Georges Bernanos: un escritor en guerra contra las guerrillas de hoy
¡®Los grandes cementerios bajo la luna¡¯ es un ejemplo extremo de coraje y humanismo que demuestra que la decencia moral no es patrimonio de ninguna ideolog¨ªa
Vivimos tan sobreactuados por la tragedia de la actualidad que hemos devaluado el concepto de acontecimiento. Cuando cada noticia es decisiva, cada declaraci¨®n pol¨ªtica, atronadora y cada Madrid-Barcelona, el partido del siglo, el grano no asoma entre la paja. Cuesta reconocer los acontecimientos cuando se presentan. Esta semana, por ejemplo, ha sucedido algo importante de lo que casi nadie va a enterarse: la editorial riojana Pepitas de Calabaza publica Los grandes cementerios bajo la luna, de Georges B...
Vivimos tan sobreactuados por la tragedia de la actualidad que hemos devaluado el concepto de acontecimiento. Cuando cada noticia es decisiva, cada declaraci¨®n pol¨ªtica, atronadora y cada Madrid-Barcelona, el partido del siglo, el grano no asoma entre la paja. Cuesta reconocer los acontecimientos cuando se presentan. Esta semana, por ejemplo, ha sucedido algo importante de lo que casi nadie va a enterarse: la editorial riojana Pepitas de Calabaza publica Los grandes cementerios bajo la luna, de Georges Bernanos.
Que un sello peque?ito rescate un libro de 1937 de un escritor franc¨¦s al que nadie lee en Espa?a puede parecer algo tan anecd¨®tico que no merecer¨ªa una columna en el diario m¨¢s importante de Espa?a, pero Mafalda nos ense?¨® hace mucho a distinguir entre lo urgente y lo importante, y esto no ser¨¢ urgente pero es importante. Los grandes cementerios bajo la luna es uno de los libros b¨¢sicos sobre la Guerra Civil espa?ola y uno de los m¨¢s influyentes y citados. Por una anomal¨ªa que no me explico, llevaba a?os descatalogado e inencontrable en espa?ol. En Francia, en cambio, es un libro muy conocido.
Bernanos fue un novelista famos¨ªsimo en los a?os treinta, y en 1936 viv¨ªa en Mallorca, donde le sorprendi¨® la sublevaci¨®n militar. Seguidor del ultraderechista Maurras, Bernanos era un reaccionario sin complejos, adscrito a un catolicismo montaraz y mon¨¢rquico que le llev¨® a entusiasmarse con Falange (su hijo Yves milit¨® all¨ª) y a celebrar a los nacionales como salvadores de la fe frente a las hordas rojas. Pero muy pronto tuvo noticias de la represi¨®n en la isla, y le espantaron la crueldad totalitaria, el terror de los paseos y los muertos en las cunetas y en las tapias del cementerio. Con rabia de hombre decente, escribi¨® las p¨¢ginas arrebatadas de este libro, que son una acusaci¨®n contra la curia, contra los obispos y sacerdotes que bendec¨ªan la matanza y la llamaban cruzada.
Los grandes cementerios bajo la luna es un ejemplo extremo de coraje y humanismo que demuestra que la decencia moral no es patrimonio de ninguna ideolog¨ªa. Bernanos muri¨® se?alado como un traidor por sus antiguos camaradas, y como un h¨¦roe por sus enemigos pol¨ªticos. No fue ni una cosa ni la otra; tan solo fue un escritor libre y un buen tipo que nunca puso su pluma al servicio de nada que no considerase justo. Y eso, que as¨ª dicho suena tan poca cosa, es tan extraordinario en estos tiempos de muros y guerrillas culturales que merecer¨ªa mucha m¨¢s atenci¨®n de la que va a recibir.