La pol¨ªtica vuelve al Congreso
El consenso en pol¨ªtica exterior es necesario para enfrentar los crecientes peligros geopol¨ªticos
El presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, realiz¨® este mi¨¦rcoles en el Congreso de los Diputados una buena aproximaci¨®n al paisaje de inseguridad y de peligros geopol¨ªticos que rodean a Europa y en concreto a Espa?a. En el aspecto m¨¢s urgente, la necesidad de frenar la matanza en la franja de Gaza, fue la ocasi¨®n de comprobar que los partidos centrales mantienen el necesario consenso sobre la posici¨®n espa?ola, aprobado hace una d¨¦cada. El jefe de la oposici¨®n, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, reafirm¨® la posici¨®n tradicional de su partido en favor de los dos Estados como f¨®rmula de paz para israel¨ªes y palestinos, desmintiendo as¨ª el s¨²bito negacionismo adoptado por su predecesor Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. Difieren ambos en la utilidad de un r¨¢pido reconocimiento del Estado palestino, cuesti¨®n que S¨¢nchez ha convertido en una apuesta de liderazgo europeo que a Feij¨®o no le conviene reconocer. A pesar de los matices, qued¨® claro que existe una ampl¨ªsima mayor¨ªa parlamentaria que respalda los ejes fundamentales de la posici¨®n espa?ola sobre Palestina en un debate con profundidad y argumentos. Por unas horas, la pol¨ªtica se convirti¨® en la noticia que sal¨ªa de la c¨¢mara. El embrujo dur¨® poco. El barrizal volvi¨® en las siguientes horas.
Reconocer a Palestina como Estado de pleno derecho en Naciones Unidas no es un brindis al sol. Es un instrumento de presi¨®n sobre el Gobierno extremista de Netanyahu para la resoluci¨®n de la crisis de Gaza. Es un instrumento tambi¨¦n de defensa en la escena judicial internacional para los palestinos, desasistidos en sus derechos individuales y colectivos. S¨¢nchez no est¨¢ solo en su apuesta, sino que cuenta con una creciente simpat¨ªa internacional, como ha quedado manifestado por la incorporaci¨®n de Australia al grupo de pa¨ªses que la propugnan.
El debate de este mi¨¦rcoles muestra que Espa?a cuenta con todas las piezas para la reconstrucci¨®n del consenso m¨ªnimo sobre pol¨ªtica exterior, que da resultados positivos cuando no se desvanece entre la polarizaci¨®n y el populismo que se han apoderado del sistema de partidos. El actual contexto geopol¨ªtico europeo exige intensificar el esfuerzo presupuestario y de coordinaci¨®n en defensa y seguridad en el nivel nacional, como en la UE y en la OTAN. Hay que responder con urgencia a la demanda de armas y munici¨®n que necesita Ucrania para impedir que Putin tome la iniciativa en una ofensiva de primavera.
El acuerdo sobre algunos de estos puntos ser¨ªa perfectamente posible entre PSOE y PP, tal como pudo comprobarse en el Congreso, e incluso podr¨ªa a?adirse el PNV. La paradoja de este consenso posible pero inexistente es que tanto el PSOE como el PP cuentan con socios que no lo comparten. Una realidad que empuja el entero debate sobre pol¨ªtica exterior y de seguridad al ¨¢mbito dom¨¦stico.
El consenso exterior es necesario para enfrentar los crecientes peligros geopol¨ªticos correctamente descritos por el presidente del Gobierno, pero adem¨¢s es un bien en s¨ª mismo en un mundo donde reinan la polarizaci¨®n y los extremismos, cuya faz radical y amenazadora pudieron observar el mi¨¦rcoles los ciudadanos en intervenciones parlamentarias como las de Santiago Abascal o de M¨ªriam Nogueras. El tacticismo de las campa?as electorales y las tendencias truculentas de la extrema derecha ensombrecieron un buen debate que apuntaron tanto S¨¢nchez como Feij¨®o, tambi¨¦n Aitor Esteban y otros portavoces con distintas visiones, y permiti¨® recordar que la pol¨ªtica, sobre todo en tiempos de inestabilidad e incluso de guerra, es un bien en s¨ª mismo que urge preservar frente a la demagogia y al miedo.
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