Puigdemont nunca es de fiar
El l¨ªder de Junts siempre ha jugado. Con los suyos. Con todos. Es un gran especialista en hacer cobras
La ecuaci¨®n es complicada: para muchos ciudadanos, oponerse a un gobierno con la ultraderecha no equivale a convertirnos en partidarios de regalar la luna a quienes han violado la ley a sabiendas. Hay l¨ªmites. Contemplar a Puigdemont en el papel de prima donna rodeado de su s¨¦quito, de sus supuestas instituciones paralelas y burlando al Estado con cuyas reglas dice estar dispuesto a jugar no deber¨ªa entrar en la factura.
Puigdemont siempre ha jugado. Con los suyos. Con todos nosotros. Como president no lo fue de todos los catalanes, sino solo de los independentistas. Bajo ...
La ecuaci¨®n es complicada: para muchos ciudadanos, oponerse a un gobierno con la ultraderecha no equivale a convertirnos en partidarios de regalar la luna a quienes han violado la ley a sabiendas. Hay l¨ªmites. Contemplar a Puigdemont en el papel de prima donna rodeado de su s¨¦quito, de sus supuestas instituciones paralelas y burlando al Estado con cuyas reglas dice estar dispuesto a jugar no deber¨ªa entrar en la factura.
Puigdemont siempre ha jugado. Con los suyos. Con todos nosotros. Como president no lo fue de todos los catalanes, sino solo de los independentistas. Bajo su presidencia, el Parlament aprob¨® las leyes ilegales de desconexi¨®n y una declaraci¨®n unilateral de independencia que ¨¦l suspendi¨® segundos despu¨¦s, por la que le iba a caer, mientras preparaba su fuga hasta Bruselas, donde contin¨²a. Puigdemont no es de fiar, ha dado suficientes pruebas de ello. Y negociar con ¨¦l es arriesgarse a perder. Por ello con acuerdo o sin acuerdo, el PSOE se la juega.
Si las condiciones pactadas esta semana por el PSOE y ERC ya desbordan l¨ªmites y son dif¨ªciles de comprender para quienes creemos en el Estado de derecho, la sola idea de que a¨²n son insuficientes para Puigdemont aterra. El PSOE ha aceptado la amnist¨ªa generalizada, incluyendo a miembros de los CDR y Tsunami Democr¨¤tic cuyos delitos han sido calificados como terrorismo. Ayer mismo la Audiencia Nacional abri¨® juicio contra 12 de ellos, de los que ocho est¨¢n acusados de tenencia y fabricaci¨®n de explosivos. Seguimos. El PSOE ha aceptado condonar 15.000 millones de deuda a Catalu?a. Y ha aceptado un ¡°verificador¡± entre ambas partes como si estuvi¨¦ramos hablando de un alto el fuego entre rusos y ucranios. Y lo ha hecho adem¨¢s sin ninguna declaraci¨®n de renuncia a la unilateralidad, sin ning¨²n prop¨®sito de correcci¨®n, sin ning¨²n gesto ni generosidad por parte de los independentistas. Solo a cambio de unos votos. Siete de ERC. Y siete, pendientes a¨²n, de Junts. Esto sale demasiado caro.
Y, sin embargo, para Puigdemont no es suficiente. Como esos caseros que ponen un piso a la venta muy caro porque les da igual venderlo que no, el l¨ªder de Junts le ha hecho una cobra al Gobierno. Y es que es un gran especialista en cobras. Si en 2017 cumpli¨® con sus seguidores un ratito para dar marcha atr¨¢s poco despu¨¦s, ahora torea al Gobierno. Y el PSOE, que ya hab¨ªa dado la se?al del piso en cuesti¨®n, se queda colgado de la brocha. Al menos, por hoy. Siempre se puede ir a peor.