Los arreglos de Giorgia Meloni con la familia tradicional
Con el anuncio en las redes de su ruptura con Andrea Giambruno, algo in¨¦dito desde el punto de vista de la comunicaci¨®n pol¨ªtica, la l¨ªder neofascista ha logrado reforzar su imagen de mujer fuerte que prioriza el bienestar de los suyos
Cuando vi el pasado 19 de octubre que las redes sociales italianas difund¨ªan grabaciones fuera de c¨¢mara del programa Striscia la notizia en las que se ve¨ªa al presentador y pareja de Giorgia Meloni, Andrea Giambruno, retratarse p¨²blicamente desde la vulgaridad m¨¢s absoluta como un machista libidinoso de manual, reconozco que me alegr¨¦. Ya no hab¨ªa duda posible sobre el tipo de hombre que hab¨ªa elegido la primera ministra italiana para compartir su vida y criar a su hija. Esa masculinidad t¨®xica que ella se negaba a combatir le acababa de explotar en plena cara y en Mediaset. Se enter¨® todo el mundo. Esa noche, mientras las redes se llenaban de memes, a cual m¨¢s humillante, y los comentaristas se preguntaban c¨®mo iba a reaccionar la premier a la en¨¦sima metida de pata de Giambruno, creo que nadie se imaginaba que a la ma?ana siguiente la m¨¢xima defensora de la familia tradicional italiana dejar¨ªa a su pareja a trav¨¦s de las redes sociales. Y menos a¨²n que la pol¨ªtica conservadora saldr¨ªa reforzada de este episodio.
Como ha recalcado La Stampa, la operaci¨®n de la l¨ªder de Hermanos de Italia constituye un aut¨¦ntico caso de estudio por su car¨¢cter in¨¦dito desde el punto de vista de la comunicaci¨®n pol¨ªtica. Si bien el pudor en lo que respecta a la vida privada de los pol¨ªticos ya es cosa del pasado, no deja de sorprender que una jefa de Gobierno exponga su vida ¨ªntima, familiar, como si de Shakira se tratara. Y es que las rupturas p¨²blicas movilizan en esos espacios virtuales, invitan a tomar partido, a empatizar con la que se supone que es la v¨ªctima de la relaci¨®n. Tanto es as¨ª que a las pocas horas de publicar el anuncio simult¨¢neamente en Twitter, Facebook e Instagram, Meloni no solo ha conseguido aumentar el n¨²mero de sus seguidores, sino que adem¨¢s ha logrado suscitar un 72% de reacciones positivas y aparecer como ¡°una mujer fuerte (...) que prioriza el bienestar de su familia y de su hija¡±.
Aggiornamento dovuto#Giambruno #Meloni pic.twitter.com/OsWNmuzvVx
— Il Grande Flagello (@grande_flagello) October 20, 2023
El tour de force operado por la l¨ªder neofascista demuestra que la hipocres¨ªa y las contradicciones f¨¢cilmente demostrables que impregnan su discurso ¨Dha tenido a su hija fuera del matrimonio y no viv¨ªa con Giambruno¨D no parecen tener el m¨ªnimo efecto sobre sus votantes. Como si un dirigente ecologista conocido por ir a trabajar en 4x4 y que comiera chulet¨®n cada d¨ªa consiguiera mantener intacta su imagen de defensor del planeta. En el caso de Meloni, la estafa es doble: no s¨®lo no se aplica a s¨ª misma lo que defiende para otros, sino que dice execrar al feminismo y desmarcarse de ¨¦l en su papel de mujer fuerte cuando todo lo que ha conseguido en la vida lo debe justamente a las batallas de esas mujeres que abomina, ya sea para desarrollar una carrera, convertirse en la primera mujer al frente de un Gobierno en Italia o incluso poder separarse del padre de su hija sin ser estigmatizada.
Como bien recordaba el escritor Nicola Lagioia en sus redes, tomando el ejemplo del divorcio de sus padres en un pueblo agr¨ªcola del sur de Italia en los a?os setenta, si la separaci¨®n de Meloni hubiese ocurrido 50 a?os atr¨¢s, ¡°los suyos la habr¨ªan masacrado, habr¨ªan intentado hacerle la vida imposible, humillarla a ella y a su hija¡±. Meloni, sin embargo, es incapaz de percibir la dimensi¨®n simb¨®lica que su gesto puede tener para muchas mujeres que por su situaci¨®n social o econ¨®mica no pueden separarse de sus maridos, incluso en el siglo XXI. No la ve ni la quiere ver. Cuando meses atr¨¢s, Giambruno ofend¨ªa a las mujeres como colectivo al afirmar, en medio de la conmoci¨®n provocada por dos casos de violaciones en grupo, que la mejor manera para una mujer de evitar una violaci¨®n era no emborracharse, Meloni no dijo ni mu, analiza la escritora Rosella Postorino en La Repubblica. La raz¨®n es sencilla y es que la ¨²nica mujer cuyos derechos le interesa defender a Giorgia Meloni es Giorgia Meloni. Mientras, las italianas van perdiendo derechos hist¨®ricos y oportunidades. Algunas incluso apoyando en las urnas un fraude del que son las primeras v¨ªctimas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.