Victoria p¨ªrrica del PP y poco ¨²til

En 1996, despu¨¦s de aquellas elecciones a cara de d¨®berman en las que Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar logr¨® ganar al fin a Felipe Gonz¨¢lez y en la madrile?a calle de G¨¦nova se cant¨® lo de ¡°Pujol, enano, habla castellano¡±, EL PA?S titul¨® con ¡°victoria p¨ªrrica¡± para el PP, y el entonces Defensor del Lector, el autor del Libro de Estilo del peri¨®dico, ?lex Grijelmo, o intelectuales como Fernando Savater y Santos Juli¨¢, cuestionaron esa opci¨®n, que escritores como Juan Jos¨¦ Mill¨¢s o pol¨ªticos como Jos¨¦ Mar¨ªa Maravall defendieron como muy oportuna. La RAE tom¨® al poco posici¨®n y complet¨® la definici¨®n cl¨¢sica de p¨ªrrico como ¡°un triunfo o victoria obtenidos con m¨¢s da?o del vencedor que del vencido¡±, y a?adi¨®: ¡°Triunfo conseguido con mucho trabajo o por un margen muy peque?o¡±. En el caso de la conquista p¨ªrrica y corta por parte del PP de Feij¨®o el domingo es adem¨¢s un ¨¦xito aparentemente poco ¨²til, que clarifica muy poco.

El PP esgrimir¨¢ que ha ganado en votos, en esca?os, en porcentaje, en muchas provincias, pero el resultado de estas elecciones no estaba en ninguna previsi¨®n en la c¨²pula de los populares, que anoche empezaban a buscar argumentos para justificar lo que en su fuero interno asum¨ªan como un logro ¡°dram¨¢tico¡±. Algunos componentes de la lista de Feij¨®o hablaban en confianza de ¡°desastre¡±, aunque precisaban: ¡°Para el PP, para Feij¨®o y para Espa?a¡±. Otros te¨®ricos populares rescataban los datos de la participaci¨®n, destacaban la desaparici¨®n ahora de Ciudadanos y de Pablo Iglesias, y conclu¨ªan que el electorado se hab¨ªa desplazado hacia la derecha pero rebotando contra el muro ultra de Vox.

Para el sector cr¨ªtico del PP, en extinci¨®n, el problema es m¨¢s de fondo y tiene que ver con un concepto antiguo, desfasado, de una Espa?a que ya no existe. Y con esa andanada se refieren a la escasa representaci¨®n de ese partido, pese a la pobre subida en estos comicios, en zonas tan relevantes del pa¨ªs como Catalu?a, Navarra o Euskadi.

Feij¨®o y su equipo han filtrado en los ¨²ltimos d¨ªas en varios c¨ªrculos de su confianza que la ola de su verano azul les surfear¨ªa en solitario cerca de los 168 esca?os y so?aban con que algunos barones socialistas presionaran entonces para decapitar de nuevo a Pedro S¨¢nchez y permitir su investidura con una abstenci¨®n de Estado. No tiene ninguna pinta de que vaya a ocurrir. Ese sue?o h¨²medo de aglutinar todo el voto ¨²til de la derecha no ha comparecido, aunque su crecida se haya visto favorecida en la misma proporci¨®n que la ca¨ªda de Vox. Esa mayor¨ªa contundente, s¨®lida, que demandaba para derogar el sanchismo y todas sus leyes est¨¢ por ahora parlamentariamente en posici¨®n de bloqueo. Esa bala de oro que anhelaba para coronar su carrera de mayor¨ªas absolutas en Galicia no ha podido exportarla a toda Espa?a. Est¨¢ por determinar c¨®mo actuar¨¢ a partir de ahora y si su palabra y sus principios son tan maleables como los de Mar¨ªa Guardiola en Extremadura. Anoche, de entrada, le pidi¨® la abstenci¨®n gratis total al PSOE y S¨¢nchez se volvi¨® a acordar del socialista extreme?o Guillermo Fern¨¢ndez Vara.