Barbaridades en sede parlamentaria
Los lectores escriben sobre los exabruptos de los pol¨ªticos, la sanidad p¨²blica, la situaci¨®n de los j¨®venes, y la inteligencia artificial
Hay declaraciones m¨¢s o menos acertadas y hay exabruptos. Hay meteduras de pata involuntarias y hay excesos dolosos. Cuando uno escucha barbaridades como las expresadas en ciertos foros de la soberan¨ªa popular, ya no se trata, me parece, de que distingamos entre una dial¨¦ctica de derechas o de izquierdas, de rojos o azules, de fachas o progres; hay exorbitancias verbales que transitan m¨¢s por el terreno de la indecencia moral que por el de la pol¨ªtica, que tienen m¨¢s que ver, a mi juicio, con la chifladura que con la cordura. Como puede explicarse si no que la presidenta de Madrid afirme en sede parlamentaria que el Gobierno de Espa?a anima a los terroristas a matar a cambio de darles un Estado o una comunidad aut¨®noma. La deriva de algunos dirigentes roza lo delirante y casi dir¨ªa que lo delictivo. Confiemos en que no se contagie a la sociedad.
Gonzalo de Miguel Renedo. Logro?o
Contratar un seguro de salud
He tomado la agridulce decisi¨®n de contratar un seguro de salud, no por un motivo en particular sino por asegurarme de que mi salud, que siempre ha sido traviesa, se mantenga a raya. En la actualidad, ser atendido por un especialista o realizar una prueba diagn¨®stica se ha convertido en un privilegio del que no me siento orgulloso de disfrutar. Me resigno a aceptar que nuestro sistema p¨²blico de salud se ha quebrado. Ya no importa la ideolog¨ªa o el color pol¨ªtico, no importa porque lo que un d¨ªa fue todo, hoy es casi nada. Por ellos, por su culpa.
Aritz Duran Trigos. Madrid
J¨®venes conformistas
Los j¨®venes (y no tan j¨®venes) hemos normalizado compartir piso durante a?os, comer pescado congelado y ahorrar m¨¢ximo 25 euros al mes. Pens¨¢bamos que la precariedad solamente era una etapa ef¨ªmera mientras ¨¦ramos estudiantes, pero se alarg¨® a la de becario y se estableci¨® en la de trabajador. Y ante todo esto, escogemos el papel de meros espectadores. Solamente nos re¨ªmos y compartimos memes que hablan sobre esta situaci¨®n. ?Por qu¨¦ nos conformamos? La realidad es que no hemos vivido otra realidad, por lo que la hemos aceptado como forma y estilo de vida. Que pudi¨¦ramos vivir c¨®modamente en un piso de m¨¢s de 90 metros cuadrados y a un precio asequible ser¨ªa ciencia ficci¨®n.
Rosana Gim¨¦nez. Madrid
Regulaci¨®n de la inteligencia artificial
La salida de ingenieros de OpenAI suele estar acompa?ada de avisos sobre los riesgos asociados a la evoluci¨®n de la IA. La competici¨®n emprendida por las grandes tecnol¨®gicas por conseguir el producto m¨¢s avanzado parece indicar que m¨¢s pronto que tarde se alcanzar¨¢ un modelo capaz de igualar o superar nuestras capacidades cognitivas. Nunca hemos encontrado una situaci¨®n similar y es probable que no estemos preparados. En nuestras manos tenemos a¨²n la posibilidad de regular y acotar estos avances para que sean seguros y su logro obedezca a un prop¨®sito distinto al meramente comercial.
Antonio S¨¢nchez Terol. Murcia
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