Antes era suficiente
Los lectores escriben sobre la crianza de los hijos, el fin de las guerras, la privatizaci¨®n de los servicios p¨²blicos y las barreras arquitect¨®nicas que sufren las personas con movilidad reducida
Tengo dos hijos sanos, felices, que comen lo que hay en la mesa, se portan bien y sacan buenas notas. Antes eso era suficiente, pero ya no. Ahora debes preocuparte por el az¨²car, las grasas saturadas, los alimentos procesados y hasta el agua que beben. No es suficiente con verlos felices; debes indagar sobre sus emociones y ense?arles a gestionarlas o se convertir¨¢n en adultos que ser¨¢n carne de psic¨®logo. Tienes que pasar tiempo con ellos para que vean que los quieres o les crear¨¢s traumas de desapego, pero tampoco puedes pasar demasiado o ser¨¢n ni?os dependientes. Sacar buenas notas no es suficiente si su colegio se ha convertido en una de esas ludotecas en las que los ni?os no aprenden y debes compensarlo en casa. No vale con que se porten bien si lo hacen por estar coaccionados por el castigo o la amenaza: deben portarse bien de manera natural, como elecci¨®n personal, o cuando crezcan y se libren de tu yugo elegir¨¢n siempre las opciones peores. En definitiva, hay una generaci¨®n de padres agotados que cr¨ªa a ni?os desquiciados.
Juan Carlos Cano Linares. Estepona (M¨¢laga)
El fin de las guerras
El 7 de diciembre de 1988, Mija¨ªl Gorbachov pronunci¨® un discurso en la sede de la ONU en el que instaba a todas las naciones a poner fin a una era de guerras y conflictos regionales, afirmando que solo actuando conjuntamente podr¨ªa lograrse. Este mensaje de esperanza resuena, actualmente, como un sue?o lejano que no tiene cabida en un mundo en el que las hostilidades entre pa¨ªses no dejan de crecer. Entre los pol¨ªticos no es de extra?ar, pero entre la sociedad civil¡ ?Cu¨¢ndo hemos dejado de pedir como deseo la paz mundial al soplar un diente de le¨®n?
Carmen Vila Rodr¨ªguez. Monforte de Lemos (Lugo)
Ideolog¨ªas y derechos
Hay gente convencida de que la derecha es mejor para gobernar. Son esas personas que, como yo, cobran una pensi¨®n decente. Te dicen que la salud es para el que la pueda pagar, entre otras lecciones democr¨¢ticas. No se dan cuenta de que ellos mismos pagar¨¢n las consecuencias de ese voto, no ya en salud, sino en pensiones futuras, en ayudas posibles o con la desaparici¨®n de la sanidad y la educaci¨®n p¨²blicas. Es el mundo ideal de los Trump, Milei, Aznar... para crear ese nuevo espacio en el que los derechos de las personas est¨¦n en manos de muy pocos y en donde aquel Jes¨²s que echaba a los mercaderes del templo ser¨ªa un comunista peligroso.
C¨¦sar Moya Villasante. Madrid
Barreras arquitect¨®nicas
Casi todas las semanas quedo con una amiga que va en silla de ruedas para comer, y de entre una docena de restaurantes que quedan cerca, apenas cuatro, un tercio, cuentan con una entrada accesible, ya sea por falta de escal¨®n o por el grato acierto de colocar una peque?a y funcional rampa. Adem¨¢s, cuando damos un paseo o buscamos un restaurante nuevo, nos hemos encontrado con aceras por donde no ha podido continuar por falta de un rebaje o por un bordillo infranqueable. Lamentablemente, tanto en el ¨¢mbito privado como en el p¨²blico sigue faltando sensibilidad con estas personas.
Jes¨²s L¨®pez de Le¨®n Jaramillo. Madrid
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