Si queremos la paz, debemos prepararnos para la guerra

Eran las tres y media de la ma?ana del 24 de febrero de 2022 cuando me despert¨® una llamada a mi tel¨¦fono. Ni siquiera innumerables informes de inteligencia alertando de una invasi¨®n rusa de Ucrania pueden preparar a nadie para un momento as¨ª. Al o¨ªr la sombr¨ªa voz del presidente Zelenski anunciando al tel¨¦fono ¡°nos est¨¢n bombardeando; es una invasi¨®n a gran escala¡±, comprend¨ª que todo el orden de seguridad creado tras la Segunda Guerra Mundial hab¨ªa cambiado para siempre. La UE ten¨ªa que cambiar tambi¨¦n, y a toda prisa.

Pocas horas despu¨¦s, los dirigentes de la UE se reunieron en una cumbre extraordinaria en Bruselas para fijar la respuesta de la UE ante la invasi¨®n. Nos sobraban las palabras. Era el momento de la acci¨®n. Fue un momento hist¨®rico que todos los dirigentes de la UE recordar¨¢n siempre. Las decisiones tomadas en ese Consejo Europeo marcaron el nacimiento de la UE geopol¨ªtica.

El Kremlin err¨® en sus c¨¢lculos, seg¨²n los cuales la guerra contra Ucrania durar¨ªa apenas tres d¨ªas, y subestim¨® la unidad colectiva de la UE y la determinaci¨®n de Ucrania de defender su territorio, poniendo as¨ª de relieve el delirio en el seno del liderazgo ruso. El Kremlin es indiferente al bienestar de su pueblo, a la prosperidad de su pa¨ªs o a la paz en la regi¨®n. Por el contrario, Ucrania y su pueblo han resistido, han recuperado territorio perdido, han expulsado a la marina de guerra rusa del mar Negro y han provocado enormes bajas entre las fuerzas rusas.

Despu¨¦s de dos a?os de guerra, ha quedado patente que Rusia no se detendr¨¢ en Ucrania, del mismo modo que no se detuvo hace 10 a?os en Crimea. Rusia prosigue con sus t¨¢cticas de desestabilizaci¨®n ¡ªen Moldavia, Georgia, el C¨¢ucaso meridional, los Balcanes Occidentales e incluso en el continente africano¡ª.

Rusia constituye una grave amenaza militar para nuestro continente europeo y para la seguridad mundial. Si no planteamos una respuesta adecuada desde la UE y no prestamos a Ucrania un apoyo suficiente para que detenga a Rusia, nosotros seremos los siguientes.

Por consiguiente, debemos prepararnos para la defensa y pasar a una ¡°econom¨ªa de guerra¡±. Ha llegado el momento de asumir la responsabilidad por nuestra propia seguridad. Ya no podemos contar con otros o estar a merced de los ciclos electorales en EE UU o en otros pa¨ªses.

Debemos reforzar nuestra capacidad de defender el mundo democr¨¢tico, tanto por Ucrania como por Europa. Una Europa m¨¢s fuerte tambi¨¦n contribuir¨¢ a una OTAN m¨¢s fuerte y mejorar¨¢ nuestra defensa colectiva.

Aunque podemos sentirnos orgullosos de los avances que hemos logrado, todav¨ªa podemos y debemos hacer mucho m¨¢s.

En una llamada telef¨®nica dos d¨ªas despu¨¦s del inicio de la guerra, el presidente Zelenski urgi¨® a la UE a enviar armamento. Trabajamos junto con el alto representante, Josep Borrell, y con los dirigentes de la UE para, por primera vez en la historia de nuestra Uni¨®n, suministrar armas letales a Ucrania. Las primeras armas se enviaron ese mismo fin de semana.

Desde entonces, el apoyo de Europa a Ucrania y a su pueblo se ha mantenido firme en todos los Consejos Europeos.

