Un verano sin yates gracias a la orca ¡®Gladis¡¯

Hemos superado un marzo que maye¨®, un mayo que marce¨® y el 40 de mayo ¡ªel refranero espa?ol se ha puesto las botas este a?o¡ª. Por tanto, la primavera ¡ªla m¨¢s c¨¢lida y la segunda m¨¢s seca de la serie hist¨®rica de la Agencia Estatal de Meteorolog¨ªa¡ª est¨¢ dando sus ¨²ltimos coletazos para dar paso a un verano que se prev¨¦ especialmente caluroso y bochornoso, por las altas temperaturas, pero tambi¨¦n por la campa?a electoral para los comicios del 23-J y por los pactos que se est¨¢n alcanzando tras las auton¨®micas y municipales del 28 de mayo.

Sea como sea, este verano quiz¨¢ no circule tanto el v¨ªdeo que Brays Efe public¨® en 2018, cuando numerosos influencers ¡ªy no influencers¡ª pasaron sus vacaciones a bordo de un yate y, como toca, dieron buena cuenta de ello en sus redes sociales. ¡°?Ten¨¦is todas un barco? ?Por qu¨¦ est¨¢is todas en barcos?¡±, se preguntaba en su v¨ªdeo, ¡°No ten¨¦is barco, yo os conozco, ?de d¨®nde salen? ?No me merezco yo un barco o un amigo con barco?¡±, a?ad¨ªa. Tiempo despu¨¦s, Efe consigui¨® su paseo en barco, aunque parece que el oleaje hizo que no fuera tan placentero como habr¨ªa deseado.

En su caso fue el embate de las olas; sin embargo, esta temporada, quienes quieran pasar tiempo en un yate podr¨¢n sufrir otras dificultades, estas con nombre propio: las Gladis, un grupo de orcas que est¨¢ atacando embarcaciones. Hablaba de ellas Alberto L¨®pez, bi¨®logo marino y portavoz del grupo Orca Atl¨¢ntica en este peri¨®dico: as¨ª llamaron a los tres ejemplares que m¨¢s interactuaban con embarcaciones en 2020. Ahora son alrededor de 15. Estas interacciones van desde avistamientos a ataques, y en los seis primeros meses de 2023 se han registrado m¨¢s de 50; en algunos casos, las Gladis han llegado a romper el tim¨®n de los barcos con los que se cruzan.

Los expertos desconocen el origen de estas acciones violentas. Puede tratarse de una suerte de juego de las orcas m¨¢s j¨®venes, tambi¨¦n de que una de ellas tuviera un choque fortuito con una embarcaci¨®n y desde entonces haya transmitido a sus compa?eras que esas naves son enemigos de los que defenderse, o podemos tomar prestada la idea que se ha desarrollado en las redes sociales: las Gladis han empezado una rebeli¨®n contra la raza humana.

¡±La hip¨®tesis de la venganza es la m¨¢s aceptada. No nos van a extinguir las m¨¢quinas, ser¨¢n las orcas. A favor¡±, tuite¨® la usuaria @lavronsky. Otra, @Ciclopensante, comparti¨® una vi?eta de Loncho Salazar para la ONG Panthalassa de unas orcas que dec¨ªan: ¡°?Hay que luchar! Aunque en ello se nos vaya la vida¡±; ¡°Inspirando a toda una generaci¨®n¡±, coment¨®. ¡°Que las orcas sepan exactamente d¨®nde atacar, que el capit¨¢n sea un guiri adinerado en Espa?a. Magia pura. Gracias por iniciar la revoluci¨®n, Gladis¡±, escribi¨® una tercera. Los memes son incontables: ¡°?Cet¨¢ceos de todo el mundo, un¨ªos!¡±, ¡°Sink the rich!¡± [Hundir a los ricos]...

Al final, sea o no una rebeli¨®n, la presencia de las Gladis en las costas espa?olas puede ser buena en varios sentidos. Por un lado, quienes trabajemos buena parte del verano no tendremos envidia, no desearemos estar en el lugar de las fotos que veremos en redes sociales; por otro, puede servir para que se reduzcan las salidas de yates y barcos de recreo para hacer fiestas en medio del mar, que resultan muy da?inas para el medioambiente y el ecosistema marino por la invasi¨®n masiva del espacio, la contaminaci¨®n por los combustibles de las embarcaciones y por la basura que nuestra especie est¨¢ acostumbrada a dejar tirada all¨¢ por donde va. Bienvenida, Gladis.