Antes com¨ªamos techo; ahora, ¡®scroll¡¯ inventado
El apocalipsis nos pillar¨¢ refrescando X. Contra la avaricia de Elon Musk, la ¡®higiene de noticias¡¯ no es una responsabilidad individual, es una batalla colectiva por la justicia global
Para quienes a¨²n no lo sepan, el doomscrolling (o doomsurfing) es un neologismo que se populariz¨® en 2020 durante el encierro global provocado por la crisis del coronavirus y que, seg¨²n el diccionario Merriam Webster, se refiere a la tendencia de seguir navegando o desplaz¨¢ndonos por las malas noticias, a pesar de que sean tristes, desalentadoras o deprimentes. Practicarlo implica dejarnos sin la capacidad de detenernos o retroceder, actualizando las redes sin descanso, buscando esa droga aunque sepamos que nos est¨¢ pudriendo el cerebro. Como un atrac¨®n de comida basura, el doomscrolling es un vicio que nos induce a colapsar con alevos¨ªa, a la caza de falso refugio en noticias que ¨²nicamente alimenten la sensaci¨®n de que no hay futuro posible y nos reafirmen en una paranoia de cat¨¢strofe sin soluciones. ?Les suena de algo estos d¨ªas?
hi, are you doomscrolling? I hope you drank a big glass of water today and ate something that made you happy. I encourage you to log off this website, reach out to friends you haven't talked to in a while, and go to bed early as often as you can.
— Karen K. Ho (karenho.bsky.social) (@karenkho) October 14, 2020
¡°Hola, ?est¨¢s haciendo doomscroll? Espero que hayas bebido mucha agua hoy y que hayas comido algo que te haya hecho feliz. Te animo a desconectarte de esta web, que contactes con esos amigos con los que llevas un tiempo sin hablar y que puedas irte a la cama lo m¨¢s pronto que puedas¡±, tuiteaba peri¨®dicamente la periodista Karen K. Ho, la creadora del alias Doomscrolling Reminder Lady y del posterior bot que nos recordaba cada noche que dej¨¢semos de consumirnos frente a las pantallas que sostenemos absortos. Su objetivo era cuidarnos frente al desastre. Estuvo en ello hasta el 6 de abril de este a?o, cuando dej¨® de insistir en que sali¨¦ramos de Twitter (ahora conocido como X) y durmi¨¦ramos algo. Ante la serie de catastr¨®ficas desdichas que nos asolan en este planeta que habitamos, supongo que hasta un robot se cansa de repetirnos que de poco sirve enfangarse en una espiral de angustia por la actualidad.
Esta semana, un amigo que tuvo una pelea dial¨¦ctica en la que no estuve presente por la guerra entre Israel y Ham¨¢s me confes¨® que su remedio frente a esta navegaci¨®n fat¨ªdica y binarista en este conflicto era leer cada ma?ana la cr¨®nica de su diario de referencia y nada m¨¢s. En esta l¨ªnea tambi¨¦n se ha manifestado Delia Rodr¨ªguez, periodista a la que siempre hay que seguir la pista, en Navegar mejor, una columna en La Vanguardia. All¨ª, frente a ¡°una industria tecnol¨®gica que adopt¨® patrones oscuros para engancharnos en una navegaci¨®n inconsciente, adictiva e insatisfactoria¡± como la que ha incentivado Elon Musk en X, Rodr¨ªguez propone ¡°entrenar la navegaci¨®n consciente y deliberada¡±. O lo que es lo mismo, seleccionar qu¨¦ y a qui¨¦n leemos sin caer en el secuestro de atenci¨®n que planean vilmente las plataformas para engrosar sus arcas. Su apuesta pasa por ¡°apuntar los nombres de quienes admiramos por c¨®mo escriben, analizan, fotograf¨ªan, reportean o hacen streaming y seguirlos a lo largo de los a?os all¨¢ donde est¨¦n¡±, adem¨¢s de ¡°cuidar de nuestros marcadores como de un jard¨ªn¡±. Volver, por nuestra cuenta, a todo aquello que hac¨ªa el internet bueno, cuando exist¨ªan las RSS o agregadores de noticias como el a?orado (y llorado) Nuzzel.
Creo sinceramente que deber¨ªamos empezar a navegar de forma consciente y deliberada, tomar la decisi¨®n de estar informados y salir a conseguirlo a pesar de la industria tecnol¨®gica. No solo por salud mental y productividad, sino ¨¦tica ciudadanahttps://t.co/UAFWbmt0X9 pic.twitter.com/Yu6EgPKjM4
— Delia Rodr¨ªguez (@delia2d) October 17, 2023
Cada cierto tiempo se viraliza un tuit que evidencia el reemplazo generacional y sem¨¢ntico cuando nos ataca la ansiedad: ¡°Antes com¨ªamos techo, ahora comemos scroll¡±. Y encima inventado, a?adir¨ªa yo. Con la crisis del coronavirus ya intuimos que el fin del mundo nos pillar¨ªa refrescando compulsivamente nuestras redes. Por eso mismo, la ¡®higiene de noticias¡¯ no deber¨ªa ser un acto de responsabilidad individual o de compromiso personal. La justicia informativa es una batalla ¨¦tica y pol¨ªtica por la que gobiernos y ciudadan¨ªa debemos pelear colectivamente. Si vamos a comer scroll, al menos, que nos diga la verdad.
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