Uni¨®n Europea y Am¨¦rica Latina: un reencuentro esperado y propuestas para la acci¨®n
Desde ONU Mujeres instamos a que la agenda birregional recupere el compromiso de seguir avanzando en la igualdad de g¨¦nero y la centralidad de los cuidados en la recuperaci¨®n de la crisis
En estos d¨ªas se realiza el Foro Uni¨®n Europea-Am¨¦rica Latina y el Caribe en Bruselas en preparaci¨®n de la Cumbre birregional de jefes/as de Estado y de Gobierno que se celebrar¨¢, tambi¨¦n en esta ciudad, los pr¨®ximos 17 y 18 de julio.
La ocasi¨®n, al igual que las cumbres anteriores, apunta a alinear estrategias y se habla de un relanzamiento a las relaciones birregionales; al menos de un reencuentro muy esperado luego de un largo silencio.
La ¡°alianza estrat¨¦gica¡± entre ambas regiones en las ¨²ltimas d¨¦cadas ha estado asociada a la cooperaci¨®n para el desarrollo, las relaciones comerciales y al di¨¢logo pol¨ªtico. Pero, ya hac¨ªa ocho a?os que no se concretaba una reuni¨®n al m¨¢s alto nivel de gobierno. Durante este tiempo, el di¨¢logo birregional entre organizaciones de la sociedad civil, la academia y diferentes actores de la cooperaci¨®n no se detuvo, pero el di¨¢logo pol¨ªtico estar¨ªa saliendo, con esta esperada cumbre, de un largo impasse.
Es prioridad para ambas regiones recuperar el di¨¢logo pol¨ªtico y la alianza estrat¨¦gica, as¨ª como alinear caminos para consolidar el multilateralismo, asegurar la paz y avanzar en las respuestas conjuntas a las diferentes crisis promoviendo una transici¨®n justa en lo social, en la respuesta al cambio clim¨¢tico y en la transici¨®n digital.
Es importante llamar la atenci¨®n sobre la centralidad de que la agenda conjunta sea en torno a una triple transici¨®n, ya que la transici¨®n social es fundamental para alcanzar m¨¢s igualdad y m¨¢s inclusi¨®n.
Las transiciones energ¨¦tica y digital no ser¨¢n justas si s¨®lo se promueven con inversiones sectoriales y no corrigen al mismo tiempo las desigualdades de g¨¦nero instaladas en nuestras sociedades. Ambos sectores son masculinizados y las ni?as, adolescentes y mujeres enfrentan serias barreras estructurales para participar de una sociedad que las sigue dejando atr¨¢s.
Se espera que ambas regiones logren acuerdos de alto nivel que respondan a las diferentes crisis internacionales que afectan la paz, la democracia, los derechos humanos y el multilateralismo, pero tambi¨¦n la migraci¨®n, la seguridad alimentaria, el cambio clim¨¢tico, la pobreza y las desigualdades que se cristalizan en el aumento de las violencias, y en particular la violencia de g¨¦nero, as¨ª como en la crisis de los cuidados.
Es una larga lista de prioridades, y no es f¨¢cil lograr acuerdos entre tantos pa¨ªses, pero aqu¨ª quisiera hacer ¨¦nfasis en tres dimensiones vinculadas con el avance de la igualdad de g¨¦nero y la construcci¨®n de sociedades m¨¢s democr¨¢ticas.
Esta cumbre abre la posibilidad de reforzar esa alianza y que ¨¦sta ponga foco en las respuestas necesarias a los problemas de las mayor¨ªas discriminadas, es decir, las mujeres, con especial comprensi¨®n de las injusticias estructurales e interseccionales que, tanto de un lado como del otro del Atl¨¢ntico, impactan de forma desproporcional a las mujeres ind¨ªgenas, rurales, afrodescendientes, migrantes y refugiadas y a las mujeres con discapacidad.
Todas ellas tienen un rol central en las cadenas globales de cuidados y tienen serias dificultades para acceder a condiciones de trabajo decente y a ejercer sus derechos a los cuidados.
Por esto, en este esperado reencuentro de las m¨¢ximas autoridades de ambas regiones - que en su amplia mayor¨ªa son hombres que ponen en evidencia que la participaci¨®n pol¨ªtica de las mujeres sigue siendo un desaf¨ªo-, instamos a que la agenda birregional recupere el compromiso de ambas partes de seguir avanzando la igualdad de g¨¦nero y la centralidad de los cuidados en la recuperaci¨®n de la crisis y en la triple transici¨®n (social, energ¨¦tica y digital).
La primera propuesta de acci¨®n es avanzar hacia un Pacto birregional por los cuidados que promueva la cooperaci¨®n y propicie el intercambio sobre los avances y pr¨¢cticas promisorias en pol¨ªticas, sistemas, programas y prestaciones de cuidados, el desarrollo de estudios y an¨¢lisis y el impulso a programas de cooperaci¨®n subregional, regional y multilateral a trav¨¦s de modalidades de cooperaci¨®n Norte-Sur, Sur-Sur y triangular.
