Reforzar el escudo social

El Gobierno present¨® este mi¨¦rcoles el acuerdo con los sindicatos para reformar el subsidio de desempleo, por el que se eleva la mayor¨ªa de las prestaciones de 480 a 540 euros mensuales. Adem¨¢s, permite compatibilizar la ayuda durante unos meses con un empleo y aumenta el n¨²mero de colectivos protegidos, que ahora incluir¨¢ a los menores de 45 a?os sin cargas familiares, los eventuales agrarios y las v¨ªctimas de violencia de g¨¦nero o sexual. Con esta reforma, pendiente ahora de su tramitaci¨®n parlamentaria, Espa?a cumple las exigencias de Bruselas para proceder al desembolso del cuarto tramo de los fondos Next Generation, que asciende a 10.000 millones de euros.

Es el segundo intento del Gobierno de aprobar la reforma, tras el fracaso sufrido el pasado mes de enero cuando trat¨® de introducir estos cambios en un decreto que fue rechazado en el Congreso al sumarse los cinco diputados de Podemos a la oposici¨®n. Fue el primer aviso serio de esta formaci¨®n de su intenci¨®n de marcar un perfil propio esta legislatura tras salir del Gobierno y romper con el liderazgo de la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda D¨ªaz.

En esta ocasi¨®n, el anteproyecto incorpora la exigencia de los morados de mantener una cotizaci¨®n extra a la Seguridad Social del 125% a los perceptores mayores de 52 a?os, con el fin de que luego no se vean perjudicados en el c¨¢lculo de la pensi¨®n, ya que es el ¨²nico caso de subsidio que cotiza para la jubilaci¨®n. Conviene, no obstante, reforzar la vigilancia del Ministerio de Trabajo para evitar los abusos de esta figura en el marco de los despidos colectivos por parte de las grandes empresas, para que estas no financien con esta prestaci¨®n parte de sus planes de prejubilaci¨®n.

El plan cuenta con el visto bueno de los sindicatos, no as¨ª de la patronal, que vuelve una vez m¨¢s a desmarcarse de un di¨¢logo social que en los ¨²ltimos a?os est¨¢ dando frutos palpables en lo social sin perjudicar, como alertaban los empresarios, ni la creaci¨®n de empleo ni la reducci¨®n del paro. Si sus reivindicaciones pasan por mejorar la empleabilidad de las personas paradas o reformar las pol¨ªticas activas, es desde el di¨¢logo donde se pueden abordar las diferencias y obtener los mejores resultados.

La medida supone asimismo un refuerzo del escudo de protecci¨®n social, ya que el subsidio solo lo perciben aquellas personas que o bien han agotado la prestaci¨®n por desempleo o no han cotizado el tiempo suficiente para percibir esas ayudas y carecen en todo caso de recursos econ¨®micos suficientes. Este mismo mi¨¦rcoles la Comisi¨®n Europea publicaba un informe sobre la convergencia social entre los Veintisiete en el que desvelaba que la tasa de poblaci¨®n en riesgo de pobreza o de exclusi¨®n social en Espa?a aument¨® en 2023 del 26% al 26,5%, y que la aproximaci¨®n de este indicador con la media europea ha sido pr¨¢cticamente nula desde 2015. Unos datos que revelan que hay margen de mejora para aumentar la protecci¨®n a los colectivos m¨¢s desfavorecidos y persistir en las reformas.

De hecho, son las mujeres quienes de forma mayoritaria (59%) perciben este subsidio. Un dato nada sorprendente si tenemos en cuenta que ellas lideran los indicadores de desigualdad laboral: cobran menos, sufren m¨¢s parcialidad, m¨¢s temporalidad y tambi¨¦n m¨¢s desempleo.