Mal comienzo en Portugal
El Gobierno de Montenegro se gana la cr¨ªtica de todo el arco parlamentario al anunciar como medida estelar una rebaja fiscal heredada de su predecesor
El Gobierno portugu¨¦s de Lu¨ªs Montenegro no ha empezado con buen pie. El viernes pasado, el primer ministro anunci¨® durante su intervenci¨®n en la Asamblea de la Rep¨²blica una rebaja fiscal de 1.500 millones de euros en el IRPF. La present¨® como su principal medida de cambio y ha resultado no serlo tanto. En ese pleno inaugural, el Ejecutivo despleg¨® un programa de legislatura que, pese a estar en minor¨ªa, se sab¨ªa que superar¨ªa el tr¨¢mite ya que el Partido Socialista hab¨ªa anunciado que no ser¨ªa un estorbo para que el nuevo gabinete ¡ªsostenido por una alianza entre el Partido Social Dem¨®crata (PSD, centroderecha) y el Centro Democr¨¢tico Social-Partido Popular (CDS-PP, conservadores)¡ª comenzase a trabajar.
Todos los grupos de la derecha ¡ªque ahora disponen de una holgada mayor¨ªa en la C¨¢mara con la suma de la coalici¨®n ganadora, la ultraderecha y los liberales¡ª rechazaron las mociones en contra presentadas por dos partidos minoritarios de la izquierda, que consideran que el giro del nuevo Gobierno beneficiar¨¢ solo a unos pocos. Entre las medidas con mayor impacto figuran las destinadas a la pol¨ªtica de vivienda, uno de los grandes problemas de la sociedad portuguesa. Montenegro ha anulado las principales reformas impulsadas por su antecesor ¡ªel socialista Ant¨®nio Costa¡ª para frenar el impacto de los pisos tur¨ªsticos en los alquileres, que inclu¨ªan el veto a nuevas licencias, una tasa extraordinaria y m¨¢s poder a las comunidades de vecinos para bloquear dicha actividad. El poco tiempo que han estado en vigor no permitir¨¢ analizar su alcance, pero eliminarlas supone retomar un modelo que entrega los centros urbanos a los turistas y expulsa a los vecinos.
Lo m¨¢s aplaudido del nuevo Ejecutivo fue, sin duda, su voluntad de resolver las reivindicaciones salariales de profesores, polic¨ªas y sanitarios, en pie de guerra contra Costa por sus reticencias a atender sus demandas alegando el impacto sobre la econom¨ªa. En 2023 su Gobierno consigui¨® el mayor excedente presupuestario de la democracia y baj¨® del 100% la deuda p¨²blica. Montenegro aprovechar¨¢ ahora las saneadas arcas que le dejan los socialistas para atender las peticiones de los empleados p¨²blicos.
Pero el resbal¨®n del nuevo primer ministro vino con lo que present¨® como su gran propuesta de cambio. Montenegro prometi¨® en campa?a un ¡°choque fiscal¡± para rebajar impuestos. De ah¨ª la expectativa en el Parlamento, cuando anunci¨® el citado recorte de 1.500 millones de euros en el IRPF (IRS en Portugal) para este a?o. Lo que no aclar¨® es que el 88% de la rebaja ya estaba en vigor y figuraba en los Presupuestos del Estado, aprobados por el anterior Gobierno. Ocultar un dato de tal relevancia le ha valido recriminaciones de toda la oposici¨®n, a derecha e izquierda, y de la prensa, que se ha sentido enga?ada. No es buen estreno para un Ejecutivo que, pese a su debilidad parlamentaria, contaba con la lealtad de sus predecesores.
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