Torquemada en Guatemala
A diferencia del tratamiento de las regresiones democr¨¢ticas de Venezuela, Nicaragua y El Salvador, en Guatemala la comunidad internacional est¨¢ respondiendo casi en tiempo real
Quebrantando el principio de legalidad con irracional tozudez, el mandato central que ahora cumple la fiscal general de Guatemala, Consuelo Porras, es impedir que el presidente electo, Bernardo Ar¨¦valo, y los principales dirigentes de su partido, Movimien...
Quebrantando el principio de legalidad con irracional tozudez, el mandato central que ahora cumple la fiscal general de Guatemala, Consuelo Porras, es impedir que el presidente electo, Bernardo Ar¨¦valo, y los principales dirigentes de su partido, Movimiento Semilla, asuman el pr¨®ximo 14 de enero. La ¨²ltima e inesperada carta que se sac¨® de la manga fue acusarlos de asociaci¨®n il¨ªcita y depredaci¨®n de bienes culturales por haber apoyado en 2022, a trav¨¦s de sus redes sociales, a quienes protestaban contra el fraude que fue avalado por el ¡®Pacto de Corruptos¡¯ en la elecci¨®n de rector de la influyente Universidad de San Carlos (USAC, la ¨²nica estatal).
En la madrugada del pasado jueves 16, la fiscal desat¨® una verdadera cacer¨ªa: 31 allanamientos y 27 ¨®rdenes de captura contra docentes y estudiantes universitarios, periodistas y dirigentes sociales, incluyendo al ex defensor del pueblo, Jord¨¢n Rodas, el m¨¢s fuerte aspirante a la Rector¨ªa de la USAC, en el exilio desde hace m¨¢s de un a?o. Logr¨® capturar a cinco profesores y estudiantes; todos est¨¢n acusados de los mismos delitos, bajo el caso denominado ¡°USAC: bot¨ªn pol¨ªtico¡±, el cual jur¨ªdicamente no alcanza a sostenerse ni siquiera con alfileres. M¨¢s tarde, ese mismo d¨ªa, revel¨® su verdadero prop¨®sito: despojar de inmunidad al binomio presidencial electo y a seis diputados opositores, truncando as¨ª el proceso democr¨¢tico.
Consuelo Porras es una bur¨®crata gris que durante tres d¨¦cadas pas¨® desapercibida en los pasillos de los tribunales. La mejor descripci¨®n de ella que escuch¨¦ de sus colegas hace ya varios a?os fue: ¡°Baila al son que le toquen¡±. Navegando bajo una bandera de inocuidad fue designada fiscal general en 2018, y no tard¨® en mostrar sus verdaderas intenciones: desmantelar el Estado de derecho corrompiendo la justicia hasta la m¨¦dula. Fan¨¢tica religiosa, inmune a las masivas protestas populares y a las sanciones internacionales, al perseguir con crueldad y sa?a continuadas a los operadores de justicia independientes y a los disidentes, ella cree reafirmar su convicci¨®n de que ¡°est¨¢ salvando a Guatemala del comunismo¡±. Tiende al autoencierro. Lo que le filtra su primer c¨ªrculo es ¡°la¡± realidad detr¨¢s de las cuatro paredes de su despacho. Por eso no previ¨® que la poblaci¨®n enardecida llamara a la puerta de su casa durante las protestas en octubre. Desde entonces se esconde y duerme en cuarteles y casas de seguridad del r¨¦gimen.
Porras y sus fiscales no atravesaron solos la l¨ªnea roja que rompe el Estado de derecho. Sus actos son impensables e insostenibles sin la orquestaci¨®n de Miguel Mart¨ªnez -el poder tras el trono del presidente Alejandro Giammattei- y el diputado Manuel Conde, un viejo pol¨ªtico que aspira a desbancar a Bernardo Ar¨¦valo. Ellos disponen de innumerables caletas, producto de la corrupci¨®n de cuatro a?os, para comprar de manera continua la voluntad de diputados, fiscales, jueces y magistrados. El otro factor de apoyo tras bambalinas con que cuenta la se?ora Torquemada en Guatemala es la facci¨®n troglodita de la oligarqu¨ªa rapaz, que ha cultivado en esta crisis una relaci¨®n simbi¨®tica con grupos neofascistas, en cuyas filas militan antiguos oficiales de inteligencia que sembraron el terror durante el conflicto armado (1960-1996), conocidos como los ¡°mata-amarrados¡±. Cada semana todos ellos elaboran planes fantasiosos que solo alcanzan a ejecutar en m¨ªnima medida, suficiente para mantener en vilo la democracia en este pa¨ªs.
A diferencia del tratamiento de las regresiones democr¨¢ticas ocurridas en Venezuela, Nicaragua y El Salvador, en Guatemala la comunidad internacional est¨¢ respondiendo casi en tiempo real. Hay dos razones que lo explican: la ilegitimidad del r¨¦gimen y una oposici¨®n leg¨ªtima con opci¨®n de poder y capacidad de movilizaci¨®n.
Por eso, Estados Unidos y la Uni¨®n Europea est¨¢n elevando su capacidad de coordinaci¨®n; adem¨¢s, el Consejo Permanente de la OEA se ha reunido extraordinariamente cinco veces desde que estall¨® la crisis postelectoral -la ¨²ltima vez, el 15 de noviembre con una resoluci¨®n abrumadoramente adversa al r¨¦gimen guatemalteco- y se elevan las voces exhortando a aplicar la Carta Democr¨¢tica Interamericana, que har¨ªa de Guatemala literalmente un Estado paria. Patrick Ventrell, el m¨¢s alto representante del presidente Joe Biden en el pa¨ªs ya habl¨® p¨²blicamente que de las sanciones individuales a pol¨ªticos, funcionarios y empresarios que han ido en aumento en estos d¨ªas, y sin dificultad pueden pasar a trastocar las relaciones comerciales, s¨ª y solo s¨ª la fiscal general contin¨²a con licencia para matar la democracia, la cual le ha sido extendida por los factores retr¨®grados del poder interno.