El 23-J contiene el ascenso de la extrema derecha en Europa
Vox no ha logrado responder a las expectativas de sus socios internacionales y ha perdido buena parte de los 3,6 millones de votos que logr¨® en 2019
Las primeras elecciones generales en Espa?a con sandalias, abanico, bermudas y pareo han supuesto un inesperado tropiezo para el ascenso de la extrema derecha en Europa. La participaci¨®n, m¨¢s elevada de lo previsto para unos comicios en medio de uno de los veranos m¨¢s t¨®rridos que se recuerdan, y la concentraci¨®n del voto en los dos grandes partidos (PP y PSOE) han demediado a Vox, que ha pasado de 52 esca?os en 2019 a poco m¨¢s de 30. El p¨¦simo resultado de la formaci¨®n liderada por Santiago Abascal aleja la posibilidad de que un Gobierno de coalici¨®n PP-Vox incorpore a Espa?a al creciente grupo de pa¨ªses de la UE con un Gobierno liderado o compuesto por partidos de ultraderecha y euroesc¨¦pticos. El mal trago del PP de Alberto N¨²?ez Feij¨®o tambi¨¦n puede obligar al PP europeo a evaluar el coste electoral de su acercamiento a fuerzas con dudoso pedigr¨ª democr¨¢tico.
Los l¨ªderes de la marea ultra, como la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, o el primer ministro h¨²ngaro, Viktor Orb¨¢n, han apoyado p¨²blicamente la campa?a de Vox para el 23-J, con la esperanza de que el cuarto pa¨ªs m¨¢s poblado de la UE cayese de su lado. El giro hacia la extrema derecha de Espa?a dar¨ªa a ese tipo de formaciones un enorme peso en el Consejo de la UE, con m¨¢s del 35% de los votos, el umbral que permite bloquear cualquier iniciativa de la Comisi¨®n Europea.
Pero Vox no ha logrado responder a las expectativas de sus socios internacionales y ha perdido buena parte de los 3,6 millones de votos que logr¨® en 2019. El batacazo de Abascal deja abierta la posibilidad de un Gobierno sin su colaboraci¨®n o, incluso, la continuidad de un Gobierno progresista con la uni¨®n del PSOE y Sumar y aliados para una investidura. Y tampoco cabe descartar desenlaces m¨¢s tajantes, como una gran coalici¨®n o una vuelta a las urnas como en 2019.
El frenazo espa?ol a Vox rompe una racha de ¨¦xitos de la extrema derecha en Europa, donde los ultraconservadores lideran el Gobierno de Italia, Polonia, Hungr¨ªa o Rep¨²blica Checa y tienen un peso enorme en Finlandia (con carteras del Gobierno muy importantes) y en Suecia (como apoyo parlamentario al actual Gobierno conservador). Esos pa¨ªses no suman fuerzas suficientes en la UE para imponer su criterio o para impedir que los proyectos de Comisi¨®n salgan adelante. Pero la incorporaci¨®n de Espa?a hubiera dado al grupo reacio o contrario a la integraci¨®n europea un impulso muy significativo, hasta el punto de convertirlo en un obst¨¢culo insoslayable si votaran todos unidos.
Esa alianza a la contra hubiera sido devastadora para los avances de la UE y, en particular, para Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisi¨®n Europea. Von der Leyen encara en los pr¨®ximos meses la recta final de su mandato, un campo minado por la complejidad de los asuntos sobre la mesa y por el giro de su propia formaci¨®n, el Partido Popular Europeo, hacia las posiciones de la extrema derecha en materias como migraci¨®n, medio ambiente o energ¨ªa.
La pieza de Espa?a era clave para mantener un equilibrio a favor de las fuerzas m¨¢s europe¨ªstas, encabezadas por la Alemania del canciller socialista, Olaf Scholz, y por la Francia del presidente liberal, Emmanuel Macron. El apoyo de Espa?a puede salvar los proyectos estrella de Von der Leyen, como el pacto verde o el pacto migratorio, cuyo remate corresponde en parte a la presidencia espa?ola de la UE. El peso de Espa?a en Bruselas, sin embargo, puede resentirse, si el 23-J deja paso a un per¨ªodo de incertidumbre en la pol¨ªtica nacional por la dif¨ªcil formaci¨®n de Gobierno y de previsible p¨¦rdida de influencia nivel internacional.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.