Urkullu pide un pacto territorial para reinterpretar la Constituci¨®n

El lehendakari ??igo Urkullu, del PNV, cree que ha llegado el momento de afrontar una ¡°interpretaci¨®n¡± de la Constituci¨®n de 1978, sin necesidad de reformarla, para avanzar hacia una ¡°Espa?a plurinacional¡± que ampl¨ªe el autogobierno del Pa¨ªs Vasco, pero tambi¨¦n el de Galicia y Catalu?a, y que reconozca a estos territorios la ¡°capacidad de decidir¡±, todo ello de forma pactada con el Estado. Para ello, propone convocar en el plazo de un a?o una ¡°convenci¨®n constitucional¡± bilateral cuyo objetivo ser¨ªa explorar una ¡°actualizaci¨®n¡± del modelo territorial, desde la lealtad de las dos partes. El dirigente vasco aboga as¨ª, en un art¨ªculo de opini¨®n que publica hoy EL PA?S, por contribuir de ¡°una forma flexible y creativa¡± a aportar ¡°una salida a la actual encrucijada pol¨ªtica¡±. Lo hace en plena ronda de contactos del l¨ªder de la oposici¨®n, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, con distintos partidos, incluido el PNV, para intentar su investidura los pr¨®ximos 26 y 27 de septiembre. Y cuando el l¨ªder del PSOE, Pedro S¨¢nchez, est¨¢ tambi¨¦n negociando de forma discreta su propia investidura.

El lehendakari lleva destilando sus ideas sobre la necesidad de afrontar una revisi¨®n del alcance de la Constituci¨®n de 1978 desde hace a?os, as¨ª como su inter¨¦s por discutir la posibilidad de que en Espa?a puedan coexistir varias naciones o nacionalidades. Esas tesis las ha defendido desde 2018 en ¨¢mbitos p¨²blicos y m¨¢s privados, como el Foro Puente A¨¦reo, conformado por m¨¢s de una veintena de los grandes empresarios del Ibex 35, o la ha expuesto en alguna conferencia, en la que desgran¨® su proyecto de convivencia y de pactos pero no de ruptura con el Estado. Esa posici¨®n es la que detalla hoy en un art¨ªculo de opini¨®n en EL PA?S titulado: Autogobierno vasco y modelo plurinacional del Estado, si hay voluntad es posible el acuerdo.

Urkullu define su posici¨®n sobre una Espa?a plurinacional como una ¡°naci¨®n foral¡±, una ¡°uni¨®n voluntaria¡±, un modelo de ¡°federalizaci¨®n asim¨¦trica¡± y de ¡°bilateralidad efectiva¡±, con un ¡°horizonte confederal del Estado¡±, pero siempre con garant¨ªas de cumplimiento de lo acordado.

El presidente vasco constata que la Constituci¨®n de 1978 intent¨® abrir un camino m¨¢s participativo para las autonom¨ªas, pero considera que 45 a?os despu¨¦s se han registrado variados intentos de involuci¨®n o de armonizaci¨®n, como la Ley Org¨¢nica de Armonizaci¨®n del Proceso Auton¨®mico (Loapa), ¡°que promovi¨® el caf¨¦ para todos igualando por abajo para recortar por arriba¡±, o las leyes de bases y las cl¨¢usulas horizontales para lo que llama invasi¨®n de competencias de las comunidades aut¨®nomas, con la proliferaci¨®n de las comisiones sectoriales y otros foros auton¨®micos. Urkullu denuncia ah¨ª la ¡°actitud comprensiva¡± del Tribunal Constitucional, y critica que en el mismo no tengan representaci¨®n directa las autonom¨ªas.

En ese contexto, el lehendakari rese?a que los cambios esperados desde 1978 se quedaron en una ¡°descentralizaci¨®n pol¨ªtica y administrativa¡±, pero no fueron m¨¢s all¨¢, porque ¡°no se descentraliz¨® el poder judicial, no se quiso hacer del Senado una aut¨¦ntica C¨¢mara de representaci¨®n territorial y se dise?¨® un Tribunal Constitucional como ¨¢rbitro entre el Estado central y las comunidades¡±.

Urkullu, que reivindica los postulados defendidos desde hace 90 a?os por los promotores de Galeuzka, una instituci¨®n no oficial de hermandad entre algunos representantes de los pueblos gallego, vasco y catal¨¢n, defiende un proyecto ¡°que no se le puede imponer al Estado¡±. Y en esa l¨ªnea posibilista aclara: ¡°En esto consiste la bilateralidad: las dos partes deben estar de acuerdo y han de actuar con un compromiso de lealtad rec¨ªproca. No queremos imponer nada a nadie, tampoco podemos aceptar que se impida al pueblo vasco manifestar su voluntad¡±.

