Corrupci¨®n latinoamericana: no es invencible
El combo movilizaci¨®n ciudadana y presi¨®n de la comunidad internacional se convirti¨® en una herramienta contra la impunidad en Latinoam¨¦rica
El oto?o del patriarca es esencialmente la vida e impacto en un pa¨ªs ficticio del Caribe de un dictador instalado en el poder por un golpe militar, financiado por los ingleses y sostenido luego por Estados Unidos.
Una de las novelas m¨¢s representativas del inmortal Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez que, como otras de grandes escritores latinoamericanos, se adentra en los entresijos de c¨®mo surgieron muchas de las dictaduras en el siglo XX y sus consecuencias en abuso de poder y corrupci¨®n.
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El oto?o del patriarca es esencialmente la vida e impacto en un pa¨ªs ficticio del Caribe de un dictador instalado en el poder por un golpe militar, financiado por los ingleses y sostenido luego por Estados Unidos.
Una de las novelas m¨¢s representativas del inmortal Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez que, como otras de grandes escritores latinoamericanos, se adentra en los entresijos de c¨®mo surgieron muchas de las dictaduras en el siglo XX y sus consecuencias en abuso de poder y corrupci¨®n.
Tan relevante asunto en la regi¨®n latinoamericana que est¨¢ presente en obras medulares de otros grandes escritores latinoamericanos como Mario Vargas Llosa, quien en Conversaci¨®n en la catedral o La ciudad y los perros, expres¨® brillantemente el impacto en la sociedad de las dictaduras militares que proliferaron en el siglo XX.
A fin de cuentas, se est¨¢ ante una suerte de ¡°drama estructural regional¡± en la historia latinoamericana. Sin embargo, la evoluci¨®n de las cosas por las bregas democr¨¢ticas fue volteando la p¨¢gina de esas dictaduras militares ¡°cl¨¢sicas¡± de los Somoza, Trujillo, Odr¨ªa y muchos m¨¢s.
Fue un proceso evolutivo que, sin embargo, en algunos casos result¨® en otras modalidades gubernamentales de combinaci¨®n autoritarismo y corrupci¨®n. As¨ª, reg¨ªmenes que pudieron haber sido originalmente ¡°electos¡±, derivaron en ejercicio arbitrario y corrupto del poder.
Superando los escollos
En esa diab¨®lica retroalimentaci¨®n autoritarismo-corrupci¨®n, saltan a la memoria procesos como el de Fujimori en el Per¨². O el a¨²n m¨¢s reciente ¡°Pacto de los Corruptos¡± en Guatemala. Dos ejemplos ilustrativos de c¨®mo cambiaron las cosas en la regi¨®n, incluyendo decisiones de impacto dentro de la pol¨ªtica exterior estadounidense.
Es interesante, por eso, el ejemplo de la experiencia de las transiciones a la democracia en Per¨² y Guatemala. En los dos pa¨ªses el ¡°combo¡± movilizaci¨®n ciudadana/comunidad internacional logr¨® superar esos escollos retardatarios.
Con particularidades en cada proceso, la movilizaci¨®n popular fue algo medular, expresando el hartazgo activo frente al abuso y la corrupci¨®n. Pero en convergencia con una comunidad internacional en acci¨®n. Antes y ahora la comunidad internacional contribuy¨® a las condiciones objetivas que llamaban al cambio, aislando gradualmente a los corruptos/autoritarios y apuntando a la urgencia de una transici¨®n democr¨¢tica.
Fujimori fug¨® al Jap¨®n el a?o 2000 y en el Per¨² se recuper¨® la democracia. Se iniciaron de inmediato procesos penales serios contra la corrupci¨®n en el contexto en que la justicia recuperaba su independencia al calor de la transici¨®n democr¨¢tica. En la evoluci¨®n a la democracia en el Per¨² (1999-2000) fue importante la v¨ªa de la diplomacia: principalmente el papel activo de algunos pa¨ªses interamericanos ¡ªincluidos EE UU¡ª y la llamada ¡°Mesa de Di¨¢logo de la OEA¡±, crucial en propiciar efectivamente la transici¨®n a la democracia.
Herramientas s¨®lidas contra la corrupci¨®n
El ¡°pacto de los corruptos¡± guatemalteco entr¨® recientemente en ¡°fase gangrena/colapso¡¡±. Ello gracias al impulso de la movilizaci¨®n popular y al papel activo de la comunidad internacional. El gobierno hoy es otro ¡ªel elegido democr¨¢ticamente¡ª y las condiciones est¨¢n cambiando.
Para ese resultado pesaron en el plano internacional algunas decisiones relevantes desde Washington, adem¨¢s de la crucial movilizaci¨®n popular. La Casa Blanca contribuy¨® medularmente a aislar a personajes cruciales del ¡°pacto de los corruptos¡±, particularmente congresistas, pol¨ªticos y empresarios. Y contribuy¨®, tambi¨¦n, a superar los obst¨¢culos arbitrarios para que pudiera ejercer la presidencia del pa¨ªs Bernardo Ar¨¦valo, elegido democr¨¢ticamente.
No es posible sintetizar en pocas l¨ªneas cu¨¢les son las herramientas disponibles en la arena internacional para enfrentar a la corrupci¨®n. Destacan, sin embargo, dos espacios particularmente relevantes: el multilateral y el bilateral (particularmente con Estados Unidos).
