Rebeli¨®n de las masas
El turismo tan beneficioso en otro tiempo est¨¢ a punto de convertirse en una amenaza, est¨¢ creando una sensaci¨®n de angustia, muy pr¨®xima al p¨¢nico
Hoy se vive con la convicci¨®n de que cualquier cosa que pienses o decidas lo acaban de pensar y decidir tambi¨¦n millones de personas en este preciso momento. Adonde quiera que vayas ese lugar ya ha sido ocupado por la masa de la que t¨² participas sin darte cuenta. La cultura moderna viene impulsada por el deseo irrefrenable de estar en varios sitios a la vez, porque crees que lo mejor y m¨¢s divertido siempre sucede en otra parte, en otra fiesta. El turismo tan beneficioso en otro tiempo est¨¢ a punto de convertirse en una amenaza. ?D¨®nde se encuentra ese cuadro famoso que buscas en el museo? Est¨¢ detr¨¢s de cinco filas de cogotes que te impiden contemplarlo. Grita y agita el brazo entre medio centenar de clientes agolpados en la barra si quieres que el camarero te atienda. A esa playa desierta adonde deseas ir ya lo han deseado antes que t¨² varios millones de turistas. Has llegado tarde. No sue?es con poder extender la toalla. ?P¨®ngase usted a la cola! Esta ser¨¢, tal vez, la ¨²ltima orden taxativa que oir¨¢ el ciudadano que quiera contemplar el espect¨¢culo del fin del mundo. Ser¨¢ la misma cola que se va a establecer para entrar en el infierno. El turismo de masas est¨¢ creando una sensaci¨®n de angustia, muy pr¨®xima al p¨¢nico. Se trata de ese sexto continente flotante, maleable, que se expande de forma exponencial por todos los ¨¢mbitos del planeta y arrasa con todo por donde pasa. Se le ve bajar de los aviones, llegar en tren a las estaciones, atascar las autopistas, desembarcar de todos los cruceros e invadir en orden de combate plazas y jardines, terrazas, estadios y playas, encaramarse como la hiedra por los hoteles y apartamentos. En el fondo las guerras siempre se producen por reconocimiento de la tribu y por defensa del territorio. De hecho, las manifestaciones contra el turismo masivo acaban de empezar. Puede que la reconquista del propio territorio por los habitantes del lugar genere un choque de masas contrarias y esa ser¨¢ la guerra que nos faltaba.
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