trav¨¦s de mediadores informales de Naciones Unidas y Egipto. La reacci¨®n ultranacionalista fue fulminante: el partido Poder Jud¨ªo abandon¨® sine die cualquier votaci¨®n parlamentaria. Sus diputados son imprescindibles para Netanyahu y a esta formaci¨®n pertenece el pol¨¦mico ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir. Solo despu¨¦s de que la tregua se rompiera y se produjera la muerte de los tres l¨ªderes de la Yihad, Poder Jud¨ªo anunci¨® que volv¨ªa a votar en el Parlamento.

Nuevamente la comunidad internacional se encuentra con una situaci¨®n ya familiar: en el mejor de los casos, desescalada, alto el fuego de facto y vuelta al statu quo en medio de un cruce de acusaciones. Sin embargo, no solo basta con el fin inmediato de las hostilidades si todo queda a la espera del pr¨®ximo estallido de violencia. Resulta imprescindible un proceso serio de paz y seguridad que a¨ªsle a los extremistas y busque un acuerdo viable y justo. Mientras eso no suceda, solo podremos esperar que esta escalada no aumente y todo se calme. Hasta la siguiente.