La mujer de los pechos perfectos vs. el hombre de los ojos rojos

Qu¨¦ dif¨ªcil es ser gordo. Y gorda, un mill¨®n de veces m¨¢s. Y bajita, bastante. Y todo junto, ni te cuento. Y en los medios, explotas. B¨¢sicamente, ser distinto es imposible. La actriz irlandesa Nicola Coughlan no es muy alta (apenas 155 cent¨ªmetros) y est¨¢ lejos de tener el cuerpo normativo (en un momento en que incluso el 90-60-90 de Monroe nos parecer¨ªa rechoncho) que hoy, por mucho que hablemos de romper barreras est¨¦ticas y del mundo curvy, se sigue exigiendo en este mundo, y m¨¢s aun en el audiovisual. Cuando en 2020 se estren¨® Los Bridgerton, Coughlan, en su papel de Penelope Featherington, era una secundaria. Lo sab¨ªamos por sus escenas, por su guion (hubo sorpresas, muchas), pero tambi¨¦n por su cuerpo. Tres a?os y medio despu¨¦s, ella es otra: la protagonista. Y el mundo, quiz¨¢, tambi¨¦n es otro. Coughlan, cuenta ella misma, ha pedido a los jefazos de la serie que la saquen todo lo desnuda que puedan. A sus 37 a?os y con media vida de carrera, sabe lo importante que es para millones de chicas ni altas ni flacas verse y dejarse ver en pelota picada un sof¨¢, mientras un muchachote del siglo XIX acaricia lujuriosamente sus carnosos muslos.

No todos lo captan. En una rueda de prensa, alguien le coment¨® que era ¡°muy valiente¡± por dejar ver su cuerpo en pantalla. Ella fue m¨¢s lista: ¡°Ya sabes, es duro, porque creo que las mujeres con mi tipo de cuerpo, mujeres con pechos perfectos, no nos vemos lo suficientemente representadas en pantalla¡±. Bum. Y por arte de magia las redes convirtieron a Coughlan en Reina, Comandanta y Presidenta del Club de los Pechos Perfectos. Y en miembro aplaudido y representante de millones de mujeres que desean ser vistas por algo m¨¢s que por no ser un palo.

Su respuesta puede parecer broma, un salir del paso con estilo, pero ella no la pronunci¨® con ninguna iron¨ªa, por mucho que riera una sala que acab¨® core¨¢ndola. Ante una pregunta cansina, anticuada y que pondr¨ªa los ojos en blanco, la estrella de la temporada levant¨® una oleada de cari?o, apoyo y jolgorio en redes, donde ha hecho hermandad. Tanto que se ha convertido, entre otra ronda de aplausos, en imagen de la firma de ropa interior Skims, creada por Kim Kardashian. Otra que ha cambiado la percepci¨®n de los cuerpos, que sabe entrar al minuto en la conversaci¨®n y que es m¨¢s lista que el hambre.

La sororidad femenina no es nueva, pero s¨ª cada vez m¨¢s constante en redes entre las nuevas generaciones. Hace 20 a?os no habr¨ªa sido as¨ª (pero claro, ten¨ªamos solo a Facebook y casi reci¨¦n nacido), pero lo antes criticado hoy es aplaudido, y viceversa. El viceversa lo demuestra Justin Timberlake. Otrora estrella de la canci¨®n (hoy cantante, sin m¨¢s), su imagen siempre ir¨¢ vinculada a Britney Spears, de quien fue novio hace dos d¨¦cadas. Tras cortar, ¨¦l la ridiculiz¨® para dejarla como la malvada y quedar como el h¨¦roe. Las memorias de ella ayudaron a poner las cosas en su lugar, explicando c¨®mo ¨¦l la oblig¨® a abortar, entre otras lindezas. Y ahora el karma llega para recolocarlo todo. Hace unos d¨ªas Timberlake fue detenido por conducir borracho tras una cena con amigos (como rezaba alg¨²n tuitero: ¡°Tanto dinero y no le da para un Uber¡±). Lo mejor, como siempre, fue su foto de comisar¨ªa o mugshot, todo un g¨¦nero. No cab¨ªa m¨¢s rojo en esos ojos. Mientras ¨¦l sal¨ªa esposado de una comisar¨ªa de un pueblo costero neoyorquino, Britney se marcaba uno de sus bailes mirando a c¨¢mara. Y la traca final llegaba cuando se sab¨ªa que el polic¨ªa que le deten¨ªa ni siquiera sab¨ªa qui¨¦n era. La conversaci¨®n se ha hecho viral. ¡°Esto va a arruinar la gira¡±, le dec¨ªa el cantante. ¡°?Qu¨¦ gira?¡±, respond¨ªa el agente. ¡°?La gira mundial!¡±, exclamaba ¨¦l. El meme ha estado por todas partes. ¡°Ahora decimos ¡®Esto va a arruinar la gira¡¯ tras el m¨¢s m¨ªnimo problema¡±, compart¨ªan cuentas de humor.

Lo cierto es que las peque?as acciones delictivas de Timberlake (se salt¨® un stop y no iba en l¨ªnea recta, dice el parte) han colmado el vaso de una imagen que muchos ya pusieron en cuarentena cuando Spears cont¨® hace unos meses detalles como que ¨¦l la dej¨® por SMS. El machirulismo que todo lo aceptaba en el mundo pop de los 2000 ha quedado muy atr¨¢s y ahora ¡ªal menos a veces, queremos pensar¡ª se impone un mundo m¨¢s real, m¨¢s humano, en el que coronamos a mujeres bajitas y preciosas como Reinas de los Pechos Perfectos.