Disculpas

¡°Lo siento mucho. Sin paliativos. Mi comportamiento en Australia es absolutamente injustificable. La emoci¨®n y la euforia por el ¨²nico e hist¨®rico ¨¦xito de la selecci¨®n femenina de f¨²tbol anul¨®, por un momento, toda racionalidad en m¨ª, e hizo que apareciera, como un resorte, sin control, mi peor lado machista. Puede que la educaci¨®n recibida y el ambiente cultural, en general y en el f¨²tbol particularmente, en el que muchos hemos crecido por aqu¨ª, me justifiquen en parte, pero en ning¨²n caso son atenuantes. Como hombre, como padre y como representante institucional de mi pa¨ªs, siento verg¨¹enza cada vez que veo unas im¨¢genes que me acompa?ar¨¢n toda la vida. En consecuencia, pongo mi cargo a disposici¨®n de la federaci¨®n de un deporte, de un pa¨ªs y, sobre todo, de un extraordinario grupo de mujeres, a quienes, en el mejor momento, no he sabido respetar. Lo lamento de veras¡±.

?Tampoco era tan dif¨ªcil! ?O s¨ª?

Fabi¨¢n Garc¨ªa Carrillo. Granada

El Papa y la guerra en Ucrania

Al volver de una expedici¨®n a Sudam¨¦rica y ponerme al d¨ªa de los sucesos de las ¨²ltimas semanas, me he quedado estupefacta ante la posici¨®n del Papa sobre la paz en Ucrania. En ¨¦pocas de m¨¢s fe, la Iglesia no entraba en pol¨ªtica, excepto en el caso de una clara invasi¨®n, sino que ped¨ªa, como es lo suyo, oraciones por la paz. Pero ahora, en Portugal, de rogar al cielo por la paz, poco. Por el contrario, mucho de criticar a Ucrania y pa¨ªses que le ayudaron a defenderse y ni una cr¨ªtica a la Rusia invasora ni a Estados Unidos, que hizo romper a Ucrania las conversaciones de paz prometi¨¦ndole una pronta victoria aplastante. ?Cabe mayor y m¨¢s injusta parcialidad, que tanto facilita la duraci¨®n y agravamiento de esa tragedia ya mundial?

Josefa Ortega Oliar. Madrid

Presidente por un d¨ªa

Alberto N¨²?ez Feij¨®o sabe muy bien que tiene los d¨ªas contados en su partido si no consigue ir de inmediato a La Moncloa. Por eso le ha propuesto a Pedro S¨¢nchez que le permita presidir una minilegislatura de dos a?os. El caso es que haya nuevas elecciones cuanto antes o tras haber ejercido la presidencia del Gobierno, aunque sea por un ratito. Es la ¨²nica manera de que Juan Manuel Moreno Bonilla o Isabel D¨ªaz Ayuso no postulen sus respectivas candidaturas en cuanto Feij¨®o ejerza como l¨ªder de la oposici¨®n. Para disimular, se compromete a consensuar las reformas pendientes, contando con que no las obstruyan como ha hecho ¨¦l. Presentarse a una investidura con ese ¨¢nimo no le presagia nada bueno.

Roberto R. Aramayo. San Sebasti¨¢n

La muerte del verano

Miro por la ventana y amenaza tormenta; el viento sacude los ¨¢rboles y los p¨¢jaros cantan inquietos. Me miro en el reflejo del cristal y veo a mi madre en mis ojos, en mi cara. Estoy sola, pero arropada por una melancol¨ªa y un duelo que nunca me abandonar¨¢n, por un amor infinito e inquebrantable. Lloro mientras mi gata pide que la acaricie. ¡°Ahora solo quedo yo. Yo y la casa, la casa y yo¡±. Aun as¨ª, siguen sonando las campanas de la iglesia a cada hora. Y yo estoy aqu¨ª, haciendo lo mejor que puedo.

Mar¨ªa Carda Romero. Barcelona