Un Gobierno para el vendaval

Pedro S¨¢nchez no ha podido mostrarse m¨¢s transparente al explicar ¡ªde nuevo en una comparecencia sin preguntas¡ª su nuevo Gobierno: ¡°Un alto perfil pol¨ªtico para una legislatura de marcado perfil pol¨ªtico¡±. Por ¡°perfil pol¨ªtico¡± de la legislatura hay que entender las filigranas a las que est¨¢ abocado el Ejecutivo para sobrevivir con una mayor¨ªa muy heterog¨¦nea y en medio del vendaval sobre la ley de amnist¨ªa que alientan, en el Parlamento y en la calle, no solo la oposici¨®n, sino sectores del propio Estado como la judicatura. Lo de ¡°perfil pol¨ªtico¡± del Gobierno se debe traducir como un equipo que a¨²ne capacidad de di¨¢logo y solidez parlamentaria con nervio para el choque dial¨¦ctico que propondr¨¢ la oposici¨®n.

Varios nombres condensan este objetivo m¨²ltiple en un Gabinete en el que se mantienen con los mismos titulares las carteras de Estado: Exteriores, Interior y Defensa. Para la faceta negociadora, F¨¦lix Bola?os, el gran tejedor de pactos de la ¨²ltima legislatura, que a su anterior responsabilidad sobre Presidencia y Relaciones con las Cortes une las de una cartera que se presume tan turbulenta como Justicia. Para contrarrestar la ofensiva opositora, ?scar Puente, que asume el Ministerio de Transportes, aunque a buen seguro volveremos a verlo en el papel de fustigador de la derecha que tanto dio que hablar en la investidura fallida de Feij¨®o.

Uno de los movimientos m¨¢s desconcertantes de S¨¢nchez se produce en el ¨¢rea econ¨®mica. Viene una desaceleraci¨®n que encuentra a Espa?a mejor que a sus socios en t¨¦rminos de inflaci¨®n y crecimiento, pero peor por el lado fiscal, con un d¨¦ficit estructural elevado y una abultada deuda p¨²blica. En ese escenario en el que las noticias tender¨¢n a empeorar, el ¨¢rea econ¨®mica queda difuminada. Nadia Calvi?o, vicepresidenta primera, est¨¢ de salida en su carrera para presidir el Banco Europeo de Inversiones. Mar¨ªa Jes¨²s Montero, nueva vicepresidenta cuarta, podr¨ªa asumir la portavoc¨ªa econ¨®mica, pero tendr¨¢ que labrarse a toda velocidad la interlocuci¨®n que Calvi?o tiene en Bruselas. Adem¨¢s, el ¨¢rea de Seguridad Social ¡ªotro de los flancos potencialmente problem¨¢ticos de la econom¨ªa espa?ola¡ª pierde a uno de los puntales del equipo econ¨®mico de la pasada legislatura, Jos¨¦ Luis Escriv¨¢, que pasa a ocupar un ministerio de un rango menor, aunque podr¨ªa ampliar sus competencias posteriormente.

Sumar, el socio minoritario, ocupar¨¢ cinco carteras, las mismas que Unidas Podemos, pero ninguna de ellas ir¨¢ a este partido. Se entiende que este reclamase su cuota en el Gobierno. Lo que se entiende menos es que ¡ªignorando el tropiezo en la gesti¨®n de la ley del solo s¨ª es s¨ª¡ª esa representaci¨®n tuviese que pasar inexcusablemente por el Ministerio de Igualdad y por Irene Montero. Ese departamento vuelve a manos socialistas y en ¨¦l S¨¢nchez ha colocado a una de sus principales sorpresas, la profesora de Derecho Constitucional Ana Redondo, cuya falta de conexi¨®n con el movimiento feminista puede entenderse como la b¨²squeda de apaciguamiento desde el Ejecutivo, tras la divisi¨®n de los ¨²ltimos a?os.

Tambi¨¦n los perfiles de los ministros de Sumar ¡ªtodos nuevos menos su l¨ªder, Yolanda D¨ªaz¡ª permiten vaticinar una atm¨®sfera menos tormentosa que la que creaban a menudo los miembros de Podemos. Todos apuntan a personas m¨¢s volcadas en la gesti¨®n que en el combate ideol¨®gico con sus propios socios. El riesgo es que, fuera del Gobierno, los cinco diputados de Podemos se conviertan en un factor de inestabilidad m¨¢s en una legislatura que ya arranca sobrada de ellos.