Asimismo, hemos intensificado los esfuerzos en el plano militar. La industria europea de la defensa ha aumentado su capacidad de producci¨®n en un 50% desde el inicio de la guerra, y para finales del a?o que viene duplicaremos la producci¨®n europea de municiones hasta los dos millones de disparos por a?o.

Mientras tanto, la propaganda del Kremlin que se propaga por nuestro continente intenta convencer a nuestra ciudadan¨ªa de que la guerra en Ucrania no nos concierne, de que est¨¢ desangrando nuestros presupuestos y nos est¨¢ dividiendo. Son mentiras flagrantes. Debemos hacer m¨¢s por ayudar a Ucrania y por reforzar nuestra defensa europea. Tenemos que ser capaces de hablar tanto el lenguaje de la diplomacia como el lenguaje del poder.

Se estima que Rusia gastar¨¢ el 6% de su PIB en defensa este a?o, mientras que el gasto medio en la UE sigue situ¨¢ndose por debajo del objetivo fijado por la OTAN del 2% del PIB.

Durante d¨¦cadas, en Europa no hemos invertido lo suficiente en nuestra seguridad y defensa. Hoy nos enfrentamos a la mayor amenaza a nuestra seguridad desde la Segunda Guerra Mundial, as¨ª que debemos reforzar nuestra preparaci¨®n en materia de defensa. Para ello har¨¢ falta un cambio radical e irreversible en nuestra forma de pensar, hacia un planteamiento de seguridad estrat¨¦gica.

Debemos otorgar prioridad a Ucrania y gastar m¨¢s, mejor y de manera menos fragmentada.

Apoyo a Ucrania

A la vez que reforzamos nuestra capacidad de defensa, debemos asegurarnos de que Ucrania recibe lo que necesita en el campo de batalla. Los soldados de Ucrania precisan con urgencia balas y misiles, as¨ª como sistemas de defensa a¨¦rea para controlar el cielo.

Debemos emplear el presupuesto europeo para comprar equipos militares para Ucrania; utilicemos los beneficios inesperados de los activos rusos retenidos para comprar armamento.

Comprar m¨¢s juntos

De aqu¨ª a 2030 debemos aspirar a duplicar nuestras compras a la industria europea, lo que aportar¨¢ m¨¢s previsibilidad a nuestras empresas. Asimismo, los contratos plurianuales las incentivar¨¢n a aumentar su capacidad de producci¨®n, lo que reforzar¨¢ nuestra industria armament¨ªstica, mejorar¨¢ la preparaci¨®n en materia de defensa y tambi¨¦n crear¨¢ empleo, favoreciendo el crecimiento en toda la UE.

Facilitar el acceso a la financiaci¨®n

Las inversiones en defensa son caras, pero sin ellas no podemos aumentar nuestra producci¨®n en el sector. Debemos facilitar que la industria acceda con mayor facilidad a financiaci¨®n tanto p¨²blica como privada. Otra manera eficiente de reforzar nuestra base tecnol¨®gica, industrial y de innovaci¨®n puede ser la emisi¨®n de obligaciones europeas en el ¨¢mbito de la defensa con el fin de recaudar fondos para comprar material o invertir en nuestra industria.

Debemos considerar, adem¨¢s, la posibilidad de ampliar el mandato del Banco Europeo de Inversiones y adaptar la pol¨ªtica de pr¨¦stamos para poder brindar un mayor apoyo a nuestra industria armament¨ªstica europea, por ejemplo redefiniendo los productos de doble uso.

Los dirigentes de la UE se re¨²nen una vez m¨¢s en Bruselas dos a?os despu¨¦s de aquel Consejo Europeo decisivo. En este momento crucial de la historia mundial, Europa debe estar preparada para la defensa y a la altura de la urgencia de la amenaza. Este combate requiere un liderazgo firme que dirija a nuestros ciudadanos, empresas y gobiernos hacia un nuevo esp¨ªritu de seguridad y defensa en todo el continente europeo.

Si queremos la paz, debemos prepararnos para la guerra.