Se ve una sonrisa en el Este. Es de Putin
El freno de Polonia a la ayuda militar a Ucrania, el bloqueo de los republicanos ante un nuevo desembolso de Washington a Kiev y otras noticias alegran al Kremlin y muestran la miop¨ªa del ultrapartidismo
Quienes hayan dirigido la mirada hacia el Este de Europa esta semana, habr¨¢n captado una sonrisa, de esas que ense?an los dientes. Eran los de Putin.
Sin mover un dedo, se le han acumulado muchas buenas noticias. Polonia ha anunciado la suspensi¨®n del apoyo militar a Ucrania, a cuenta de una disputa acerca de exportaciones agr¨ªcolas. Pronto habr¨¢ elecciones en Polonia, y el gobernante PiS ha dado sobradas muestras durante tiempo de que antepone sus intereses electorales a casi todo, incluida la calidad democr¨¢tica y, ahora, las necesidades vitales de una lucha contra la agresi¨®n autoritaria. Varsovia ha sido generosa en la acogida de refugiados y en el apoyo militar a Kiev, pero vienen las urnas y todo pasa a segundo plano.
Desde Washington, el cartero tambi¨¦n le ha tra¨ªdo buenas noticias a Putin. Un buen pu?ado de republicanos bloquea el nuevo paquete de ayudas para Ucrania por valor de 24.000 millones de d¨®lares que impulsa la Administraci¨®n de Biden.
Desde Asia llegan otras buenas vibraciones para Mosc¨². El r¨¦gimen chino ha recibido con honores al estrecho aliado putiniano Bachar el Asad, l¨ªder de Siria, poco despu¨¦s de que el propio Putin recibiera la visita de Kim Jong-un, l¨ªder de Corea del Norte. Este ¨²ltimo manifest¨® su disposici¨®n a suministrar armas para el esfuerzo b¨¦lico ruso. Por su parte, este viernes, Ir¨¢n, que tambi¨¦n apoya militarmente a Rusia, ha desvelado en una parada el que define como el dron de mayor alcance del mundo. Sostiene que puede volar 2.000 kil¨®metros durante 24 horas seguidas. Qui¨¦n sabe si pronto tambi¨¦n acabar¨¢ en los arsenales rusos, al igual que otros modelos. La internacional autoritaria parece ir afinando como la Filarm¨®nica de Berl¨ªn.
Por su parte, Recep Tayyip Erdogan, presidente de Turqu¨ªa, aliado de la OTAN, dijo esta semana al margen de la Asamblea General de la ONU que ¨¦l ¡°no comparte¡± las ¡°actitudes negativas¡± hacia Putin que manifiestan otros.
Un estudio del Banco Nacional de Suiza publicado este viernes analiza los efectos de la guerra en las econom¨ªas europeas y concluye que lo peor est¨¢ por llegar: ¡°Las consecuencias negativas de la guerra ser¨¢n probablemente mucho m¨¢s grandes en el medio-largo plazo, especialmente en relaci¨®n con la econom¨ªa real¡±.
Mientras, las tropas rusas resisten la contraofensiva ucrania y la industria de defensa emite se?ales de haber logrado reorganizarse para sostener el esfuerzo.
Naturalmente, esto no significa que todo sean buenas noticias para el Kremlin. Abundan tambi¨¦n las p¨¦simas. Mosc¨² ha tenido que cortar exportaciones de gasolina y di¨¦sel a causa de graves desajustes internos; un misil ucranio golpe¨® el cuartel general naval ruso en Crimea; el Banco Central ruso tuvo que subir tipos el viernes pasado para respaldar un rublo que se desploma y enfriar una inflaci¨®n que galopa; los pa¨ªses occidentales parecen cercanos a un mecanismo para sancionar a los diamantes rusos. Rusia afronta problemas de toda clase.
Pero, por ello mismo, las buenas noticias del extranjero, sobre todo el da?o autoinfligido en el bando contrario por miopes motivos partidistas, habr¨¢n causado una buena sonrisa. La epidemia de nacionalismo, populismo y partidismo hooliganesco que corroe grandes zonas de Occidente es el gran riesgo para las democracias, incluidas las europeas, mucho m¨¢s que la amenaza externa procedentes de reg¨ªmenes autoritarios. As¨ª, mientras afrontamos desaf¨ªos hist¨®ricos se nos va la fuerza en cuestiones de toneladas de cereales y un pu?ado de votos m¨¢s. Al otro lado, toca ver los dientes de Putin. ?Les gustan?
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