Despu¨¦s de la crueldad
Todos los reg¨ªmenes totalitarios contempor¨¢neos requieren de la fe ciega de al menos una parte de la ciudadan¨ªa. Pero solo pueden existir cuando el Poder Judicial abandona los principios de justicia y empieza a trabajar en los argumentos legales necesarios para legitimar sus cr¨ªmenes
Oleg Orlov, l¨ªder de la organizaci¨®n de derechos humanos Memorial y premio Nobel de la Paz en 2022, ha sido condenado a dos a?os y medio de c¨¢rcel por ¡°desacreditar al ej¨¦rcito ruso¡±. Seg¨²n Orlov, por ¡°escribir un art¨ªculo en un peri¨®dico que describe el r¨¦gimen pol¨ªtico ruso como totalitario y fascista¡±. Mariana Katzarova, relatora especial de la ONU sobre derechos humanos en Rusia, describe el juicio como ¡°un intento orquestado de silenciar a los defensores de derechos humanos¡±. ?Qu¨¦ pasar¨¢ cuando lo consigan?
Orlov se lo pregunt¨® directamente al juez: ¡°?No tienen ustedes los mismos miedos? ?No les asusta ver en lo que se est¨¢ convirtiendo nuestro pa¨ªs, nuestro pa¨ªs que ustedes aman tambi¨¦n? ?No les da miedo que no solo ustedes, sino tambi¨¦n sus hijos y, Dios no lo quiera, sus nietos, tendr¨¢n que vivir en esta absurdidad, esta distop¨ªa?¡±. En otras palabras: ?no ven que, cuando hayan desterrado la justicia de este mundo, tendr¨¢n que vivir en ¨¦l?
Muchos empujan la m¨¢quina del genocidio convencidos de que, si permanecen al lado de los verdugos, nunca llamar¨¢ a su puerta. Muchos distribuyen mentiras pensando que se pueden lograr objetivos leg¨ªtimos con armas de destrucci¨®n social. Incluso los millonarios que queman el planeta frente a los avisos de la comunidad cient¨ªfica piensan que el b¨²nker de Nueva Zelanda les guardar¨¢ de pagar por sus excesos. Todos los reg¨ªmenes totalitarios contempor¨¢neos requieren de la fe ciega de al menos una parte de la ciudadan¨ªa. Pero solo pueden existir cuando el Poder Judicial abandona los principios de justicia y empieza a trabajar en los argumentos legales, ideol¨®gicos y pseudocient¨ªficos necesarios para legitimar sus cr¨ªmenes. La pregunta de Orlov me parece doblemente pertinente. Si ganan, ?qu¨¦ ser¨¢ de los jueces cuando la justicia ha dejado de importar?
Los 16 juristas y abogados que protagonizaron el tercero de los juicios de N¨²remberg por implementar el sistema judicial y legal del r¨¦gimen nazi, incluyendo nueve altos funcionarios del Ministerio de Justicia del Reich, no llegaron a descubrirlo. Tampoco respondieron a la pregunta de Orlov. Invocaron la defensa nullum crimen sine lege, que dice que nadie puede ser acusado de un crimen o sometido a sanciones penales por un acto que no estuviera definido como delito en el momento en que fue cometido. Estaban siguiendo ¨®rdenes. ¡°?Befehl ist befehl!¡± (una orden es una orden). Quien s¨ª respondi¨® fue Ernst Janning, el jurista interpretado por Burt Lancaster en Vencedores y vencidos, la pel¨ªcula que Stanley Kramer dirigi¨® en 1961. Siento que Orlov pregunt¨® pensando en ¨¦l.
¡°Los que entend¨ªamos lo que pasaba, los que sab¨ªamos que las palabras eran mentiras y peor que mentiras, ?por qu¨¦ nos quedamos callados? ?Por qu¨¦ participamos? ¨Ddice Jennings en su emocionante mon¨®logo¡ª. Porque am¨¢bamos a nuestro pa¨ªs. ?Qu¨¦ importa si unos pocos extremistas pol¨ªticos pierden sus derechos? ?Qu¨¦ importa si unas pocas minor¨ªas raciales pierden sus derechos? Es solo una fase pasajera. Es solo una etapa por la que debemos pasar. Ser¨¢ descartada tarde o temprano. Hasta Hitler ser¨¢ descartado, tarde o temprano [¡] Y entonces, un d¨ªa miramos a nuestro alrededor y descubrimos que est¨¢bamos en un peligro a¨²n m¨¢s terrible. El ritual iniciado en esta sala de juicios se extendi¨® por el pa¨ªs como una enfermedad furiosa y rugiente. Lo que iba a ser una ¡®fase pasajera¡¯ se hab¨ªa convertido en el modo de vida¡±. Si la crueldad y la mentira se imponen sobre la humanidad y la justicia, no importa qui¨¦n gane. Todos tenemos que vivir.
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