Emergencia h¨ªdrica en Catalu?a
Las restricciones de agua por la sequ¨ªa deben ir acompa?adas de una nueva pol¨ªtica hidrol¨®gica
La peor sequ¨ªa jam¨¢s registrada oblig¨® ayer a decretar el estado de emergencia en Catalu?a y si no llegan pronto las lluvias es muy probable que Andaluc¨ªa y otras comunidades tengan que seguir una senda parecida. La decisi¨®n afecta al 80% de la poblaci¨®n catalana, seis millones de personas en total, que a partir de hoy sufrir¨¢n severas restricciones de agua. Estas medidas suponen un salto respecto de las que ya se hab¨ªan establecido dentro del Plan Especial de Sequ¨ªa elaborado por la Generalitat para retrasar lo m¨¢ximo posible la declaraci¨®n de emergencia. Finalmente, ha sido inevitable. Cuarenta meses sin apenas precipitaciones han agotado las reservas no solo de los pantanos, que est¨¢n por debajo del 16% de su capacidad, sino de los acu¨ªferos de los que se nutren r¨ªos, fuentes y barrancos.
Las nuevas restricciones afectan a la industria, la agricultura y el consumo dom¨¦stico de Barcelona, Girona y otros 200 municipios, que se suman a los 37 que ya estaban en emergencia desde agosto. En estas poblaciones no se podr¨¢ gastar m¨¢s de 200 litros de agua por habitante y d¨ªa, bajo amenaza de sanci¨®n. No se podr¨¢ regar jardines, lavar coches, limpiar las calles ni llenar piscinas, salvo que se utilice agua de mar o procedente de las plantas de regeneraci¨®n. Entre las medidas que se contemplan figura tambi¨¦n bajar la presi¨®n en la red de abastecimiento y transportar agua en barco desde otros territorios al puerto de Barcelona.
De acuerdo con la declaraci¨®n de emergencia, en esta primera fase la agricultura deber¨¢ restringir un 80% el uso del agua; la ganader¨ªa, un 50% y la industria, un 25%, pero si la situaci¨®n empeora est¨¢n previstas otras dos fases a¨²n m¨¢s severas. Son medidas dolorosas, especialmente para la agricultura, que ver¨¢ comprometidas las cosechas, pero absolutamente justificadas. Las previsiones meteorol¨®gicas a corto y medio plazo no son halag¨¹e?as, no solo porque no se prev¨¦n lluvias, sino porque contin¨²an las temperaturas excepcionalmente altas para esta ¨¦poca del a?o.
La gesti¨®n de esta sequ¨ªa ha de servir de aprendizaje para el dise?o de una nueva pol¨ªtica hidrol¨®gica, que debe incluir inversiones importantes para renovar las infraestructuras de riego y canalizaci¨®n y para aumentar la capacidad de regeneraci¨®n de las aguas ya utilizadas. Se trata de optimizar los recursos disponibles y fomentar un consumo ajustado a un escenario de escasez permanente, pues el patr¨®n de cambio clim¨¢tico en el que nos hemos adentrado vaticina que los periodos de sequ¨ªa severa se repetir¨¢n con relativa frecuencia.
Para minimizar los efectos de esta emergencia es muy importante asegurar la colaboraci¨®n de todos los agentes implicados, desde las administraciones locales y las empresas a los particulares. Todos han de tomar conciencia de que se puede y se debe hacer m¨¢s para ahorrar un bien que se ha vuelto muy escaso y del cual depende que podamos mantener los patrones de bienestar y prosperidad alcanzados.
No es una buena noticia que se hayan tenido que abrir m¨¢s de 100 expedientes sancionadores por incumplimiento de las restricciones impuestas a los municipios cuando en noviembre de 2022 se activ¨® la fase de alerta. Las poblaciones tur¨ªsticas son las que m¨¢s gastan y, por tanto, las que van a tener m¨¢s dificultades para ajustarse a los l¨ªmites de consumo establecidos, pero han de hacer el esfuerzo porque de su capacidad de resiliencia en esta materia depender¨¢ tambi¨¦n su futuro. Es mejor gastar ahora menos agua que quedarse sin ella.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.