?De qu¨¦ llenamos nuestros d¨ªas?
En estos tiempos en que se amontonan los estallidos hasta la saturaci¨®n, hay una soluci¨®n para evadirnos de la realidad sin eludirla
He aqu¨ª una autora nada ruidosa, discreta, barcelonesa, que se l¨ªa la manta a la cabeza y se lanza a contar una historia vasca. ?Valent¨ªa, osad¨ªa, atrevimiento? Escribir es asumir retos y combatir contra todas las tentaciones de abandonarlos, contra todas las voces que desde la sensatez o el miedo nos fagocitan el camino de la seguridad. Pero Clara Us¨®n lo ha asumido, ha encerrado a todos esos fantasmas de la duda bajo llave y nos ha tra¨ªdo una historia de los ochenta en el Pa¨ªs Vasco que ilumina los caminos que nos han tra¨ªdo aqu¨ª. Bravo por el resultado.
Reconforta la literatura cuando nos cuenta la realidad con el lenguaje de la realidad y no el de la pol¨ªtica. Cuando nos permite evadirnos del presente y los problemas sin eludirlos. Es lo que ha hecho Us¨®n en una velocidad distinta a la que estamos acostumbrados, entrando por nosotros en la mente de una etarra y de una hija de un miembro del Gal y entrelazando sus mundos como si fueran nuestros. Porque, en realidad, lo son.
La proeza de esta novela (Las fieras, publicada por Seix Barral) est¨¢ en mostrarnos c¨®mo somos capaces de machacarnos unos a otros no solo en nuestra propia comunidad, vecindario, colegio, baretos o fiestas, sino tambi¨¦n en la propia familia, en la m¨¦dula de lo que somos. Nos muestra claramente lo que somos: devoradores de personas, o al menos del sagrado potencial de las personas (seres queridos tambi¨¦n) para ser libres. Y ese hilo musical que enciende este libro llega a nuestros d¨ªas, donde estamos viendo la capacidad que tenemos para negarnos unos a otros, para imponer nuestra versi¨®n, nuestra verdad, cegando el camino del otro, sin respeto a unas m¨ªnimas normas de convivencia vital.
Los d¨ªas se van llenando hoy de estallidos de esa negaci¨®n del otro y que se amontonan cada d¨ªa en nuestras noticias hasta la saturaci¨®n: los insultos de Vox contra legisladores elegidos por los ciudadanos (?traidores!), los gritos de energ¨²menos en las calles contra Pablo Iglesias (?vallecano de mierda!), las descalificaciones de Trump contra el juez que ¡°nunca, nunca¡± debi¨® juzgarle mientras denuncia en el mismo discurso la llegada de hordas de migrantes terroristas a su pa¨ªs (?), los delirios cotidianos de Milei, o las crecientes agresiones a pol¨ªticos. Cada d¨ªa suma m¨¢s violencia. Pura violencia.
El clima es nefasto. Por ello reconforta y evade la aproximaci¨®n creativa a la realidad que supone la literatura sin huir de ella. Se trata de mirarla de otra forma. De aprenderla y aprehenderla. Arranca la Feria del Libro de Madrid y la literatura nos puede ayudar. Vivan los libros. De ellos tambi¨¦n podemos llenar nuestros d¨ªas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.