Lo multilateral: ONU contra la corrupci¨®n
Es fundamental la Convenci¨®n de la ONU Contra la Corrupci¨®n, uno de los tratados internaciones globales m¨¢s recientes y, a la vez, uno de los que tiene m¨¢s Estados Parte: 186. Todos los pa¨ªses de Am¨¦rica, por ejemplo. Desde Cuba hasta Estados Unidos, lo que no es usual.
La Convenci¨®n es s¨®lida y tiene gran claridad y precisi¨®n tanto en sus normas sustantivas como operacionales en asuntos cruciales como la cooperaci¨®n judicial internacional. Incluye desarrollos sustantivos s¨®lidos sobre conceptos fundamentales: ¡°tr¨¢fico de influencias¡±, ¡°abuso de poder¡± (como formas de corrupci¨®n) o el de ¡°cooperaci¨®n judicial internacional¡±, para mencionar s¨®lo tres ejemplos.
Y su texto no es letra muerta. Ello porque, entre otras cosas, la Convenci¨®n le asigna un papel fundamental a algo crucial: la cooperaci¨®n judicial internacional. Y esto no es un asunto menor. Por el contrario, mucho del tratado se ha visto ¡ªy est¨¢ viendo¡ª en ejecuci¨®n a prop¨®sito de algunas investigaciones a la extendida corrupci¨®n investigada en varios pa¨ªses ¡ªcomo Brasil o el Per¨²¡ª sobre el caso Lavajato.
Y un detalle importante: para que esa cooperaci¨®n sea leg¨ªtima y eficaz, es requisito sine qua non es que esos sistemas nacionales en ¡°cooperaci¨®n¡± funcionen y que sean independientes del poder pol¨ªtico.
Los bilateral: Engel y Magnitsky: funcionaron
Las circunstancias han llevado a que el enfrentamiento a la corrupci¨®n se haya convertido en una de las visibles prioridades p¨²blicas del gobierno de Biden para la regi¨®n latinoamericana. Particularmente en Centroam¨¦rica. Acaso, bajo el siguiente an¨¢lisis: la impunidad frente a la corrupci¨®n puede ser factor que propicie la emigraci¨®n (hacia EE.UU., se entiende) tras la inestabilidad pol¨ªtica, institucional, social y econ¨®mica que deriva de ella.
En las elecciones del 2023 en Guatemala, como se sabe, perdi¨® el ¡°pacto de los corruptos¡±. Y, en consecuencia, el pacto ¡ªincluyendo a la Fiscal General¡ª se lanz¨® con todo contra los resultados. Esa resistencia y oposici¨®n a respetar los resultados, sin embargo, result¨® siendo al final el tiro por la culata para ¡°el pacto¡±.
Yendo a la acci¨®n contributiva del gobierno de Washington, es destacable la reciente ¡ªy creciente¡ª utilizaci¨®n desde Washington de ciertas leyes dise?adas contra la corrupci¨®n. Me refiero, particularmente, a la ley sobre la Lista Engel y a la Ley Global Magnitsky y su uso frente a estructuras de corrupci¨®n en pa¨ªses latinoamericanos. Ambas leyes son normas ¡°marco¡± de pol¨ªticas de reacci¨®n a la corrupci¨®n en altos niveles gubernamentales y empresariales latinoamericanos.
Son actualmente dos referentes normativos fundamentales para enfrentar el abuso de poder y la violaci¨®n a los derechos humanos y dan poderosas atribuciones al presidente de Estados Unidos para actuar en los casos pertinentes. Estas facultades est¨¢n siendo utilizadas por el presidente Biden. Y Washington (la Casa Blanca) ha empezado a obrar en consecuencia con ambas leyes. Lo ha hecho recientemente en Guatemala, por ejemplo.
Ambas leyes le dan al ejecutivo facultades importantes para actuar contra personas sindicadas de corrupci¨®n, de violaci¨®n a los derechos humanos o que, con conocimiento de causa, socavan procesos democr¨¢ticos en la regi¨®n.
En base a la ley sobre la Lista Engel el gobierno estadounidense ha sindicado, con nombre y apellido, a m¨¢s 60 guatemaltecos como actores que socavan procesos de justicia y la democracia. Consecuencia: dejar sin efectos sus visas y sus facultades de operar financieramente en EE.UU.
Adicionalmente, oper¨® la Ley Global Magnitsky, destinada a sancionar directa y espec¨ªficamente a personas sindicadas de actos de corrupci¨®n o violaciones a los derechos humanos. Por ella el Departamento del Tesoro puede sancionar a personas impidiendo que ingresen a los EE.UU., con el bloqueo de sus activos financieros en EE.UU. y con otras severas restricciones comerciales y financieras.
Nuevos retos
Se vienen, ahora, grandes retos en Guatemala para mejorar y fortalecer la institucionalidad democr¨¢tica y la su transparencia. Y, para el resto de la regi¨®n, el reto de afinar la capacidad de espacios regionales y globales orientados a prevenir ¡ªe impedir¡ª los deterioros democr¨¢ticos.
Haciendo, por ejemplo, un buen ¡ªy m¨¢s eficiente¡ª uso en la regi¨®n latinoamericana de un poderoso instrumento interamericano: Carta Democr¨¢tica Interamericana, adoptada el 2001 en Lima por decisi¨®n un¨¢nime de la asamblea general de la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA).