Vox veta a EL PA?S

Desde 2019, Vox ha negado sistem¨¢ticamente la acreditaci¨®n a los medios de Prisa, tanto EL PA?S como la Cadena SER, para impedir la cobertura informativa de sus ruedas de prensa o actos de partido en su sede o en locales alquilados alegando un aforo completo (que a menudo mostraba muy visibles y amplios vac¨ªos) o sin responder a las solicitudes. El derecho a la libertad de informaci¨®n est¨¢ amparado en el art¨ªculo 20.1. de la Constituci¨®n y tambi¨¦n en el 19.2 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Pol¨ªticos, que Espa?a suscribe, y que regula ¡°la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda ¨ªndole¡±. De hecho, ya en marzo de 2021 el Tribunal Supremo desestim¨® el recurso de Vox contra la resoluci¨®n de la Junta Electoral Central que consideraba contrario a derecho el veto de esta formaci¨®n a los periodistas de Prisa. Esta junta central y las locales han ¡°instado¡± a Vox a cumplir con la normativa electoral y el respeto al derecho de informaci¨®n, sin que haya habido cambio alguno de actitud del partido de Abascal, que persiste en el cerrojazo informativo sobre sus actos electorales y pol¨ªticos. Este jueves por la noche, el peri¨®dico no hab¨ªa recibido respuesta a la solicitud de acreditaci¨®n para cubrir en la sede central de Vox la noche electoral. Ojal¨¢ llegue.

Impedir que un medio acerque a sus lectores una informaci¨®n relevante para la ciudadan¨ªa ¡ªcomo lo son los actos p¨²blicos de un partido financiado en un 60% con dinero p¨²blico y concurrente a las elecciones¡ª es obstruccionismo democr¨¢tico, vulnera de forma expl¨ªcita el art¨ªculo 6 de la Constituci¨®n y deja al electorado con un ¨¢ngulo muerto sobre qu¨¦ sucede en los actos p¨²blicos que la ultraderecha espa?ola celebra en sus locales. Abrir la sede de un partido pol¨ªtico dota de derechos al partido pero tambi¨¦n le impone la obligaci¨®n de no discriminar a nadie por raz¨®n de ¡°opini¨®n o cualquier otra circunstancia personal o social¡±, seg¨²n el art¨ªculo 14 de la Constituci¨®n. Es una manera de conducirse que cobra mayor importancia ante la posibilidad de que esta formaci¨®n pueda formar parte del Gobierno de Espa?a.

Pese a que Vox ha alegado en ocasiones la limitaci¨®n de aforo, el propio Santiago Abascal adujo hace dos d¨ªas otras razones para mantener el veto y la desobediencia a la JEC. El l¨ªder ultra puede no contestar a preguntas de un periodista, como explic¨® el pasado martes durante un desayuno informativo organizado por Europa Press, pero no puede impedir el acceso a la sede del partido o a los locales que alquile porque un editorial de este peri¨®dico del 6 de noviembre de 2019 recomendase que ¡°a Vox hay que aplicarle un cord¨®n sanitario¡±, en palabras del propio Abascal. La consecuencia que extrajo el l¨ªder de Vox es que su partido est¨¢ autorizado a reaccionar ¡°de alguna manera¡±, seg¨²n sus palabras, pero esa manera no puede ser vetar la presencia de periodistas del grupo Prisa en sus sedes, seg¨²n la misma JEC y el Tribunal Supremo.

El alegato de Abascal delata un encaje deficiente con las libertades, la pluralidad editorial y las obligaciones de las que se dot¨® la democracia espa?ola desde la aprobaci¨®n en diciembre de 1978 de la Constituci¨®n. Ser¨ªa deseable que la JEC dejase de ¡°instar¡± a una formaci¨®n pol¨ªtica a cumplir la ley para ¡°obligarla¡± a hacerlo. Tampoco es f¨¢cil entender la resistencia de la JEC a arbitrar alg¨²n m¨¦todo para acreditar a los periodistas en los actos de Vox hasta completar efectivamente el aforo. Bastar¨ªa eso para garantizar en sus actos la presencia de cualquier medio independiente, tanto si a Vox le gusta como si no le gusta su l¨ªnea editorial.