Metaf¨ªsica en Oriente Pr¨®ximo
La gran perdedora de las acciones de Ham¨¢s ser¨¢ la causa palestina, sobre todo si quienes creen defenderla mantienen la equidistancia frente a los ataques terroristas o incluso los justifica
Israel es criticable. Y mucho. Pero Ham¨¢s es infame. La diferencia entre los dos entes de este conflicto, el Estado israel¨ª y la organizaci¨®n Ham¨¢s, no es cuantitativa ¡ªno podemos meramente comparar muertos, desplazados u otras v¨ªctimas¡ª sino cualitativa ¡ªel objetivo de Israel es proteger las vidas de sus ciudadanos y el de Ham¨¢s destruirlas¡ª. Y la gran perdedora de las acciones de Ham¨¢s ser¨¢ la causa palestina, sobre todo si quienes creen defenderla, como parte de nuestra izquierda, mantienen la equidistancia frente a los ataques terroristas o incluso los justifican. Palestina solo tiene futuro, como naci¨®n libre, si Ham¨¢s es desmantelada.
No es ¨¦tico poner en el mismo plano a Israel y Ham¨¢s. Bas¨¢ndonos en un razonamiento del fil¨®sofo Sam Harris, hagamos la siguiente suposici¨®n. Imaginemos que una empresa armament¨ªstica da gratis a todo Gobierno o grupo pol¨ªtico dos tipos de misiles. El primero es brutalmente preciso: deja ilesos a los civiles y a las infraestructuras y solo destruye equipamientos militares y criminales con un acreditado historial de asesinatos indiscriminados a sus espaldas. El segundo es brutalmente impreciso: causa el mayor da?o posible al mayor n¨²mero de personas, incluidos ni?os y beb¨¦s.
No hay duda de que Ham¨¢s usar¨ªa el segundo proyectil para, como intenta hacer estos d¨ªas, maximizar el dolor de sus acciones. E Israel, el primero, para, como ha intentado hacer (a veces, mal) durante d¨¦cadas, minimizar el dolor de sus intervenciones. De hecho, Israel tiene varias versiones del segundo misil, armas capaces de aniquilar a toda la poblaci¨®n de Gaza. Pero no lo hace, porque, para empezar, ir¨ªa contra su inter¨¦s. Ni la poblaci¨®n israel¨ª, tremendamente comprometida con las libertades (como hemos visto estos meses protestando contra la reforma judicial de Netanyahu), ni la comunidad democr¨¢tica internacional, un grupo de presi¨®n informal, pero poderoso (como hemos visto con la reacci¨®n solidaria a la invasi¨®n de Ucrania), lo aceptar¨ªan.
M¨¢s importante, Israel no busca matar porque una democracia prioriza los derechos de los individuos (libertad, igualdad y seguridad) por encima de los colectivos. El Estado israel¨ª tiene la raz¨®n, pero quien entiende que la raz¨®n de Estado, o del colectivo, est¨¢ por encima de las personas es Ham¨¢s. No es una diferencia militar, pol¨ªtica ni religiosa. Es metaf¨ªsica. @VictorLapuente
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