David Rieff: ¡°Ahora solo se habla con personas que piensan lo mismo que t¨²¡±
El ensayista estadounidense se muestra pesimista con el futuro del mundo despu¨¦s de la pandemia
David Rieff ha recorrido el mundo, desde Nueva York, donde naci¨® hace 68 a?os, para comprobar qu¨¦ hay de verdadero o impostado en la solidaridad que proclaman las naciones y hasta qu¨¦ punto la desigualdad marca el estado de la civilizaci¨®n del siglo XXI. Ahora, confinado en su casa, ans¨ªa la hora de volver a hacer esos viajes de los que han salido ensayos en los que vuelca tambi¨¦n su talento de reportero. Entre ellos, Una cama por una noche, El oprobio del hambre o Elogio del olvido, todos comprometidos con el drama de las guerras, el desamparo o la lucha contra el hambre. En este momento, dice por tel¨¦fono desde su casa, tiene miedo de que la pandemia confirme la desigualdad global. Sobre el dominio del mundo virtual advierte: ¡°Ahora solo se habla con personas que piensan lo mismo que t¨²¡±.
Pregunta. ?Tras la pandemia usted cree que todo seguir¨¢ igual?
Respuesta. En el mundo desarrollado me parece que s¨ª. Pero en pa¨ªses como Senegal o Guatemala, por ejemplo, eso no va a ser as¨ª. Ahora hablamos de un plan exitoso de vacunaci¨®n en Europa o Am¨¦rica del Norte, pero si observamos lo que pasa en otras partes del mundo tengo mucho miedo de que vayamos a confirmar la desigualdad global en la pandemia. En Nueva York yo he tenido la vacuna, pero en muchos lugares del mundo eso no es posible. Y la he tenido aqu¨ª, como otros muchos, a pesar de que Trump irrumpi¨® fatalmente en la distribuci¨®n.
P. ?C¨®mo ha vivido la experiencia que supuso la ¨¦poca de Trump, y sobre todo su despedida?
R. Hace cuatro a?os, cuando gan¨®, una amiga argentina nos envi¨® a sus amigos este mensaje: ¡°Con Trump ustedes tienen al primer presidente latinoamericano¡±. Yo a?adir¨ªa que fue el primer presidente peronista, porque te da una impresi¨®n completamente rid¨ªcula y exagerada del caudillo latinoamericano, como Yo el Supremo, de Roa Bastos. El desastre actual ha sido tremendo en reg¨ªmenes populistas, dos de derechas (los de Trump y Bolsonaro) y otro de izquierdas, el de L¨®pez Obrador¡ Ellos son responsables de un tercio de los dos millones y medio de fallecidos en el mundo¡ Protagonizan la dimensi¨®n loca del populismo. Es una pol¨ªtica de fantas¨ªas, de mentiras, de triunfalismos. Y as¨ª han cambiado a peor el destino de sus pa¨ªses. En el caso de Trump, sus responsables de sanidad hablaban bajo su mando como oficiales de un r¨¦gimen estalinista¡ Y al irse pas¨® ese golpito de Estado del asalto al Capitolio. Tuve miedo durante las primeras horas. ?Al principio parec¨ªa como el golpe de Tejero! Ten¨ªa miedo porque cre¨ª que ah¨ª se pronunciaba un terrorismo de la derecha dura, el nacionalismo blanco, que sigue siendo muy posible, como pas¨® en Oklahoma hace 15 a?os.