¡°Ahora se abre una nueva oportunidad y puede ser el momento de dar nuevos pasos¡±, dice el lehendakari. Y a?ade: ¡°Debemos ser capaces de encontrar los mimbres constitucionales y legales pertinentes para dar forma jur¨ªdica a un nuevo pacto, utilizando la v¨ªa de la actualizaci¨®n de los derechos hist¨®ricos, tal y como establece la disposici¨®n adicional primera de la Constituci¨®n¡±. As¨ª, propone crear la figura de la ¡°convenci¨®n constitucional¡±, remarcando que ¡°no se tratar¨ªa de una convenci¨®n constitucional general, sino de una convenci¨®n limitada o espec¨ªfica para actualizar la interpretaci¨®n acordada de una parte de su contenido¡±. ¡°Una convenci¨®n constitucional para pactar una interpretaci¨®n sobre aquello que la Constituci¨®n de 1978 no ha resuelto bien en relaci¨®n con la cuesti¨®n territorial. No ser¨ªa una f¨®rmula m¨¢gica ni un camino expedito, pero podr¨ªa abrir nuevas posibilidades de desarrollo futuro¡±, insiste.

Seg¨²n su plan, ambas partes ¡ªse entiende que el Estado y el Gobierno vasco¡ª deber¨ªan firmar primero un acuerdo de bases ¡°incluyendo principios como el cumplimiento ¨ªntegro de los marcos estatutarios, el reconocimiento de la plurinacionalidad del Estado, la bilateralidad, el sistema de garant¨ªas o la capacidad de decidir pactada¡±. Y luego, en un plazo de un a?o, se constituir¨ªa la convenci¨®n constitucional para analizar ¡°el alcance actual y futuro de la disposici¨®n adicional primera de la Constituci¨®n¡±, ¡°el autogobierno de las comunidades de ra¨ªz foral¡± y ¡°el autogobierno de las nacionalidades hist¨®ricas¡±.

Urkullu no precisa en su art¨ªculo para EL PA?S ni d¨®nde se organizar¨ªan esas sesiones de trabajo de la convenci¨®n constitucional ni qui¨¦nes participar¨ªan en las mismas. Esos aspectos quedan abiertos. Tambi¨¦n se muestra dispuesto a ampliar la agenda de cuestiones a tratar si se entiende necesario. Lo que s¨ª indica el lehendakari es que para montar esa convenci¨®n y aprobar las medidas necesarias no ser¨ªa, en su opini¨®n, necesario modificar previamente la Constituci¨®n. Y considera que esta iniciativa podr¨ªa suponer ¡°un avance sustancial en el car¨¢cter plurinacional del Estado y en el desarrollo nacional del autogobierno de Euskadi y, en su caso, tambi¨¦n de Navarra y el resto de comunidades hist¨®ricas, aquellas que contaban con un modelo de autogobierno previo a la Constituci¨®n de 1978¡±.

Otro lehendakari del PNV, Juan Jos¨¦ Ibarretxe, lanz¨® en 2003 su propuesta de Estatuto Pol¨ªtico de la Comunidad de Euskadi, que recog¨ªa el derecho de autodeterminaci¨®n del pueblo vasco y propon¨ªa un estatus de ¡°libre asociaci¨®n con el Estado espa?ol¡±. El Congreso tumb¨® esa iniciativa en 2005, con los votos de PP y PSOE, entre otros.

Los cinco diputados del PNV podr¨ªan resultar b¨¢sicos ahora para una hipot¨¦tica investidura tanto de Feij¨®o como de Pedro S¨¢nchez, pero la ejecutiva de la formaci¨®n vasca ya ha descartado cualquier apoyo al PP si llega de la mano con Vox. El lehendakari mantuvo en la tarde de ayer una charla con el candidato popular a la investidura, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, que lleva semanas presionando sin ¨¦xito para que el PNV le apoye. Urkullu no le coment¨® su plan de reforma territorial y se limit¨® a reafirmarle que no tiene problemas para reunirse con ¨¦l en el futuro, pero siempre despu¨¦s del pleno de investidura y para hablar de otros asuntos, y le deriv¨® para negociar cualquier apoyo al presidente del PNV, Andoni Ortuzar.