La libertad de censurar libros
Desde 2021, m¨¢s de 5.800 obras han quedado prohibidas en escuelas y bibliotecas de Estados Unidos
Isaiah Berlin escrib¨ªa en Dos conceptos de la libertad que los historiadores han documentado ¡°al menos doscientos sentidos de esta palabra sumamente poderosa y proteica¡±. Hay pol¨ªticos que se esfuerzan por crear dos o tres significados m¨¢s cada vez que abren la boca, pero me cuesta creer que alguno de ellos incluya la posibilidad de ponerse a prohibir libros.
No es un ejemplo hipot¨¦tico: el diario de Florida Orlando Sentinel publicaba la lista de los 673 libros prohibidos en las escuelas e institutos del condado de Orange. La foto con la lista completa a dos p¨¢ginas se ha compartido miles de veces en X (que es como se empe?a Elon Musk en llamar a Twitter).
Today's newspaper captures the breadth of this madness.https://t.co/0WfZclvVnk https://t.co/JcDxcpPFIC pic.twitter.com/APvzNeA4wN
— Scott Maxwell (@Scott_Maxwell) December 21, 2023
El gobernador Ron DeSantis, trumpista que va camino de perder las primarias republicanas frente a su ¨ªdolo, aprob¨® unas leyes para excluir de las escuelas libros que incluyan material lascivo o pornogr¨¢fico. En teor¨ªa, el objetivo era que los padres pudieran controlar la educaci¨®n de sus hijos (¡°?mi ni?o no aprender¨¢ matem¨¢ticas!¡±), pero en la pr¨¢ctica vemos que sirve para excluir t¨ªtulos como El para¨ªso perdido, de John Milton, y Las metamorfosis, de Ovidio, adem¨¢s de obras que cualquier adolescente interesado en la libertad puede leer y disfrutar, como Un mundo feliz, de Aldous Huxley, o el teatro de Arist¨®fanes.
Por supuesto, ese adolescente puede leer esos libros en su casa y, adem¨¢s, el personal del condado revisar¨¢ la lista y quiz¨¢s salve alguno, en un proceso que puede tardar a?os. Pero, de momento, los lectores tienen menos posibilidades de tropezar con ellos. Y todo por el temor a que un alumno pueda leer un libro que quiz¨¢s moleste a sus padres, algo que cualquier adolescente de bien tiene la obligaci¨®n de hacer vez en cuando. O, al menos, intentarlo, porque alguno se llevar¨¢ una decepci¨®n si se pone a leer a Milton en busca de material er¨®tico.
Este ejercicio de censura en Florida no es un episodio aislado: PEN America, asociaci¨®n a favor de la libertad de expresi¨®n, apunta en su web que se han prohibido 5.800 libros en las escuelas y bibliotecas estadounidenses desde 2021, en su mayor parte escritos por mujeres, personas racializadas y autores LGBT+. Hay medidas similares en Texas, Florida, Misuri, Carolina del Sur¡ Y en Utah, donde hace unos meses un vecino pidi¨® la exclusi¨®n de la Biblia de las escuelas de su distrito, en lo que era una protesta hacia estas medidas arbitrarias y pacatas.
Esta petici¨®n calificaba la Biblia de ¡°pornogr¨¢fica¡±, de acuerdo con las leyes del Estado. Y no le faltaba raz¨®n: el Antiguo Testamento est¨¢ lleno de sexo, adem¨¢s de matanzas y asesinatos. Pero no hablamos solo de sexo entre dos adultos que se quieren: las hijas de Lot emborracharon a su padre para, en fin, yacer con ¨¦l y ¡ªlo pone aqu¨ª, no me lo estoy inventando¡ª tener hijos suyos. La Biblia qued¨® excluida de unas cuantas escuelas, pero esta prohibici¨®n se ech¨® atr¨¢s poco despu¨¦s.
End your year by joining PEN America and best-selling authors in fighting against book bans and educational censorship. Donate here: https://t.co/dxtqo9wfKd pic.twitter.com/Q7QuV9BcAU
— PEN America (@PENamerica) December 23, 2023
Al final es lo de siempre: los supuestos adalides de la libertad solo defienden su libertad y no la ajena. Les preocupa mucho una supuesta dictadura woke que al final son cuatro tipos que tuitean mucho, pero les parece normal que acabemos con listas de libros prohibidos, todo con la excusa de ¡°?pero es que nadie va a pensar en los ni?os?¡±, la frasecita que ya parodiaron Los Simpson en un episodio de 1996.
Lo malo es que las modas comienzan en Estados Unidos, pero enseguida se contagian. Podemos recordar a los Abogados Cristianos, que en Twitter publican mensajes en contra del adoctrinamiento en las escuelas, pero en los juzgados se dedican a amedrentar a c¨®micos y a intentar coartar la libertad de expresi¨®n. O a Javier Milei, presidente argentino que gan¨® las elecciones gritando ¡°libertad¡± todo el rato, pero que ha incluido entre sus primeras medidas la prohibici¨®n de las protestas contra el resto de sus medidas. Supongo que es el sentido 201 de la palabra ¡°libertad¡±: poca y solo la m¨ªa.
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