Espanto en Hait¨ª

Hait¨ª tiene cerca de 11 millones de habitantes y 10.000 polic¨ªas. El pa¨ªs caribe?o est¨¢ dominado por las pandillas, las instituciones, hist¨®ricamente muy fr¨¢giles, han colapsado y la poblaci¨®n navega en un mar de violencia y miseria: la tormenta perfecta del caos. Hait¨ª lleva a?os luchando contra el olvido de la comunidad internacional a pesar de la terrible emergencia humanitaria, que no es nueva, aunque c¨ªclicamente se convierte en un s¨ªmbolo y despierta inter¨¦s m¨¢s all¨¢ de sus fronteras. Es la representaci¨®n del fracaso de un modelo alentado por ¨¦lites corruptas, el reflejo de un espanto m¨¢s propio de una obra de ficci¨®n y la materia prima para discusiones ideol¨®gicas. Hoy su territorio est¨¢ cerrado a cal y canto y las redes sociales son una de las principales fuentes de informaci¨®n, muy a menudo poco fiable, sobre el d¨ªa a d¨ªa. Al mismo tiempo, sobre todo en X (antes de Twitter), se libra un debate pol¨ªtico sobre qu¨¦ hacer ante la crisis y el papel de Estados Unidos.

¡°Los comercios est¨¢n cerrados y los que est¨¢n abiertos se est¨¢n quedando sin agua o no la tienen. Con los vuelos suspendidos y el puerto inaccesible, lo que podemos esperar es ver m¨¢s existencias agotarse. Me contaron que el sabotaje de la red el¨¦ctrica por parte de las bandas afect¨® a cientos de contenedores¡±, escribe la periodista Jacqueline Charles. La escalada se aceler¨® hace dos semanas tras la evasi¨®n de miles de presos de la principal c¨¢rcel de Puerto Pr¨ªncipe. El Gobierno decret¨® el estado de emergencia, pero el propio primer ministro, Ariel Henry, de regreso de un viaje a Kenia, no pudo regresar al pa¨ªs y se qued¨® varado en Puerto Rico. El pasado lunes se vio forzado a dimitir y anunciar la creaci¨®n de un consejo de transici¨®n que todav¨ªa no se ha concretado.

Las autoridades ampliaron el toque de queda y ¡°la prohibici¨®n de las manifestaciones¡± en un momento de m¨¢xima tensi¨®n. Pero ?qui¨¦nes son las autoridades en Hait¨ª? Tras el asesinato, en julio de 2021, del presidente Jovenel Mo?se, la situaci¨®n se desmoron¨®. Henry asumi¨® el mando, aunque evit¨® convocar elecciones escud¨¢ndose en los problemas de seguridad y nunca logr¨® legitimidad. Mientras tanto, crec¨ªa el descontento y los grupos armados aprovecharon ese vac¨ªo. Lo acab¨® ocupando el expolic¨ªa Jimmy Ch¨¦rizier, alias Barbecue, cabecilla de una coalici¨®n de criminales llamada G-9 y Familia. La organizaci¨®n Insight Crime recuerda que ¡°las pandillas de Hait¨ª est¨¢n fragmentadas¡± y, ¡°sin embargo, muchas de ellas han mostrado una inusual unidad a la hora de atacar a las instituciones del Estado¡±.

El propio Barbecue amenaz¨® recientemente con desencadenar ¡°una guerra civil¡± si el primer ministro no dimit¨ªa y ahora pretende presentarse como interlocutor pol¨ªtico. El analista Ian Bremmer, fundador de Eurasia Group, destaca una de sus m¨¢ximas: ¡°Nunca masacrar¨ªa a personas de mi misma clase social¡±. Su intento de construir un personaje parecido a un guerrillero no tuvo ¨¦xito. Sin embargo, cualquier consejo de transici¨®n tendr¨¢ que enfrentarse a este se?or local de la guerra.

La Administraci¨®n de Joe Biden y la Comunidad del Caribe (Caricom) son actores cruciales para el futuro de Hait¨ª. El Departamento de Estado primero alent¨® y despu¨¦s aplaudi¨® la renuncia del primer ministro como condici¨®n que ¡°allana el camino para una transici¨®n pac¨ªfica del poder¡±. Previsible, por otro lado, fue la reacci¨®n de la alianza bolivariana ALBA. Su secretario ejecutivo, el exministro de Exteriores venezolano Jorge Arreaza, hizo referencia a los ¡°riesgos del intervencionismo en Hait¨ª¡±. E igual de predecible, el presidente salvadore?o Nayib Bukele, que logr¨® acorralar a las pandillas a cambio de un profundo deterioro de los derechos humanos y de las libertades, se hizo eco de unas fotos de caos y destrucci¨®n y presumi¨®: ¡°Podemos arreglarlo¡±. Mientras tanto, los haitianos solo demandan una salida urgente del abismo y el fin del terror.