Estrategia arriesgada
El primer superpleno de la legislatura evidencia la precariedad parlamentaria del Gobierno, en manos de Junts y Podemos
La primera gran apuesta del Ejecutivo de coalici¨®n de esta legislatura, con una amplia bater¨ªa de medidas sociales y de modernizaci¨®n de la justicia, evidencia las enormes dificultades de gobernar con los votos imprescindibles pero vol¨¢tiles de Junts y tambi¨¦n de Podemos. Pese a que finalmente los soberanistas catalanes facilitaron con su ausencia en la votaci¨®n la luz verde a las propuestas, nada permit¨ªa este mi¨¦rcoles vislumbrar la estabilidad ni el pacto de legislatura que anunciaban los socialistas cuando se cerr¨® el acuerdo pol¨ªtico de la ley de amnist¨ªa. Despu¨¦s de tan largas y complejas negociaciones para amarrar la sesi¨®n de investidura de Pedro S¨¢nchez, resulta incomprensible que decretos sociales de tanto calado se hayan llevado al pleno del Congreso sin garantizarse previamente todos los apoyos y con transparencia.
A derecha e izquierda, porque la primera derrota del Ejecutivo la provoc¨® Podemos, que, junto a PP, Vox y UPN, vot¨® en contra de la reforma del subsidio de desempleo liderada por Yolanda D¨ªaz. La fractura de ese espacio pol¨ªtico se cobra la primera pieza en la cabeza de los desempleados y augura otro factor de inestabilidad. Esperemos que un nuevo decreto llegue pronto para remediarlo.
Este mi¨¦rcoles se hizo evidente que se inicia una de las legislaturas m¨¢s inciertas de la democracia espa?ola. Junts ha demostrado una vez m¨¢s que, ahora mismo, no es un socio de fiar y que su l¨®gica pol¨ªtica es totalmente ajena a los intereses generales. Para empezar, se limit¨® a fijar posici¨®n en la tribuna en una sola, breve y desafiante intervenci¨®n de su portavoz, Miriam Nogueras. Tras mantener la incertidumbre durante toda la jornada, finalmente no vot¨®, y esa particular forma de abstenci¨®n salv¨® el primer gran examen de Pedro S¨¢nchez a cambio de una bater¨ªa de concesiones, algunas de nuevo cu?o, como la transferencia de las competencias de inmigraci¨®n a la Generalitat de Catalu?a, instituci¨®n que Junts no gobierna. Tambi¨¦n los datos para la elaboraci¨®n de las balanzas fiscales o la supresi¨®n del art¨ªculo 43 bis de la Ley de Enjuiciamiento Civil que figuraba en uno de los decretos y que seg¨²n Junts pon¨ªa en riesgo la ley de amnist¨ªa. Una eliminaci¨®n sin efectos reales porque el contenido del art¨ªculo suprimido est¨¢ en la jurisprudencia europea. La petici¨®n iliberal de multar a las empresas que se fueron y no regresan a Catalu?a tras el proc¨¦s se qued¨® en el compromiso de trabajar para facilitar ese regreso.
La normalizaci¨®n pol¨ªtica tras el oto?o de 2017 incluye entre sus tareas pendientes que Junts no solo aterrice en la vida institucional espa?ola, sino que su desempe?o recupere la previsibilidad pol¨ªtica que caracteriz¨® un d¨ªa a los convergentes. S¨¢nchez no puede permitirse convertir cada votaci¨®n en una negociaci¨®n ag¨®nica con nuevas listas de exigencias ajenas al objeto del debate. Debilita al Ejecutivo y deteriora la actividad parlamentaria.
La desabrida sesi¨®n de este mi¨¦rcoles deber¨ªa haberse evitado. Es obvio que para este Gobierno y una gran parte de sus aliados, las pol¨ªticas sociales constituyen una se?a de identidad, y este mi¨¦rcoles se aprobaba un paquete importante de medidas que cuentan adem¨¢s con un amplio respaldo. Sin embargo, aunque la legislatura haya arrancado con retraso, nada obligaba a llevar a un solo pleno tantas y tan diversas propuestas mezcladas. Y a la vista de los resultados, con tan insuficiente negociaci¨®n. Una estrategia que se ha revelado arriesgada. El PSOE y Sumar, euf¨®ricos tras un resultado inesperado el 23-J, tienen que asumir la precariedad de su situaci¨®n.
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