Un motivo para comprar el peri¨®dico

La semana pasada, mientras paseaba por los pasillos de la Biblioteca Nacional, me asalt¨® una revelaci¨®n sobre c¨®mo aplicar el efecto de distanciamiento brechtiano al consumo informativo. No, ahora en serio: la semana pasada, mirando TikTok en la cama antes de dormir, vi un v¨ªdeo de la joven podcaster Julia Zelig donde explicaba de forma brillante por qu¨¦ lleva un mes compr¨¢ndose el peri¨®dico de papel.

Transcribo y resumo sus palabras: ¡°Hace un a?o me empec¨¦ a dar cuenta de lo sumergida que estaba en redes sociales, sobre todo en Twitter, leyendo las noticias cada d¨ªa, sin posibilidad de pensar. El bombardeo constante de lo que sucede en el mundo fuera de tu realidad es una forma de violencia. ?La opci¨®n cu¨¢l es? ?Desconectarme? No. Quiero saber lo que pasa en el mundo, porque yo soy el mundo. Entonces, ?por qu¨¦ me he comprado el peri¨®dico? ?Porque piense que estas p¨¢ginas de papel impresas, editadas y tal, est¨¢n escritas por periodistas y jefes de redacci¨®n con las mejores intenciones y quieren que yo reciba informaci¨®n fidedigna sin intereses pol¨ªticos? No. Tengo muy claro que lo que est¨¢ escrito en estas p¨¢ginas sigue una l¨ªnea editorial que est¨¢ impuesta por un grupo medi¨¢tico, etc¨¦tera¡±.

Contin¨²a Zelig: ¡°Cuando me voy al quiosco del barrio, me compro el peri¨®dico, me compro un croissant, me vuelvo a casa y me siento delante de estas p¨¢ginas, lo que estoy buscando es generar un efecto de distanciamiento. Hubo un dramaturgo alem¨¢n, que se llamaba Bertolt Brecht, que encima era socialista, que lo que hac¨ªa era aplicar este concepto a sus obras de teatro. El efecto de distanciamiento es un recurso dram¨¢tico que sirve para establecer una distancia entre lo que sucede la acci¨®n de la obra y el espectador, con la finalidad de que el espectador pueda pensar. ?Y c¨®mo se hace eso? Evitando la catarsis. La catarsis la podr¨ªamos definir como el efecto que sucede cuando te dejas llevar por las emociones y ya no puedes pensar. Es lo que me suced¨ªa a m¨ª cuando entraba en Twitter y en Instagram y me enfuriaba y quer¨ªa reventar el mundo. Entonces me dije: ?y la vida no es un teatro? Pues lo que voy a hacer es comprarme el peri¨®dico, porque al ser un objeto f¨ªsico me puede servir para mediar entre lo que sucede fuera y las emociones que siento hacia estas injusticias¡±.

Ella llega al distanciamiento a trav¨¦s de la escena, pero desde otras disciplinas, de la neurociencia al estudio de la viralidad pasando por el mindfulness o la lucha contra la desinformaci¨®n, se ha concluido lo mismo: la desemocionalizaci¨®n es un freno poderoso a ciertos males de la comunicaci¨®n digital moderna, una forma de luchar contra sesgos nocivos de nuestro cerebro (recordemos el bestseller del Nobel Kahneman, Pensar r¨¢pido, pensar despacio). Los sentimientos intensos nos enganchan, y gran parte de la econom¨ªa de internet se aprovecha de ello. Es inevitable sentir ira, miedo, curiosidad o alegr¨ªa con las noticias, pero volver a un dispositivo f¨ªsico como escudo para controlar cu¨¢ndo, c¨®mo, d¨®nde y durante cu¨¢nto tiempo lo vamos a hacer, y no dejarlo en manos de un algoritmo, es una soluci¨®n tan parcial e imperfecta como interesante. ¡°Mi sensibilidad es mi gran poder. La necesito. ?Voy a dejar que otra gente la controle por m¨ª? No, de ninguna manera. Yo tengo la capacidad de dosificar en qu¨¦ grado esta informaci¨®n me llega y para establecer una distancia sana en la cual yo pueda pensar, adem¨¢s de mantener mi sensibilidad y mi empat¨ªa. Ya est¨¢¡±, dice Zelig.