Urkullu propone

El lehendakari, I?igo Urkullu, ha lanzado una propuesta para reformar el modelo territorial de Espa?a sin necesidad de tocar la Constituci¨®n. Su plan, que supuestamente se negociar¨ªa de manera bilateral entre los gobiernos central y vasco a trav¨¦s de una llamada ¡°convenci¨®n constitucional¡±, permitir¨ªa ampliar las competencias de las comunidades hist¨®ricas ¡ªcita expresamente a Galicia, Pa¨ªs Vasco, Navarra y Catalu?a¡ª y ...

El lehendakari, I?igo Urkullu, ha lanzado una propuesta para reformar el modelo territorial de Espa?a sin necesidad de tocar la Constituci¨®n. Su plan, que supuestamente se negociar¨ªa de manera bilateral entre los gobiernos central y vasco a trav¨¦s de una llamada ¡°convenci¨®n constitucional¡±, permitir¨ªa ampliar las competencias de las comunidades hist¨®ricas ¡ªcita expresamente a Galicia, Pa¨ªs Vasco, Navarra y Catalu?a¡ª y reconocer en todas ellas la ¡°capacidad de decidir pactada¡±, eufemismo del derecho de autodeterminaci¨®n. Esa condici¨®n es una de las l¨ªneas rojas que los dos partidos que han gobernado Espa?a los ¨²ltimos 41 a?os, PSOE y PP, no est¨¢n dispuestos a cruzar.

La propuesta de Urkullu, expuesta en un art¨ªculo publicado en este diario, no detalla ni las nuevas competencias que asumir¨ªan esas comunidades para ampliar su autogobierno ni aclara si el objetivo final de reconocer ¡°la capacidad de decidir pactada¡± es celebrar una consulta para la independencia. Algunos presidentes auton¨®micos han apoyado la reivindicaci¨®n de mayor autogobierno pero recuerdan que esa mejora deber¨ªa extenderse a todos los territorios, no solo a los citados por Urkullu. A estas alturas del desarrollo auton¨®mico es dif¨ªcil concebir una negociaci¨®n indolora de una reforma territorial que mejorase solo el autogobierno de una parte de las comunidades. El escrito del lehendakari no incluye las palabras ¡°independencia¡± ni ¡°derecho de autodeterminaci¨®n¡±, lo que podr¨ªa evitar de partida el recelo de PP y PSOE a abrir un di¨¢logo sobre este plan. Urkullu habla solo de reinterpretaci¨®n de la Constituci¨®n para alcanzar esos objetivos pol¨ªticos y ahuyenta as¨ª el fantasma de una reforma de la Ley Fundamental a sabiendas de que ser¨ªa inviable porque no existe ahora mayor¨ªa suficiente para culminar con ¨¦xito esa tarea nunca antes emprendida en la etapa democr¨¢tica, salvo para asuntos muy puntuales.

La propuesta est¨¢ formulada como un intento de construir un futuro plurinacional sin la tensi¨®n territorial que sufre Espa?a desde hace a?os; ¡°un planteamiento novedoso y viable desde el punto de vista de su constitucionalidad¡±. Salvando las distancias y reconociendo las diferencias, las ideas del lehendakari para un cambio del modelo territorial que ampl¨ªe el autogobierno de cuatro comunidades tiene un trasfondo parecido a la propuesta de reforma del Estatuto Pol¨ªtico de Euskadi, el llamado plan Ibarretxe, que PSOE y PP tumbaron en el Congreso hace 18 a?os.

Los expresidentes Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero y Mariano Rajoy usaron entonces argumentos para oponerse a esa iniciativa que encajar¨ªan hoy en un manual de oposici¨®n al plan Urkullu: ¡°Creo, con tanto fervor como cualquiera, que la voluntad popular hay que llevarla a cabo con todas sus consecuencias, y afirmo que la relaci¨®n del Pa¨ªs Vasco con el resto de Espa?a la decidir¨¢n todos los vascos, no la mitad, y todos los espa?oles¡±, dijo Zapatero. ¡°Nuestra uni¨®n como pa¨ªs no es un tributo a la historia; nuestra uni¨®n como pa¨ªs no es un apego a una bandera; nuestra uni¨®n se sustenta en la fuerza m¨¢s poderosa que ha conocido nuestro devenir y el de todos los pueblos: los valores de la raz¨®n, la libertad, la ciudadan¨ªa de iguales, el pluralismo, la supremac¨ªa del Derecho, de las garant¨ªas, el pacto colectivo, la limitaci¨®n del poder¡±, a?ad¨ªa. Y defend¨ªa ¡°la integridad territorial de Espa?a¡± como marco en el que disfrutar ¡°de una libertad integral, de un pluralismo real¡±. Es un buen comienzo para iniciar el debate sobre el plan de Urkullu. Ser¨ªa bueno que hubiera en Espa?a un di¨¢logo realista y sincero sobre la realidad territorial 45 a?os despu¨¦s de aprobarse la Constituci¨®n.