Castigar al periodista

A la periodista francesa Nassira El Moaddem centenares de personas le han deseado estos d¨ªas la muerte y la m¨¢s traum¨¢tica de las violaciones. La han llamado ¡°gorda puta¡±, ¡°fascista musulmana¡± y aconsejado que se vuelva a su pa¨ªs. Pero su pa¨ªs es Francia. De padres marroqu¨ªes, Nassira naci¨® hace 39 a?os en Romorantin-Lanther. Estudi¨® Ciencias Pol¨ªticas en Grenoble antes de ingresar en la prestigiosa Escuela Superior de Periodismo de Lille. En 2012, reci¨¦n graduada, obtuvo el Premio Gran Match News de Canal+ con el que gan¨® un a?o de contrato en la cadena de noticias del grupo. Fue el comienzo de una intensa carrera profesional como reportera y cronista pol¨ªtica y social en diversas cadenas de televisi¨®n, Actualmente El Moaddem escribe y presenta algunas de las ediciones semanales del programa de televisi¨®n Arret sur image, un proyecto ahora independiente dedicado a la actualidad de los medios de comunicaci¨®n.

El pecado de Nassira fue haber opinado a finales de abril, desde su cuenta de X (antigua Twitter), que Francia era un pa¨ªs ¡°lleno de racistas degenerados¡± Reaccionaba as¨ª a la circular de la Federaci¨®n francesa de f¨²tbol con la que recordaba a los responsables de las categor¨ªas amateur la prohibici¨®n de que los jugadores y jugadoras cubran sus cabezas o usen medias debajo del pantal¨®n reglamentario por si esto puede quebrar el principio franc¨¦s de laicidad. El exceso de celo de las autoridades deportivas indign¨® a la periodista y comparti¨® en Twitter su controvertida conclusi¨®n.

Se activ¨® entonces un fluido engranaje de odio con varias ruedas que se iban accionando unas a otras. Un d¨ªa despu¨¦s de su publicaci¨®n, el tuit fue objeto de conversaci¨®n en uno de los programas de la cadena de noticias Cnews, un elemento medi¨¢tico esencial para la extrema derecha francesa, un escaparate amigo en el que ultras de todo pelaje se bregan y retroalimentan en tertulias pol¨ªticas. ¡°Una periodista de Arr¨ºt sur Images insulta a Francia¡± rezaba el r¨®tulo sobreimpresionado por la cadena durante el programa. En plat¨®, un diputado del partido de Marine Le Pen, Julian Odoul lanz¨® indignado ¡°Si no est¨¢ contenta, que se largue¡±. ¡°Es francesa, es importante recordarlo¡±, comenta discretamente el presentador de la emisi¨®n. Horas despu¨¦s, el diputado Odoul vuelve a acusar en Twitter a la periodista de insultar a Francia, el titular con el que la cadena CNews abordando el debate.

Durante 48 horas, el tuit de Nassira El Moaddem es objeto de toda la atenci¨®n en otros dos programas de la cadena, as¨ª como en el de Cyril Hanouna, otra estrella medi¨¢tica de la esfera ultra. Como la propia periodista relata a trav¨¦s de un hilo de X, cada emisi¨®n televisiva activaba la siguiente fase del mecanismo de odio: cientos de mensajes racistas, amenazantes o vejatorios aterrizando en sus perfiles de Facebook, X y LinkedIn. ¡°A veces varios mensajes por minuto¡±, relata la afectada, que refuerza su testimonio con numerosas capturas de pantalla. Otro grupo de radicales hab¨ªa empezado ya a organizar una colecta de fondos con los que comprar un billete de avi¨®n a Nassira para ¡°devolverla a ?frica¡±. A pesar del mal trago, la periodista incluye en su hilo varios mensajes en direcci¨®n del diputado Odoul: ¡°No dejar¨¦ nunca, como ciudadana y como periodista, de denunciar lo que usted representa¡±.

Un amplio sector de los periodistas franceses, desde Reporteros Sin Fronteras hasta asociaciones de profesionales de medios como Le Monde, Le Nouvel Observateur, France Television o la radio nacional France Info, ha decidido no callar, ni jugar a las equidistancias preventivas ni mirar hacia otro lado ante esta ¡°campa?a de ciberacoso racista y particularmente violento¡±. Nassira no est¨¢ sola. Pero no ser¨¢ la ¨²ltima presa.