El ¨²ltimo mundo de Garc¨ªa M¨¢rquez

?Qu¨¦ quieren que les diga? Me gust¨® lo suyo la novela que desech¨® Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez y que fue ahora editada por los hijos del escritor. Se trata de una novela de amor, y nada puedo tener en contra de ese g¨¦nero, aunque s¨ª lo tenga contra las novelitas rosa. El amor ¨Cimprobable, cierto, confuso, cambiante, escaso- es mucho m¨¢s importante que la literatura rosa que parece agitar los corazones juveniles y tambi¨¦n de otros que no son tales.

Es entendible que los hijos del notable escritor hayan autorizado la publicaci¨®n de una obra que su padre hab¨ªa sentenciado con estas severas palabras: ¡°Este libro no sirve. Hay que destruirlo¡±. Como lo es que esos mismos hijos y su editor pensaran que hab¨ªa que llevar esa obra a la imprenta tanto para considerar sus defectos como para celebrar sus aciertos. ?Cu¨¢ndo o en qu¨¦ libro no los hay tanto de unos como de otros? El libro no estaba suficientemente pulido ¨Cadmitieron Rodrigo y Gonzalo Garc¨ªa Barcha- y hasta se podr¨ªa imaginar c¨®mo pudo ser trabajado mejor. Pero no: si el libro deb¨ªa salir a la luz era para tenerlo y disfrutarlo tal cual era, ¡°anteponiendo el placer de sus lectores a todas las dem¨¢s consideraciones¡±. ¡°Si los lectores lo celebran ¨C a?adieron ello-, es posible que Gabo nos perdonara¡±.

Bien perdonado est¨¢. A este autor, en vida, como tambi¨¦n despu¨¦s de su muerte, se le quiso y reconoci¨® much¨ªsimo, y esos sentimientos pueden prolongarse hoy (casi puse perpetuarse) gracias a que el texto de su ¨²ltima obra no fue destruido.

¡°Volvi¨® a la isla el viernes 16 de agosto en el transbordador de las tres de la tarde¡­¡± ¨Cparti¨® relatando el libro de Garc¨ªa M¨¢rquez¨C, en el que, ya en su primera l¨ªnea, parece despuntar, aunque sea en forma casi m¨ªnima y de manera intuitiva, la historia de amor que vendr¨¢ despu¨¦s. Del amor por la buena literatura y del amor del personaje femenino: Ana Magdalena Bach.

Seg¨²n pienso, no result¨® extra?o que el gran novelista hubiera concluido la versi¨®n final del texto con su propia letra manuscrita: ¡°Gran OK final¡±. ?l no estaba bien y su memoria y la capacidad de capturar recuerdos se hab¨ªan empobrecido notablemente.

Leo tambi¨¦n, hacia el final del libro, que ¡°el sol sigue siendo un remanso de oro bajo la luz de la tarde...¡±, y me regocijo por esta obra p¨®stuma, mas no muerta, y, por el contrario, viv¨ªsima.

Ya lo sabemos: la novela ¨Cy sea que se trate realmente de una novela o no¨C se llama En agosto nos vemos, pero lo que dir¨ªamos hoy ser¨ªa: ¡°Hasta siempre Gabo¡±.

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