La parcelaci¨®n de la verdad
En la mayor¨ªa de los debates que fingimos tener, la combinaci¨®n de ignorancia y sectarismo es menos sorprendente que la urgencia sobrevenida
¡°La distop¨ªa en la que hemos entrado no es ni 1984, de Orwell, ni Un mundo feliz, de Huxley, sino 1984 escrito por Aldous Huxley¡±, apunta David Rieff. No se impone una verdad (falsa, naturalmente), sino que la verdad se parcela y cada uno elige lo que le da m¨¢s gusto. En la mayor¨ªa de los debates que fingimos tener la combinaci¨®n de ignorancia y sectarismo es menos sorprendente que la urgencia sobrevenida. El presidente del Gobierno decreta una emergencia sobre los bulos, aunque ¨¦l sea uno de sus principales expendedores. Las falsedades sobre su familia circulaban hac¨ªa tiempo; parad¨®jicamente, la indignaci¨®n la desatan informaciones no desmentidas. Siempre hay quien ve un gesto valioso: el que manda ha abierto un debate importante, que para eso manda. Algo hay que hacer, dicen, y se proponen regulaciones que ya existen o se pide endurecer una regulaci¨®n que hace poco deb¨ªamos eliminar por anacr¨®nica. Este tema es particularmente atractivo para los periodistas y los estetas, por su car¨¢cter autorreferencial: la desinformaci¨®n sobre la desinformaci¨®n. Pero hay muchos m¨¢s casos ¨Den Espa?a se enciende intermitentemente la alarma por la pobreza infantil, mientras las cifras permanecen m¨¢s o menos iguales¨D, en todo el espectro ideol¨®gico y no solo en nuestro pa¨ªs.
El economista Chris Dillow escribe: ¡°Lo que tenemos es vacua moralizaci¨®n donde deber¨ªa haber pensamiento serio¡±. (Y esa moralizaci¨®n, aclara, tiene la misma relaci¨®n con la filosof¨ªa moral que la ch¨¢chara economicista con la econom¨ªa.) Para Dillow, se trata de un declive intelectual que en parte se debe al mal periodismo: ¡°Al corresponsal pol¨ªtico de Westminster que solo piensa en lo que le suena bien¡±. Los pol¨ªticos viven en un ciclo de 24 horas, y la atenci¨®n medi¨¢tica privilegia los acontecimientos escandalosos sobre cambios m¨¢s lentos y decisivos. La simbiosis hace que nos cueste ver o interpretar fen¨®menos, entre los que Dillow cita ¡°el aumento del trabajo inmaterial que ha contribuido a las actitudes liberales entre los j¨®venes, el estancamiento econ¨®mico que ha provocado una reacci¨®n antiliberal en otros, o el crecimiento de una cohorte de licenciados sin patrimonio que se siente alienada de la pol¨ªtica¡±. La parcelaci¨®n de la verdad sirve para incrementar esa confusi¨®n: los datos solo se emplean para fabricar una bruma sectaria. A la manera del ¡°antes loco con todos que cuerdo a solas¡± de Graci¨¢n, resulta m¨¢s seguro estar loco con los m¨ªos que pensar que puede haber un atisbo de cordura en el otro lado.
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