El aullido
El discurso de Rubiales en la asamblea de la federaci¨®n es un ejemplo transparente de la respuesta mis¨®gina, victimista y organizada al movimiento feminista.
Y cuando parec¨ªa que llegaba la sensatez, apareci¨® el ladrido de la bestia herida. Mientras escribo estas palabras resuena la afirmaci¨®n del a¨²n presidente de la Federaci¨®n Espa?ola de F¨²tbol, Luis Rubiales ¡ªchillada a pleno pulm¨®n cuatro veces, porque la letra con sangre entra¡ª: ¡°No voy a dimitir¡±.
El discurso llega como un ejemplo transparente de la respuesta mis¨®gina, victimista y organizada al movimiento feminista. Rubiales minti¨® hablando de un beso ¡°consensuado¡±, cuando la propia Jenni Hermoso, a trav¨¦s de su sindicato, ha negado que lo fuera. Minti¨® a su vez cuando perge?¨® una nota de prensa com¨²n de la que la futbolista no particip¨® y se erige ahora como principal v¨ªctima del Mundial y convierte la repulsa social un¨¢nime en un ¡°asesinato¡±.
He aqu¨ª el centro del asunto: Rubiales se considera cancelado y nombra a miembros del Gobierno que, seg¨²n ¨¦l, le han puesto en el punto de mira. ¡°Asesinato social¡± o ¡°ejecuci¨®n¡± son un paso m¨¢s all¨¢ del ya conocido ¡°linchamiento digital¡±, pero funciona igual: marca distancia con el hecho ocurrido ¡ªsu posible agresi¨®n sexual a Hermoso¡ª y se erige como v¨ªctima de una violencia mucho m¨¢s extrema, que es la que considera que ha sufrido. Tambi¨¦n se?ala a los supuestos culpables: el ¡°falso feminismo ¡°y algunos representantes pol¨ªticos. Recordemos que hace apenas 48 horas, varios comentaristas deportivos y opinadores ped¨ªan que no se politizaran las acciones de Rubiales y sus posibles consecuencias, obviando lo evidente: ¨¦l es el m¨¢ximo responsable de una instituci¨®n que representa en un mundial de f¨²tbol a un pa¨ªs. ?Hay algo m¨¢s pol¨ªtico que eso? Aun as¨ª, el todav¨ªa presidente de la federaci¨®n se ha lanzado ¨¦l solo en una huida hacia adelante: el ¡°falso feminismo¡± que, una vez m¨¢s, persigue a los hombres inocentes hasta su ¡°ejecuci¨®n¡±. Esta idea de exterminio masculino por parte de un feminismo que ha llegado demasiado lejos es un calco de la ideolog¨ªa incel, que campa a sus anchas en la machoesfera, la misoginia digital en internet y en los discursos de la extrema derecha en todo el mundo.
Nada en las declaraciones de Rubiales es anecd¨®tico, ni siquiera la puesta en escena. En esta asamblea extraordinaria, una gran cantidad de los miembros de la federaci¨®n aplaud¨ªan, mientras otras permanec¨ªan con las manos cruzadas. Las mujeres. Tampoco es casualidad que las redes se llenaran inmediatamente del discurso de la pel¨ªcula El lobo de Wall Street, en el que, en otra huida hacia adelante, el personaje interpretado por Leonardo DiCaprio se niega a dimitir de su puesto como presidente de su empresa tras ser acusado de fraude fiscal. Habr¨¢ quien entienda lo de hoy como el aullido de un lobo solitario, pero recordaremos el aplauso cerrado de los suyos. Su manada.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.