Comisi¨®n de la verdad

Ya supon¨ªamos que de no haberse aplicado los protocolos de la Comunidad de Madrid en cuanto a la restricci¨®n de traslados de pacientes desde residencias a centros sanitarios durante la pandemia ¡ªlos ¡°protocolos de la verg¨¹enza¡±¡ª habr¨ªan muerto menos pacientes, y las muertes inevitables, quiz¨¢ habr¨ªan sido m¨¢s dignas. Ahora, lo que supon¨ªamos, lo sabemos tras las conclusiones del estudio llevado a cabo por la denominada Comisi¨®n Ciudadana por la Verdad. Se podr¨ªan haber evitado 4.000 muertes y, con toda seguridad, el resto de las muertes habr¨ªan sido menos traum¨¢ticas, al menos con medidas paliativas. La pregunta ahora es: ?qui¨¦n se responsabilizar¨¢ por las consecuencias de aquellas inhumanas y vergonzosas medidas? ?Qui¨¦n pagar¨¢ por ello?

Sebasti¨¢n Fern¨¢ndez Izquierdo. Petrer (Alicante)

La apariencia y el rechazo

Cada vez que subo al centro de la ciudad entro a una gran librer¨ªa. En sus espacios tan ordenados me relajo hojeando las ¨²ltimas novedades. Mi estante favorito es el de la novela negra. Leo m¨¢s de una veintena de contraportadas esperando a que alguna me despierte curiosidad, sin embargo, hoy, que estoy m¨¢s ap¨¢tico no me intriga nada y tras visitar el resto de g¨¦neros me detengo en una portada muy llamativa de un bestseller que estaba junto a la puerta. En ese momento me viene el recuerdo de las palabras de una alumna que le¨ªa con frecuencia: ¡°Profe, yo me gu¨ªo por la portada¡±. Cu¨¢ntos libros y cu¨¢ntas personas nos encantar¨ªan pero las rechazamos por cuestiones est¨¦ticas, an¨ªmicas o balad¨ªes.

Rafael del Rosal Flores. C¨®rdoba

Desde el otro lado

Hace unos d¨ªas tuve la oportunidad de asistir a una clase universitaria, pero sobre la tarima. Aprend¨ª mucho de los alumnos solo con observarlos. Sin embargo, hubo un detalle que me llam¨® especialmente la atenci¨®n. Ver c¨®mo la generaci¨®n que m¨¢s se sobreexpone ante cientos de desconocidos, enmudec¨ªa y se sonrojaba al hacer una breve presentaci¨®n delante de 40 compa?eros. Es curioso lo aislados que estamos cuando supuestamente estamos m¨¢s ¡°conectados¡± que nunca. Tal vez fueron los nervios de los primeros d¨ªas, pero trabajaremos para que, en unos meses, no tengan miedo o verg¨¹enza al presentarse a un compa?ero; porque cuando apartamos la vista de la pantalla, lo que queda son personas, que no es poco.

Mar¨ªa del Pilar Cort¨¢zar Guti¨¦rrez. M¨¢laga

Hacer negocio con la pandemia

Mis padres levantaron solos su negocio de material sanitario y vestuario laboral hace 23 a?os. Cuando lleg¨® la pandemia eran los ¨²nicos que segu¨ªan vendiendo mascarillas FFP2, escaseaban. Les dije que debido a la demanda, hab¨ªa farmacias donde sub¨ªan el precio, y pregunt¨¦ si ellos lo har¨ªan. Su respuesta fue rotunda: no. No les parec¨ªa ¨¦tico aprovecharse, en d¨ªas tan duros, de algo tan necesario. Hubo clientes a los que les extra?¨®, y hasta dudaban de su calidad por el precio. Ahora sabemos qui¨¦nes se enriquec¨ªan obscenamente con aquello y yo doy gracias por no ser familiar suyo y s¨ª ser hijo de mis padres. Una lecci¨®n m¨¢s aprendida.

Sergio Barrio Gonz¨¢lez. Palencia