P. Y despu¨¦s vino Biden¡
R. A quien ha ayudado ese golpito. Porque est¨¢ claro que la mayor¨ªa del centro pol¨ªtico norteamericano estaba y sigue estando en contra de esa pol¨ªtica terrorista¡ Yo creo que un presidente de Estados Unidos puede cambiar las cosas al 20 o 25%. Biden va a tener un a?o de luna de miel, ayudado por el horror de lo que sucedi¨® en el Capitolio. En la pol¨ªtica se olvida todo en un tiempo bastante peque?o. Pero el Congreso que sali¨® de las elecciones sigue sin una minor¨ªa fiable y este es un momento delicado. Las sorpresas que dio Trump fueron grandes, y algunas muy crueles, como todo lo que hizo en la frontera con M¨¦xico, contra las familias emigrantes, con los ni?os¡ Biden no es un ¨¢ngel y ser¨ªa un gran error pensar que con ¨¦l todo va a cambiar. Hay que moderar las esperanzas, pero va a cambiar mucho, sobre todo con respecto a la inmigraci¨®n. Abordar¨¢ una cierta lucha contra la desigualdad, en parte por razones idealistas y tambi¨¦n porque debe mucho al establishment afroamericano y ha de pagar su deuda con ellos. El mundo de Wall Street no tiene miedo de Biden; ¨¦l no es una personalidad pol¨ªtica del ala izquierda del Partido Dem¨®crata.
P. Dice que tuvo miedo al principio de lo que usted llama el golpito. ?Tambi¨¦n lo tuvo cuando el Senado lo liber¨® del impeachment?
R. No. Yo no pens¨¦ ni por un segundo que fueran a votar para condenarlo. Es imposible. En el sistema estadounidense hay que tener dos tercios de votos en el Senado para condenar¡ Claro que hubiera sido una felicidad su condena. Lo peor es que va a quedarse con millones de personas que seguir¨¢n apoy¨¢ndole. El gran debate ser¨¢ dentro del Partido Republicano: ?va a seguir siendo el partido de Trump o va a rechazar finalmente el trumpismo? En un a?o vamos a entender un poco lo que est¨¢ sucediendo en el Partido Republicano, pero ahora las realidades est¨¢n ocultas.
P. Trump impuso el populismo en las redes sociales y afect¨® gravemente a la credibilidad de la informaci¨®n. ?Son lesiones definitivas?
R. He sido bastante esc¨¦ptico ante las promesas y fantas¨ªas de las redes sociales, del mundo virtual. Ahora se habla solo con personas que piensan lo mismo que t¨². Alguien de Podemos no habla con personas del PP, y la misma situaci¨®n ocurre con respecto a la derecha. Eso da de s¨ª realidades que no son tales y as¨ª triunfa la subjetividad absoluta. No s¨¦ c¨®mo se va a luchar contra ese fen¨®meno, que es una met¨¢fora del sistema virtual. Tampoco hab¨ªa objetividad en los peri¨®dicos de 1900. En el ¨¢mbito de la derecha, Hearst ha sido luego la familia Murdoch; en Estados Unidos la izquierda de los medios la representa la NBC, que mantiene los puntos de vista de Sanders o de Elizabeth Warren¡ Existen las fake news, claro, pero cada uno tiene las suyas: hay que ponerlo en contexto.
P. Dec¨ªa usted que ¨ªbamos a salir de la pandemia con una desigualdad global m¨¢s acentuada.
R. Europa Occidental puede tomar el riesgo de la inflaci¨®n y hacer circular m¨¢s dinero, invertir m¨¢s en la obra p¨²blica, en subvenciones, porque no hay un peligro de una inflaci¨®n devastadora en Espa?a, Alemania o Francia. Pero en Argentina o Brasil, por no hablar de ?frica o pa¨ªses del Oriente pobre, no puede darse lo mismo. Y una gran inflaci¨®n, como la que podr¨ªa venir, en Am¨¦rica Latina siempre ha sido el asesino de la democracia. Adem¨¢s, la pobreza est¨¢ creciendo. En Argentina, pa¨ªs sobre el que ahora estudio para hacer un libro, la pobreza afecta en este momento a m¨¢s del 50%. Lo m¨¢s l¨®gico, por desgracia, es que, tras la pandemia crezca la pobreza. Yo tengo mucho miedo cuando trato de pensar en el futuro, de anticipar lo que va a suceder despu¨¦s de la pandemia. No tengo una perspectiva muy optimista.
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