Robar peri¨®dicos
La red social X debate sobre el papel de los alumnos, los profesores y la educaci¨®n entre pol¨¦micas por el muro de pago de la prensa
X es una caja de reverberaci¨®n, donde se corre el riesgo de atascarse para siempre en las pol¨¦micas que el algoritmo te encasqueta. Como cuando se colgaba a alguien un sambenito en la escuela ¡ªla empollona¡ª y de ah¨ª no hab¨ªa manera de escapar. Estos d¨ªas, el bucle gira alrededor de los intentos de ¡°espa?olizar¡± del malvado Jordi ?vole, que impide debatir realmente sobre el delicado estado de salud del catal¨¢n. O pivota en las declaraciones del actor Jos¨¦ Coronado ¨D...
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X es una caja de reverberaci¨®n, donde se corre el riesgo de atascarse para siempre en las pol¨¦micas que el algoritmo te encasqueta. Como cuando se colgaba a alguien un sambenito en la escuela ¡ªla empollona¡ª y de ah¨ª no hab¨ªa manera de escapar. Estos d¨ªas, el bucle gira alrededor de los intentos de ¡°espa?olizar¡± del malvado Jordi ?vole, que impide debatir realmente sobre el delicado estado de salud del catal¨¢n. O pivota en las declaraciones del actor Jos¨¦ Coronado ¨D¡°Las caras, Juan, las caras¡±¨D cuando le preguntan en los premios Feroz por las denuncias de agresi¨®n sexual contra el director Carlos Vermut.
Hace tiempo que es complicado seguir en la red social sin sentir que se pierde el tiempo y que se empercude el pensamiento. Como si la plataforma que en su d¨ªa impuls¨® el #Metoo ya solo sea, en esencia, el lugar en el que insultar y escupir bajo la capa de invisibilidad que da el anonimato o la fuerza deshumanizadora de la que nace cualquier linchamiento. Y a pesar de todo, se sigue tuiteando y refrescando a la caza del est¨ªmulo, perdidos en la hedon¨ªa depresiva de Mark Fisher. Como si se parase por la calle al primero que pasa y se le vomitasen en la cara las penas y frustraciones (raramente alegr¨ªas) para lograr su abrazo.
Y cuando ya se est¨¢ a punto de borrar para siempre esa cuenta, sin despedirse (despedirse es solo una manera de no marcharse), una peque?a chispa aviva de nuevo la llama del amor. En este caso es un fragmento que cuelga @Ememonogatari de una entrevista en la que Juan Antonio Bayona se queja de lo poco que saben los estudiantes. ¡°Llegas a una escuela y dices, David Fincher, y no saben qui¨¦n es. ?Pero entonces por qu¨¦ haces cine si no has visto cine?¡±, se pregunta el director de La sociedad de la nieve.
¡°Si un chaval llega a clase y no sabe qui¨¦n es Fincher: mu¨¦straselo, haz que descubra su cine, que lo entienda, que se interese por ¨¦l. Es tu deber¡±, reprocha @ememonogatari, sobre las obligaciones de los docentes. Y apunta a todos los condicionantes sociales, la nula formaci¨®n cinematogr¨¢fica en la educaci¨®n obligatoria y el papel iluminador del profesor. En las m¨¢s de 700 citas y el mill¨®n de reproducciones del clip se abre una discusi¨®n interesante sobre el arte, el acceso a ¨¦l y el lugar que ocupan las universidades y escuelas en el desarrollo del conocimiento y el talento.
El mismo debate se repite en cualquier disciplina: ?son peores los alumnos de hoy? En las universidades de Periodismo la letan¨ªa de que no se leen diarios es constante. El quiosco de la facultad de Periodismo de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona (UAB) cerr¨® en diciembre de 2017, despu¨¦s de 30 a?os, porque era insostenible. ?Pero alguna vez las facultades han estado repletas de ¨¢vidos lectores de peri¨®dicos? ?Los alumnos le¨ªan y segu¨ªan a los Finchers del sector? Citando a Mart¨ªn Caparr¨®s en El viejo periodismo (Revista 5W), en la ¨¦poca dorada del periodismo, EL PA?S vend¨ªa 400.000 ejemplares diarios en papel, lo que no llegaba un 1% de la poblaci¨®n espa?ola.
Lo que seguro que nadie cuestionaba entonces es que llevarse un ejemplar del estante de un quiosco sin pagarlo es robar. Mientras que ahora se tacha de sensacionalista y malintencionado el muro de pago ¡ªechen un vistazo a la pol¨¦mica en X porque el art¨ªculo sobre las denuncias por agresi¨®n sexual contra Carlos Vermut sea para suscriptores¡ª. El todo gratis en el actual mercado period¨ªstico solo contribuye a su ruina. Y si algo tan sencillo no se entiende, todav¨ªa falta mucha pedagog¨ªa. Pedagog¨ªa de supervivencia.