Los viejos de hoy en d¨ªa
Los lectores escriben sobre los prejuicios acerca de los j¨®venes, la atenci¨®n medi¨¢tica que reciben los l¨ªderes populistas, la explotaci¨®n laboral, el pacifismo, y la ley de suelo
Escucho con demasiada frecuencia que los j¨®venes de hoy encarnan todos los males. Si fuera cierto, nos habr¨ªamos sumido ya en la barbarie, pues la cantinela resuena desde la antig¨¹edad cl¨¢sica. Yo creo que en toda generaci¨®n hay un porcentaje podrido y que se tiende err¨®neamente a generalizar. Tambi¨¦n se puede hacer con los mayores: los viejos de hoy en d¨ªa son machistas, hom¨®fobos e irrespetuosos. Son el se?or que acosa a la muchacha que pasea por la calle y que vive de los cuidados de su mujer. Son la se?ora del ¡°est¨¢s m¨¢s gorda¡± y del ¡°mira al mariquita ese¡±. Son los que juegan al despiste y se saltan la cola del s¨²per. Son los que confunden el humor con el abuso. Seguro que mi retrato te parece injusto. Lo mismo pienso yo del que se hace de nuestra juventud. El d¨ªa que perdamos la fe en ella, estaremos realmente condenados.
Adri¨¢n Granados. Los Palacios y Villafranca (Sevilla)
Exc¨¦ntricos
Del lat¨ªn medieval excentricus: ¡°Que est¨¢ fuera del centro¡±. ?Por qu¨¦ nos obstinamos en centrar nuestra atenci¨®n en los discursos de Milei o de Ayuso? ?Por qu¨¦ no cuidamos nuestra salud mental y la del ecosistema pol¨ªtico y luchamos contra la poluci¨®n extremadamente t¨®xica de sus imaginarios? Ya hemos constatado que no podemos ni apelar a la raz¨®n ni a la ¨¦tica, ya que ellos se sit¨²an fuera del espacio de reflexi¨®n y del bien com¨²n. Forman parte de la noble pol¨ªtica. Necesitamos todo el ox¨ªgeno y la energ¨ªa para construir una sociedad sana y solidaria que no caiga en el peligroso escepticismo o se deje seducir por la violencia.
Carmen Mata Barreiro. Madrid
Tiempo de calidad
?Trabajar para vivir o vivir para trabajar? Tengo una relaci¨®n a distancia con mi novio, y siempre que tengo la oportunidad voy a visitarle. ?l ha sido el ¨²ltimo pe¨®n en llegar a su trabajo. Respeto su horario, aprovecho tambi¨¦n para realizar mis tareas. De repente, sus ocho horas de trabajo diarias se convierten en 12. Regresa a casa reventado y con el tiempo justo de cenar algo y echarse a dormir. Quiz¨¢s su jefe le compense ese tiempo econ¨®micamente. ?Y qui¨¦n nos compensa a nosotros ese tiempo perdido con nuestros seres queridos? ?Acaso una paga extra compensa el tiempo de calidad restado?
Iraide S¨¢nchez S¨¢nchez. Barakaldo (Bizkaia)
Conseguir la paz
La paz no se puede imponer con violencia, ni se puede usar la guerra para alcanzarla. Es justo lo contrario. No se puede luchar por los derechos humanos y por el cese de la violencia con consignas b¨¦licas y sin respetar a los interlocutores, negando su derecho a opinar o expresarse. Con violencia e intransigencia, una lucha antifascista se puede convertir en un fascismo m¨¢s. Es una paradoja. Parece una postura hippie y desfasada, pero s¨®lo con paz se consigue la paz.
Gonzalo Garc¨ªa Mateo. Madrid
Ley del suelo
Sin entrar a valorar el contenido, es muy triste que el PP tumbara la ley del suelo por electoralismo, por no votar con el PSOE, cuando desde la FEMP propon¨ªan algo similar. Esta es la clase de pol¨ªticos que tiene la derecha espa?ola.
Rosa Mar¨ªa Ballestero B¨¢ez. Madrid
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