Puigdemont es el se?or X
El ¡°liderazgo absoluto¡± de Tsunami Democr¨¤tic, seg¨²n la nota del Supremo, lo ejerc¨ªa el ¡®expresident¡¯. No lo consideraron tres juzgados de Barcelona que investigaron los hechos
¡°Falsificaciones masivas y continuadas de billetes de avi¨®n y tarjetas de embarque¡±. Esa fue el arma utilizada para cometer la acci¨®n, como afirma la nota en la que se argumenta por qu¨¦ la Sala Penal del Tribunal Supremo ha abierto una causa penal al eurodiputado Carles Puigdemont y al diputado Rub¨¦n Wagensberg. Una causa por terrorismo que nunca, nada, no tiene que ver con la tramitaci¨®n de la ley de amnist¨ªa. No mezclemos la pol¨ªtica, los hechos son los hechos. Aquel 14 de octubre de 2019, miles de personas, que en teor¨ªa no hab¨ªan recibido formaci¨®n en el uso de explosivos ni tampoco hab¨ªan entrenado en las zonas monta?osas de la Catalu?a francesa, atendieron la convocatoria de la organizaci¨®n Tsunami Democr¨¤tic y bloquearon el Aeropuerto de El Prat para protestar contra la sentencia del Tribunal Supremo contra los l¨ªderes del proc¨¦s. Lo consiguieron durante unas horas y, s¨ª, hubo disturbios de consideraci¨®n. Algunos de los implicados, seg¨²n la investigaci¨®n, llevaban pasamonta?as que, curiosamente, ¡°cubr¨ªan sus rostros¡±. Antes, aunque no conste en la exposici¨®n razonada avalada por la alta judicatura, hab¨ªan cometido delitos tal vez m¨¢s peligrosos para el orden p¨²blico. Creo que es mi deber colaborar en la investigaci¨®n. La mayor¨ªa lleg¨® usando transporte p¨²blico, hecho probado, pero algunos se rebelaron a sabiendas contra el c¨®digo de circulaci¨®n: no cortaron la carretera, como agricultores cualesquiera, sino que aparcaron sus coches en la cuneta y se aventuraron a llegar andando hasta la terminal. Sabemos c¨®mo hab¨ªan conseguido la munici¨®n: la ¡°multitud de personas congregadas con falsos billetes de avi¨®n y tarjetas de embarque¡± se los descargaron, e incluso imprimieron, a trav¨¦s de la aplicaci¨®n telef¨®nica a la que ten¨ªa acceso cualquier ciudadano. Nada que deba sorprendernos. Como hab¨ªa ocurrido una y otra vez durante una d¨¦cada en Catalu?a, ¡°terrorismo callejero¡±.
El ¡°liderazgo absoluto¡± de Tsunami Democr¨¤tic, seg¨²n la nota, lo ejerc¨ªa Puigdemont. No lo consideraron tres juzgados de Barcelona que investigaron los hechos y acordaron el sobreseimiento provisional por falta de autor conocido. Se equivocaron: ahora se lo se?ala porque lo acreditan una ¡°pluralidad de indicios¡±: desde asistencia a reuniones a la republicaci¨®n de tuits o los mensajes que se han obtenido al analizar el tel¨¦fono de los receptores. No se sabe si ¨¦l dise?¨® la falsificaci¨®n de las tarjetas de embarque, podr¨ªa ser. Lo que se afirma en la nota es que Puigdemont domin¨® la ejecuci¨®n de la acci¨®n terrorista del bloqueo del aeropuerto a trav¨¦s de ¡°todo un aparato de poder de organizaci¨®n que funciona desde la c¨²pula, donde se dise?a, planifica y se dan las ¨®rdenes delictivas, hasta los ejecutores materiales de las mismas, no sin antes pasar tales ¨®rdenes por las personas intermediarias que organizan y controlan su cumplimiento¡±. Quien ha redactado estas palabras conoce con precisi¨®n la noci¨®n del ¡°hombre de atr¨¢s¡± de Claus Roxin. Puigdemont ser¨ªa un caso de Hintermann: las personas que ejercen el ¡°dominio de la voluntad en virtud de aparatos organizados de poder¡± y que son responsables del delito como ¡°autores mediatos¡± porque lo habr¨ªan ordenado con mando aut¨®nomo. El gran penalista alem¨¢n elabor¨® esta figura a partir del juicio de Jerusal¨¦n contra Adolf Eichmann. Se aplic¨® a los comandantes de la Junta Militar de Argentina por el plan sistem¨¢tico de exterminio o cuando en 1994 el Tribunal Supremo alem¨¢n conden¨® a tres integrantes del Consejo Nacional de Defensa de la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana por el asesinato de nueve personas que quisieron cruzar el muro de Berl¨ªn. Es evidente que la figura encaja con Puigdemont. ¡°Falsificaciones masivas y continuadas de billetes de avi¨®n y tarjetas de embarque¡±. Dio la orden. ?l ser¨ªa el se?or X.
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