Ese Pacto birregional por los cuidados se puede construir sobre la base de las estrategias regionales ya vigentes en ambas regiones y es una idea que se ha venido construyendo en las diferentes instancias de preparaci¨®n de esta Cumbre desde el di¨¢logo sobre la triple transici¨®n convocado por la Cooperaci¨®n Espa?ola (AECID), Fundaci¨®n Carolina y Oxfam en Madrid en octubre de 2022.
En Am¨¦rica Latina y el Caribe, en el marco de la XV Conferencia regional sobre la Mujer de Am¨¦rica Latina y el Caribe, celebrada en Argentina en noviembre del a?o pasado, todos los gobiernos de la regi¨®n se comprometieron a impulsar sistemas integrales de cuidados a trav¨¦s de una hoja de ruta que se consolida en el Compromiso de Buenos Aires para alcanzar la sociedad del cuidado.
Para el avance de ese compromiso, desde ONU Mujeres trabajamos estrechamente con los gobiernos latinoamericanos y caribe?os y las organizaciones feministas, de mujeres y de base posicionando la Sociedad del Cuidado. Estamos acompa?ando procesos en once pa¨ªses de Am¨¦rica Latina y el Caribe en el dise?o, pilotaje e implementaci¨®n de Sistemas Nacionales de Cuidados y, a nivel global, ONU Mujeres impulsa la Alianza Global por los Cuidados junto al Gobierno de M¨¦xico en la Iniciativa Generaci¨®n Igualdad.
Por otro lado, la Comisi¨®n Europea adopt¨® en septiembre de 2022 la Estrategia Europea de Cuidados para mejorar la situaci¨®n de las personas cuidadoras y las que requieren cuidados, adem¨¢s de garantizar servicios de atenci¨®n de calidad, asequibles y accesibles, con mejores condiciones de trabajo, igualdad de g¨¦nero y equilibrio entre la vida laboral y personal de cuidadoras y cuidadores. El enfoque latinoamericano, que se nutri¨® en las experiencias europeas, hoy es superador de la estrategia europea, con lo que la cooperaci¨®n en ambos sentidos ser¨¢ de mutuo beneficio para todas las partes.
La segunda propuesta es reforzar estrategias para la eliminaci¨®n de la violencia contra las mujeres por razones de g¨¦nero que es una prioridad compartida entre la UE y Am¨¦rica Latina. Ya existen acciones conjuntas desarrolladas, por ejemplo, con la Red de G¨¦nero de la Asociaci¨®n Iberoamericana de Ministerio P¨²blicos (AIAMP), en la formulaci¨®n de protocolos regionales, y la mejora de encuestas de violencia, as¨ª como en la Iniciativa Spotlight de Naciones Unidas y la Uni¨®n Europea para la eliminaci¨®n de toda forma de violencia contra las mujeres y las ni?as.
A ambos lados del Atl¨¢ntico es imperativo prevenir, atender, sancionar y erradicar todas las formas de violencia y discriminaci¨®n por raz¨®n de g¨¦nero contra las mujeres, las adolescentes y las ni?as en toda su diversidad, en sus diferentes ¨¢mbitos y manifestaciones, incluidas las pr¨¢cticas como la mutilaci¨®n genital femenina, el matrimonio infantil, las uniones tempranas y el feminicidio, la m¨¢xima expresi¨®n de la violencia.
Cuidados y violencia de g¨¦nero son apenas dos de las ¨¢reas en las que la cooperaci¨®n internacional y birregional pueden lograr avances en los derechos de las mujeres. Las dos regiones comparten una visi¨®n estrat¨¦gica a nivel multilateral y regional y deber¨ªan seguir colaborando en el fortalecimiento de capacidades y dise?o de soluciones en la pr¨¢ctica.
Por ¨²ltimo, el tercer ¨¦nfasis que proponemos es el fortalecimiento del rol de las mujeres, las organizaciones y redes de mujeres en la construcci¨®n y el mantenimiento de la paz y la seguridad. Este es otro tema que ambas regiones han defendido de forma firme en el seno de Naciones Unidas, y ser¨ªa razonable que, en este contexto internacional, en una declaraci¨®n birregional se reafirme esa vocaci¨®n.
Nuestra invitaci¨®n es a que esta cooperaci¨®n vaya m¨¢s all¨¢ de las iniciativas puntuales y se incorpore a la lista de prioridades estrat¨¦gicas entre las dos regiones. Porque el encuentro de presidentes tiene que reflejar los problemas de pobreza, cuidados y violencia que las sociedades enfrentan cotidianamente y reconocer el rol de las mujeres en la construcci¨®n de la democracia, la recuperaci¨®n econ¨®mica y el mantenimiento de la paz. Es un camino que, afortunadamente, podemos relanzar, al m¨¢s alto nivel, desde ahora.
Esta agenda debe venir necesariamente acompa?ada de la movilizaci¨®n y el acceso al financiamiento, el aumento de la cooperaci¨®n internacional, birregional y regional y el fortalecimiento de las instituciones p¨²blicas y de la sociedad civil. Recordemos que, a¨²n hoy, solamente un 1% de la Ayuda Oficial al Desarrollo se destina directamente a las instituciones o ministerios de las mujeres y a las organizaciones de la sociedad civil que trabajan por el avance de la igualdad de g¨¦nero, por lo que, nos queda un largo camino por recorrer.
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