Netanyahu: peligroso extremista
El derrumbe del primer ministro israel¨ª en las encuestas tiene que ver con dos factores cruciales: la reforma judicial y la incapacidad de prevenir o evitar los ataques de Ham¨¢s del 7 de octubre
Benjam¨ªn Netanyahu siempre ha encarnado una posici¨®n extremista en los principales asuntos israel¨ªes, no solo en temas de pol¨ªtica externa sino tambi¨¦n interna. El mundo y la sociedad israel¨ª le deben varios momentos y etapas de tensi¨®n, conflicto y muerte. Antes y ahora.
Pienso no solo en los 20.000 muertos en Gaza en poco m¨¢s de dos meses (la mayor¨ªa ni?os y mujeres). Est¨¢n en la siniestra cuenta del primer ministro Netanyahu tambi¨¦n la pretensi¨®n de acabar con la independencia de la justicia en Israel, y la sospecha de que tras la total inacci¨®n de la seguridad israel¨ª el 7 de octubre, podr¨ªa haber algo muy distinto a la simple ineficiencia del mejor sistema de defensa y seguridad del mundo.
Siempre confrontacional, adverso al di¨¢logo sobre asuntos de fondo y esencialmente autoritario, la l¨®gica intolerante de Netanyahu explica en parte la pol¨ªtica israel¨ª. Podr¨ªa recordarse muchos hechos, pero tres perlas resultan claramente ilustrativas de la amenaza que significa Netanyahu para el mundo, el medio oriente y la democracia israel¨ª, empezando por la oposici¨®n frontal a una salida negociada, ¨²nica v¨ªa para hacer realidad los dos Estados en Palestina.
1) Persistente y sistem¨¢tica oposici¨®n de Netanyahu a cualquier salida pac¨ªfica o negociada de la tensi¨®n palestino-israel¨ª.
Desde la creaci¨®n de Israel por las Naciones Unidas en mayo de 1948 y la tensi¨®n que ello gener¨® entre el pueblo palestino, no solo ha habido confrontaci¨®n y tensi¨®n. Se han producido, tambi¨¦n, acercamientos, negociaciones y acuerdos importantes entre Israel y la representaci¨®n del pueblo palestino. El paso medular fundamental fueron los Acuerdos de Oslo, negociados durante la d¨¦cada de 1990 con la mediaci¨®n Noruega y del presidente estadounidense Bill Clinton.
Los llamados Acuerdos de Oslo fueron cruciales. Firmados en setiembre de 1993, en la Casa Blanca por el entonces primer ministro israel¨ª Yitzhak Rabin, el presidente de la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP), Yasser Arafat, y ante el presidente Bill Clinton. Los acuerdos fueron medulares en al menos cuatro aspectos fundamentales:
a) Reconocimiento mutuo entre Palestina e Israel como negociadores v¨¢lidos; Arafat ratific¨® all¨ª el derecho de existir de Israel
b) Compromiso del primer ministro israel¨ª de devolver los territorios ocupados de Gaza y Cisjordania
c) Se estableci¨® un autogobierno llamado Autoridad Palestina en la Ribera Occidental y la Franja de Gaza, y el compromiso de la retirada progresiva de las fuerzas armadas israel¨ªes
d) Medidas de prevenci¨®n contra actos de terrorismo y hostilidades entre ambos estados, as¨ª como la garant¨ªa de resolver, antes de mayo de 1999, otros temas controvertidos: Jerusal¨¦n, las fronteras, los refugiados y los asentamientos.
Estaba fresca la tinta de los acuerdos firmados en la Casa Blanca y la voz confrontacional, agitada y extremista de Netanyahu, levant¨® agresivamente a sectores extremistas y violentistas de la sociedad israel¨ª contra los acuerdos de Oslo y contra el primer ministro Rabin, a quien lleg¨® a acusar p¨²blicamente de estar ¡°alejado de la tradici¨®n jud¨ªa y de los valores jud¨ªos¡±. A los pocos d¨ªas Rabin fue asesinado en Tel Aviv por un extremista, Yigal Amir, en medio de ese ambiente confrontacional promovido por Netanyahu. Con ello, se paraliz¨® el proceso de paz en el que hab¨ªa participado activamente Rabin. En el sepelio de Rabin, su hijo Yuval Rabin, delante de Netanyahu y mir¨¢ndolo, denunci¨® la existencia de ¡°un mecanismo que actu¨® contra Yitzhak Rabin, un mecanismo de incitaci¨®n y divisi¨®n que contin¨²a golpe¨¢ndonos¡±.
Siendo ese el contexto, resulta evidente que s¨®lo el camino de una salida que apunte a la existencia de los dos Estados en la zona, Israel y Palestina, podr¨¢ generar estabilidad y paz duradera. Y para que sea ese el resultado, s¨®lo el camino de una negociaci¨®n exitosa ofrecer¨ªa consistencia y solidez.
2) Otro objetivo de Netanyahu: acabar con la independencia de la justicia.
Hace un a?o el Gobierno de Netanyahu anunci¨® el objetivo de ¡°reformar¡± el sistema de justicia en Israel. Es decir, un gobierno nombrando ¡°sus¡± jueces en base a la afinidad pol¨ªtica y apuntando a un gobierno que no rinda cuentas.
