Qu¨¦ responder
La sombra que no me pertenec¨ªa se acomod¨® debajo de la cama del dormitorio mientras yo me preparaba para darme una ducha. Luego, mientras me vest¨ªa, sali¨® de su escondite y pareci¨® entablar alg¨²n tipo de negociaci¨®n con la m¨ªa
Caminaba por el parque cuando descubr¨ª sobre el suelo una sombra que se mov¨ªa sola, sin depender de cuerpo alguno. La segu¨ª un rato para cerciorarme de que no la provocaba una nube y al poco conclu¨ª que estaba la pobre m¨¢s sola que la una. Me acord¨¦ de una ocasi¨®n en la que encontr¨¦, justo en el mismo sitio, un perro abandonado que al final tuve que adoptar y que todav¨ªa vive. No estaba dispuesto a llevarme tambi¨¦n la sombra a casa, de modo que le indiqu¨¦, con gestos de la m¨ªa, que me siguiera y recorrimos juntos el parque en busca de su due?o, con el que no logramos dar. Curiosamente, nadie reparaba en el fen¨®meno porque la gente iba como ensimismada. Lo mismo les daba andar sobre la hierba que sobre una cinta mec¨¢nica.
Desalentado, cargu¨¦ con ella hasta mi piso, donde ni mi mujer ni mis hijos, por fortuna, repararon en que volv¨ªa m¨¢s sombr¨ªo de lo que hab¨ªa salido. La sombra que no me pertenec¨ªa se acomod¨® debajo de la cama del dormitorio mientras yo me preparaba para darme una ducha. Luego, mientras me vest¨ªa, sali¨® de su escondite y pareci¨® entablar alg¨²n tipo de negociaci¨®n con la m¨ªa. Se comunicaban a base de gestos semejantes a los de la lengua de signos de los sordos que para m¨ª resultaban un misterio. Lo cierto es que debieron de alcanzar un acuerdo del que yo qued¨¦ excluido y que se tradujo en una especie de fusi¨®n, pues la sombra ajena y la m¨ªa, que ten¨ªan m¨¢s o menos el mismo tama?o, se superpusieron de tal modo que volv¨ª a tener una.
El arreglo, al principio, me gust¨®, pues parec¨ªa una forma de dar carpetazo al asunto. Pero advert¨ª enseguida que la sombra resultante de aquella suma pesaba demasiado. Empec¨¦ a caminar por todas partes arrastrando los pies y me volv¨ª m¨¢s opaco y taciturno de lo que era natural en m¨ª. Los amigos me preguntan qu¨¦ me pasa y yo, la verdad, no s¨¦ qu¨¦ responder.
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