Discapacidad y museos accesibles

Tengo una discapacidad que, a pesar de ser poco visible, hace que me resulte dif¨ªcil subir escaleras y estar mucho rato de pie. El pasado fin de semana visit¨¦ la Tate Modern Gallery de Londres y sent¨ª una emoci¨®n muy profunda cuando vi en el ascensor un cartel que dec¨ªa que se diera prioridad a las personas con discapacidad e indicaba tambi¨¦n que no todas las discapacidades son visibles. Quiero expresar mi m¨¢s sincero agradecimiento por ese reconocimiento, ya que gracias a ¨¦l he encontrado el coraje para pedir lo que necesito al volver a mi pa¨ªs. Siempre me ha dado mucha verg¨¹enza pedir ayuda, pero ahora entiendo que es un derecho que muchas personas y entidades ofrecen para conceder mayor comodidad a aquellos que tenemos m¨¢s dificultades. Aceptar las ayudas, sin juicios, es tambi¨¦n una gran parte de aceptar la propia enfermedad.

S¨°nia Cervi¨¤ Peracaula. Banyoles (Girona)

Sociedad ignorante

La ignorancia es algo muy preocupante en este pa¨ªs. Percibo c¨®mo, entre los j¨®venes de mi generaci¨®n, todo parece que da igual y se opina de todo aquello que no se conoce. Sabes que el grado de ingenuidad en la poblaci¨®n de hoy en d¨ªa es superlativo cuando ves a chavales con una pulserita abanderando la patria, pero luego son los mismos que recriminan los avances sociales de esta y aplauden y avalan encuentros pol¨ªticos de reconocidos genocidas. Como dir¨ªa Juan Ram¨®n Jim¨¦nez: ¡°?Qu¨¦ triste es amarlo todo sin saber lo que se ama!¡±.

Miguel ?ngel G¨®mez Zamudio. Sevilla

El miedo de los ni?os

Anoche, mi hijo de cuatro a?os me dijo: ¡°Mam¨¢, tengo miedo¡±. Mi mente repas¨® r¨¢pidamente los cientos de libros, cursos y p¨®dcast que he escuchado sobre crianza en positivo, crianza respetuosa, validaci¨®n de las emociones... y le dije: ¡°El miedo es una emoci¨®n natural, todos sentimos miedos, mam¨¢ tambi¨¦n tiene miedo a veces, pero aqu¨ª estamos a salvo¡±. Entonces pens¨¦ en qu¨¦ le estar¨¢ respondiendo una madre de la franja de Gaza a sus hijos ante esa misma pregunta, porque lo que es obvio es que ni yo, ni mi hijo, ni ninguna de las personas que nos acostamos en nuestras casas de Occidente tememos que nos bombardeen mientras dormimos en nuestra tienda de refugiados. Mi hijo se durmi¨® r¨¢pidamente; a m¨ª me cost¨® bastante m¨¢s.

Mina Grilli S¨¢nchez. Madrid

M¨¢s de un a?o esperando la pensi¨®n

Mi madre lleva 14 meses esperando el cobro de la pensi¨®n no contributiva, aunque la ley establece un tiempo m¨¢ximo de tres meses para resolver este tipo de expedientes. Esta espera no se la deseo a nadie. Mi madre es una de las mujeres m¨¢s valientes y duras que conozco, pero a lo largo de meses he visto c¨®mo se apoderaba de ella la angustia y la he visto derrumbarse varias veces debido a que la situaci¨®n econ¨®mica que est¨¢ atravesando es muy complicada. No hay derecho a que se tarde m¨¢s de un a?o en comenzar a percibir el ¨²nico recurso econ¨®mico del que depende una persona mayor.

Juan Jos¨¦ Mu?iz Alfonso. Estepona (M¨¢laga)