Buscaba cambiar las normas fundamentales sobre asuntos y facultades judiciales sustanciales con lo que se terminaba la independencia de la justicia en Israel someti¨¦ndola al control pol¨ªtico del Gobierno. Tal como lo han venido intentando en estos tiempos en Am¨¦rica Latina, a su manera, sectores antidemocr¨¢ticos y de extrema derecha en Pactos de Corruptos en Guatemala o el Per¨².
La ¡°reforma¡± de Netanyahu buscaba concentrar el poder en sus manos. Ten¨ªa como objetivos, entre otros, darle al Gobierno el poder absoluto en el nombramiento de jueces y fiscales; impedir que la Corte Suprema pueda revisar las Leyes Fundamentales y limitar la capacidad del sistema judicial de revisar otras leyes y decisiones gubernamentales, por medios como permitir que la Knesset (Parlamento) anule sentencias de la Corte Suprema con una votaci¨®n por mayor¨ªa simple.
Pese a la complejidad de la situaci¨®n interna en Israel, la verdad de los hechos es que la Corte Suprema ha generado, ocasionalmente, un m¨ªnimo de protecci¨®n a la poblaci¨®n palestina y a otras minor¨ªas de Israel. Por ejemplo, anulando intentos del gobierno de prohibir que se presenten partidos pol¨ªticos palestinos a las elecciones parlamentarias de Israel. La justicia tambi¨¦n ha permitido a palestinos que se enfrentaban a desalojo forzoso o traslado forzoso obtener ¨®rdenes judiciales temporales.
La medida autoritaria de Netanyahu tuvo inmediata reacci¨®n en la comunidad democr¨¢tica israel¨ª y, por cierto, entre jueces y juristas y en espacios internacionales como Naciones Unidas. Como relator especial de la ONU sobre independencia de jueces, funci¨®n que desempe?¨¦ hasta noviembre de 2022, expres¨¦ oficialmente, en su momento, que la reforma judicial propuesta ¡°minar¨ªa seriamente la independencia de los tribunales de Israel, incluida la Corte Suprema¡±. Uno de los m¨¢s destacados desde Israel, ha sido Shimon Sheetret, profesor de la Universidad Hebrea de Jerusal¨¦n, y profesor visitante en las m¨¢s relevantes universidades de EE UU y Gran Breta?a.
Las protestas masivas y sostenidas por meses contra la ¡°reforma Netanyahu¡± paralizaron al pa¨ªs en varios momentos en una de las convulsiones pol¨ªticas m¨¢s profundas a las que se ha enfrentado Israel en su historia. Por ello, es trascendente la decisi¨®n adoptada este lunes 1 de enero por la Corte Suprema de Israel que anul¨® la ley promovida por Netanyahu que limitaba los poderes de la justicia y los concentraba en el Gobierno.
Dado el empuje que Netanyahu le dio a su proyecto cancelatorio de la independencia judicial, es obvio que la tensi¨®n continuar¨¢ con el impulso autoritario y confrontacional del primer ministro. En oposici¨®n dos fuerzas: una m¨¢s religiosa y autoritaria contra una m¨¢s laica y pluralista que es la que en este caso ha acabado ganando. Tanto est¨¢ tensi¨®n como la guerra contra Gaza reflejan algunas de las crecientes y agudas contradicciones tensiones que hoy atraviesan Israel.
3) La inacci¨®n del sistema de inteligencia y defensa israel¨ª ante el ataque de Ham¨¢s el 7 de octubre.
Como es sabido, el derrumbe de Netanyahu en las encuestas en Israel tiene que ver con dos factores cruciales. De un lado, la llamada ¡°reforma judicial¡± que gener¨® abrumador rechazo popular. Por otro, la incapacidad de prevenir o evitar los ataques de Ham¨¢s del 7 de octubre en los que murieron 1.200 personas. Esto ¨²ltimo pese a tener uno de los mejores y m¨¢s fuertes sistemas de inteligencia y de seguridad en el mundo.
Por su dimensi¨®n y complejidad log¨ªstica hay razones para suponer que el ataque pudo -o debi¨®- ser detectada ante hechos que se organizaban a pocos metros de la frontera israel¨ª y en zonas plagadas de efectivos de seguridad israel¨ªes.
Ehud Olmert, ex primer ministro de Israel (2006-2009), en entrevista publicada en este peri¨®dico, atribuye el resultado a la arrogancia: ¡°Israel ten¨ªa toda la inteligencia necesaria para saber lo que estaba pasando. Incluso hubo advertencias concretas de servicios amigos de la posibilidad de un ataque militar muy serio por parte de Ham¨¢s¡±, pero que ¡°la mentalidad israel¨ª estaba a otra cosa y eso es lo que permiti¨® la matanza. La arrogancia. Ese fue el problema¡±.
El hecho es que hasta el momento no se conoce si investigaciones en profundidad est¨¢n realmente en curso y cu¨¢l podr¨ªa ser la explicaci¨®n que despu¨¦s de tres meses del ataque no haya un asomo de los resultados.
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